Democratizar el arte a través de la impresión digital. Ese fue el desafío de la periodista Rosario Greene: ofrecer cuadros de artistas a precios asequibles en soñadas composiciones. Estilo kitsch, minimalista, vintage o nórdico, la gama es inagotable y para todos los gustos. Igual que sus enmarcaciones.
Por Macarena Ríos R. / Fotografías Andrea Barceló A.
El showroom de Rosario queda en Vitacura. No tiene letrero ni nada que nos adelante el mundo decorativo que guardan sus paredes, tapizadas de cuadros de principio a fin. Algunos con marcos espejados, entre vidrios o en greca, otros hechos con paspartús de colores. Todas las láminas son reproducciones de distintos artistas. Algunos están firmados y seriados. Otros no. Ese es el truco que hace que el precio sea más asequible: la impresión digital.
El showroom de Rosario no tiene letrero. Tampoco hay teléfono. Las horas se agendan a través de la página web. “Siempre hemos querido mantener eso, el anonimato, porque estamos convencidas de que es la clave del éxito. Al dedicarle tiempo exclusivo, la gente se siente especial”.
¿Cuál es el plus?
Nos enfocamos mucho en la asesoría, en la atención personalizada y el trabajo directo con el cliente, porque hay una historia detrás de cada espacio. ¿Cómo quieres que sea tu casa?, ¿qué quieres lograr?, ¿quieres que sea más juvenil, que sea más cálida?, ¿más industrial?, ¿o que tenga una onda más moderna? Uno escucha, muestra, e incluso hacemos montajes digitales aquí mismo para que vean cómo se vería su casa con distintos tipos de composiciones.
¿Cuánto vale esa asesoría?
Es gratis.
EL COMIENZO
Alta, delgada y con una gran sonrisa, a Rosario siempre le llamó la atención la decoración y la estética. Su paso por Estados Unidos no hizo más que reafirmar esa pasión. Junto con tomar cursos de inglés, acuarela y fotografía —además de disfrutar inmensamente a su familia—, dice que se le abrió el mundo. “Había unas tiendas de decoración increíbles, con vitrinas impactantes. Los primeros domingos de cada mes iba a una feria de antigüedades que quedaba en California. Una maravilla”.
De vuelta a Chile llegó a emprender. Matea desde pequeña, se puso una fecha límite y no paró de trabajar. O esto prendía o moría en el intento, pareció ser la consigna. Partió sola. Contrató a una diseñadora y en el patio de su casa armó una bodega de tres por tres. “Mi primer showroom. Al principio ofrecí “foto-cuadros”: fotografía decorativa que intervenía en Photoshop. Mi idea era ofrecer cuadros decorativos a precios razonables. Después sumé espejos de diversos portes y tamaños, pensados para todo tipo de espacios, y también corchos y pizarrones”.
El siguiente paso fue trabajar con artistas. “La misma clientela que llegaba a enmarcar su lámina me daba el contacto del artista, que lo único que quería era tener visibilidad, y así fui armando mi portafolio”.
¿Con cuáles artistas estás trabajando?
Tenemos artistas que han estado con nosotras desde el inicio, como Cony Larenas, Nicole Vallejos, Katarina Abovic, Richard Norambuena, la canadiense Silvie Demers, entre muchos otros.
¿Algún tipo de tendencia?
Las ilustraciones botánicas. Pero en la decoración las cosas por lo general pasan, nada se instaura. Mis clientes son personas que buscan algo distinto y que se quieren desmarcar de lo que hay hoy en día en el mercado.
¿Quiénes vienen a tu showroom?
Recibimos muchas parejas de recién casados que están armando su casa y también de matrimonios que llevan diez o quince años y que vienen con la idea de renovar algunos de sus espacios. Ellos se van con los cuadros, pero en realidad se van con mucho más, porque lo nuestro es una ayuda integral, no sólo en cuanto a qué cuadro poner, sino a intervenir algunos de los espacios, pintarlos, ponerles un espejo, una serie, una composición o derechamente nada.
INSPIRACIÓN
Trabaja con cuatro talleres de enmarcación. “Semanalmente llegan unos ciento cincuenta cuadros a la tienda y se va la misma cantidad, porque la gente arma composiciones y hay mucha rotación”.
Rosario cuenta que toda esta dinámica no sería posible sin la ayuda de las diseñadoras gráficas Catalina Garnham, “mi mano derecha”, Ina Rodríguez y Camila Palma. “Tengo un equipo de diseñadoras atómicas que están atentas a los mensajes que nos llegan permanentemente a través de la página web www.rosariogreene.cl y al diseño de composiciones que piden”.
¿El mejor consejo para decorar los muros?
Depende del ambiente que quieras lograr. ¿Lúdico, juvenil, relajado? ¿Sobrio? Hay lugares que quedan geniales con series o con composiciones. Otras paredes, en que a lo mejor con un lindo espejo u objeto enmarcado logras el efecto que estás buscando. Lo importante es que te sientas cómoda con la decoración.
En la tienda de Rosario nada se deja al azar. Menos los detalles. “Nos hicimos unas bolsas con la marca y el mensaje: yo tengo mi espacio #RG. E invitamos a la gente a que muestre su espacio por Instagram para hacer una suerte de comunidad de inspiración. Es increíble leer los mensajes, “gracias por inspirarme”, “gracias por darnos datos de decoración”.
¿Qué te provoca eso?
Me emociona. Puede sonar muy frívolo, pero la verdad es que la estética y la decoración te hacen sentir más feliz. Es como cuando llegas a una casa calentita. La gente, cuando cambia su espacio y lo logra hacer suyo, me motiva.
¿De qué manera el periodismo atraviesa tu trabajo?
Hoy en día las redes sociales no solo son el principal canal de comunicación con nuestros clientes, sino que el punto de venta de nosotros. La gente se comunica por ahí, sobre todo por Instagram. El cómo comunicar es súper importante y siempre estoy subiendo historias.
¿Qué significa todo esto para ti?
La calidad humana es lo que te hace ser. Yo no tengo una tienda de cuadros, somos un grupo de personas que trabaja para que la gente tenga su casa más linda y, por ende, sea más feliz y en eso hay un trabajo de compañía, de escucha, de asesoría. Por eso es que no podríamos abrir una sucursal en regiones, que nos piden bastante, porque esto tiene la esencia de lo que somos.
“Me encanta la competencia. Te hace mejorar, compararte, crear cosas nuevas. Son inyecciones”.
“Nos preocupamos mucho de innovar, de sacar no solo artistas sino propuestas novedosas, como los marcos de greca”.
