Hace doce años, Fundación Trekán comenzó un hermoso proyecto terapéutico centrado en la nobleza de los caballos y la conexión con la naturaleza. Pioneros en la Región de Valparaíso en equinoterapia y psicoterapia al aire libre, hoy atienden a más de setenta familias con distintas necesidades motoras, psicológicas y emocionales.
Por María Inés Manzo C. / Fotografías Javiera Díaz de Valdés y gentileza Fundación Trekán
“El nombre Trekán está inspirado en el término mapudungun Trekan, que significa avanzar, marchar o caminar. Y ese fue nuestro objetivo desde que abrimos en 2011: avanzar en el desarrollo de habilidades, aprendizaje y rehabilitación. Al mismo tiempo, ir avanzando como profesionales bajo un objetivo claro y al paso de los caballos que son nuestros verdaderos coterapeutas”, cuenta María Cecilia Schulz, educadora diferencial, fundadora y directora de Fundación Trekán.
“Si bien partimos trabajando con niños autistas, en situación de discapacidad y parálisis cerebral, principalmente, el proyecto nunca fue pensado con una visión de asistencialismo, sino que de inclusión y de que todos podemos sacar nuestro potencial. Por eso buscamos llegar a la mayor cantidad de personas a lo largo de su ciclo vital”, agrega.
En el 2010, María Cecilia trabajaba en un colegio para personas con autismo y fue en ese periodo cuando un amigo le ofreció regalarle uno de sus caballos. “Eso me hizo mucho sentido y, junto a una colega, hice un curso de hipoterapia en la Universidad de Chile. Con todo ese aprendizaje nos propusimos abrir un centro en el transcurso de un año y así lo hicimos. Al comienzo nos conformamos como una empresa, pero con el paso de los años el propósito nos fue llevando a ser una fundación”.
Trekán partió en Viña del Mar con la Sede Los Pinos, con un par de alumnos, y el año pasado inauguró Sede La Granja en Canal Chacao (entre Viña del Mar y Quilpué). Actualmente trabajan con más de setenta familias de la región (entre sesiones individuales y grupales) y con un equipo interdisciplinario que incluye terapeuta ocupacional, educadora diferencial, kinesiólogos, psicóloga, entrenador, apoyo y mantención de caballos. Además, como otro hito importante, hace un año se integró la kinesióloga Camila Bonert, quien también asumió el rol de directora y ha sido fundamental para el desarrollo de nuevos proyectos y para seguir creciendo como fundación.
AL AIRE LIBRE
Los grandes protagonistas de Trekán son Chocolo, Chasca, Estrellita, Gokú, Helga y José, seis caballos con distintas características, y también personalidades, que se van adaptando a las necesidades de las personas.
“Utilizamos al caballo como un complemento terapéutico para desarrollar habilidades en el área social, emocional, física y cognitiva. No es necesario tener un diagnóstico médico, pues muchas situaciones pueden ser transitorias. Durante y tras la pandemia, les ha servido a los niños para calmarse, reconectarse con la naturaleza y los animales, a salir de las pantallas. Es una muy buena alternativa para trabajar la paciencia y la frustración. Pero, además, ayuda a quienes acompañan en la terapia, a las mamás, papás o hermanos, es una instancia de desconexión para todos”, cuenta Camila.
Son parte del proceso…
Totalmente, algunos familiares terminan también arriba de los caballos. Estas terapias no tienen nada que ver con lo que ocurre en un box a puertas cerradas. Aquí los papás nos acompañan y evidencian todo el proceso. Es muy bonito ir viendo sus caras cuando sus hijos van progresando. Algunos llevan más de cinco años con nosotros, por eso siempre hablamos de que somos la familia Trekán.
¿Cómo es el primer encuentro con los caballos?
En los niños no es extraño ver a algunos muy sorprendidos, pues nunca se han acercado a un caballo. Lo ven imponente, casi como un dinosaurio, pero son animales muy perceptivos y nobles. Si alguien llega con miedo o enojado se van a dar cuenta. Por eso hacemos un proceso de evaluación para conocerlos, saber si tienen dificultades emocionales o sensoriales. A veces son los papás los ansiosos que quieren subir a sus hijos rápidamente a montar, pero la terapia no hay que apurarla; si es necesario se hace más trabajo de suelo para darles seguridad. Cada persona tiene sus tiempos y necesidades. El trabajo arriba del animal dura entre treinta a cuarenta minutos, aproximadamente, para mantener una buena concentración. Ocupamos mucho el juego, las actividades o elementos para que sea muy entretenido, para que lo pasen bien.
¿Cuáles son los beneficios de la equinoterapia?
Esta es una terapia complementaria y alternativa, que incorpora al caballo dentro de los procesos de intervención o rehabilitación. Se basa en tres principios básicos, que son la entrega de calor corporal, muy beneficioso para relajar de musculatura; la entrega de impulsos rítmicos a nivel del cinturón pélvico y la transmisión del patrón de marcha que es muy parecido al del humano. Sobre el caballo siempre vas a tratar de volver a tu centro de gravedad, a apoyar las manos para no caerte, mejorar y fortalecer tu postura. Esto acompañado de las acciones intencionadas de los profesionales y el entorno natural hacen que sea una terapia integral.
¿Y la edad recomendada?
Atendemos desde los dos años y no hay límite de edad. Actualmente tenemos chicos de veintidós años, pero también llegan adultos para realizar sesiones por el día. Con el adulto mayor hay un trabajo más en tierra, pero siempre trabajando la conexión con el caballo.
AMOR POR LOS ANIMALES
“La valoración por los otros y sus diferencias, el profesionalismo y nuestro amor por los caballos son nuestros sellos característicos. Queremos que la gente sepa que Trekán está guiado por expertos en el área y todo nuestro trabajo gira en torno a ello. Una de nuestras metas es profesionalizar la equinoterapia en Chile, pues actualmente no hay reglamentos específicos. Por lo mismo, hace seis meses tenemos una alianza con FIAA (Foundation for International Aid to Animals), institución internacional con la que trabajamos por el bienestar animal y la terapia a personas.
¿Cuentan con alumnos becados?
Sí, como fundación tenemos un porcentaje de becados, pero hoy nos encontramos con los cupos completos. Nuestro sueño es ofrecerle a la comunidad terapias a muy bajo costo o gratuitas. Queremos que cualquier persona que quiera acceder pueda hacerlo. Hace poco lanzamos por nuestra página web (www.fundaciontrekan.donando.cl) una campaña de socios donde pueden cooperar (desde mil pesos) para dos causas: mantenimiento de caballos o becas. Si más personas nos aportan podemos realizar muchas más actividades. Los invitamos a conocer nuestra obra y a correr la voz entre sus conocidos, les aseguramos que se van a enamorar, como nosotras, de la equinoterapia y todos sus beneficios.
¿Las empresas también pueden colaborar?
Así es, pueden donarnos para estas mismas causas, pues estamos inscritos en el Registro de Donatarios y realizamos proyectos a través del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Gracias a ello, tenemos la posibilidad de darles un certificado para obtengan beneficios tributarios. También recibimos otro tipo de aportes, como insumos para las terapias o para el cuidado de los animales.
¿De qué otras maneras puede colaborar la comunidad?
Tenemos voluntariado y trabajamos con la Universidad Andrés Bello y la Universidad de Playa Ancha. Además, la comunidad puede participar de nuestros talleres de invierno y verano, sesiones recreativas para montar a caballo, celebración de cumpleaños (sábados y domingos), incluso nos han preguntado por paseos de cursos. Aprovechamos nuestro entorno privilegiado, cuando no se está haciendo terapia, para ofrecer otros servicios y actividades lúdicas, centrados siempre en el respeto y cariño hacia los animales y contacto con la naturaleza. Todas esas ganancias van en apoyo de la fundación.
“Hemos tenido experiencias hermosas, hace poco una hija le regaló a su padre una sesión recreativa. Él, con una enfermedad terminal, se emocionó hasta las lágrimas porque pudo volver a montar. De pequeño se había criado con caballos y, al crecer, se fue a vivir a la ciudad y perdió ese contacto. Fue un día muy emocionante para todos, donde lo acompañó su hija y su nieta en el proceso. Al finalizar se despidió, abrazó al caballo y le dio las gracias, y eso mismo refleja el espíritu de Trekán”.
TESTIMONIOS
“Soy Claudia Palomo, mamá de tres personas con autismo. Mis gemelos son muy inflexibles y tienen muchos problemas con los espacios nuevos, en Trekán los contuvieron, los apoyaron y les dieron el lugar de calma y confianza. Con el tiempo han ido desarrollando herramientas adaptadas a su aprendizaje, no fue nada impuesto ni obligado. Todo lo que han ido aprendiendo, de diciembre a la fecha, se ha ido reflejando también en su vida diaria. Encontrarte con un espacio amable, con un equipo de terapeutas que está dispuesto a modificarlo todo para poder trabajar con tus hijos, como mamá genera confianza, seguridad y una gran tranquilidad”.
“Soy Gloria Herrera, mamá de Clemente de cinco años, y formamos parte de la familia Trekán hace tres años y medio. Ingresamos buscando una alternativa terapéutica, ya que la kinesiología tradicional le aburría. Él tiene, principalmente, problemas motores. Cuando llegó no afirmaba su cabeza y tenía dificultad para sostener su tronco. Con mucha felicidad hemos visto que, gracias a la equinoterapia, ha mejorado muchísimo el control cefálico. Actualmente se puede sentar y sostener solito, y ya no necesita acompañante para cabalgar. Lo mejor de todo es que va feliz a sus terapias y adora a su caballo, tienen una relación muy cercana. Finalmente esto no sólo ha sido una ayuda para Clemente, sino que para toda nuestra familia. Nos conectamos con la naturaleza y los animales. Es maravilloso”.
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