En su libro Nutrición emocional propone una poderosa trilogía para el manejo de la ansiedad: PNL, coaching y mindfullness. ¿Cómo evitar el hambre emocional?, ¿es efectivo el ayuno intermitente?, ¿por qué el estrés engorda?, ¿cuál es la importancia del ejercicio? Desde España, conversamos con su autora sobre este y otros temas acerca de las maneras para llevar una alimentación consciente y no morir en el intento. “Confía en ti. Tú puedes”.
Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza entrevistada.
“La comida siempre fue un tema para mí. Crecí pensando que si era flaca sería feliz, que si era flaca iba a tener más amigas, que si era flaca el tipo que me gustaba se fijaría en mí. Y al final me obsesioné tanto con eso que a los quince años tuve mi primer episodio de anorexia. En un mes bajé diez kilos. Y aunque fui flaca, seguí con los mismos problemas de antes”.
La Nutrición fue en cierta forma la tabla de salvación para Francisca. Una vez que volvió de un intercambio en Finlandia, entró a estudiar en la Universidad de Valparaíso. Pero luego de cinco años de haber aprendido mucho acerca de alimentación saludable y dietética, se dio cuenta de que la ansiedad persistía en su vida, de que volvía a sus viejos hábitos con atracones de comida, aunque estos fueran infinitamente más saludables. “Regresaba a los mismos patrones de conducta de antes”.
“En la universidad había una frase que odiaba: “eres lo que comes” y yo sentía que comía tan asqueroso que me sentía asquerosa. En esa época estaba vibrando en la energía del rechazo, en la energía de una autoestima súper baja, en no sentirme nunca suficiente y eso no es así. No eres lo que comes, eres mucho más que eso. No eres un peso, no eres una talla, eres algo muchísimo más completo y tan increíble y maravilloso que ni siquiera lo llegas a dimensionar”.
Ahí está la clave. Luego de ejercer un tiempo como nutricionista, y con más dudas que certezas, cuando se fue a vivir a España tomó un máster en Coaching e Inteligencia Emocional. Tiempo después se especializó como máster en Programación Neurolingüística y Trainer Internacional de PNL (ITA).
“La programación neurolingüística (PNL) me cautivó totalmente. Ahí empecé a entender muchas cosas. Mi inconsciente me llevó a la separación de mis padres cuando tenía seis años y a dimensionar cómo el vacío y la angustia que había sentido en ese momento lo comencé a llenar con comida. Empecé a entender cómo esa Fran niña, cuando fue creciendo, encontró en la comida una salida, un abrazo, una acogida. Fue muy bonito ese proceso”.
¿Todos debieran hacer ese proceso?
Absolutamente. Esto es un viaje de autoconocimiento. Todo lo que sucede en nuestra vida tiene un mensaje y un aprendizaje. Existe muchísima información sobre nutrición y dietas, pero muy pocas referencias serias de cómo nuestro propio crecimiento personal, mediante herramientas de PNL, coaching, inteligencia emocional y mindful eating, nos puede ayudar a conseguir la salud, el equilibrio y el peso deseado. La neurociencia ha descubierto que nuestro cerebro tarda unos treinta días en generar un hábito.
¿Por qué ciertas dietas sirven para cierto tipo de gente?
¿Para qué te interesa hacer una dieta que dura un mes si quieres que se termine rápido? Por eso no creo en las dietas, sino en que cada uno de nosotros tiene la sabiduría necesaria para poder elegir lo mejor. La mejor respuesta eres tú. Nadie, ni una terapeuta ni una nutricionista, te va a ayudar más que tú, porque las respuestas están en tu interior. Necesitamos centrarnos y volver a mirarnos.
Y aquí el mindfullness es clave. Estudios han visto que las personas que lo practican evidencian, al cabo de ocho semanas, un cambio impresionante a nivel cerebral. “Además de rejuvenecer el cerebro, te ayuda a gestionar la ansiedad, incluida la ansiedad por la comida”.
¿Es efectivo el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente es una práctica milenaria en Oriente que tiene todo un trasfondo que habla del descanso y la depuración del cuerpo, pero depende mucho de quién lo haga y para qué lo quiere hacer. Si yo tengo una alumna con niveles de ansiedad tremendos, que no es capaz de comerse un solo plato, sino que tres, y cree que el ayuno va a ser la panacea para esa ansiedad, no es así, no le sirve”.
¿Cuál crees que es la clave para no volver a los viejos hábitos?
Vivir el momento presente. No hay ni viejos ni nuevos hábitos, solo hay momentos. ¿Qué voy a elegir en este momento? El ayuno es una alternativa, pero ¿para qué lo quieres hacer? ¿Ese sobrepeso que tienes hace años se te va a pasar solo con el ayuno o hay algo más profundo ahí? Si vas a hacer ayuno genial, pero hazlo de manera responsable.
¿Cómo nace tu libro?
Este libro surgió después de trabajar con más de dos mil mujeres en mi taller online de Nutrición Emocional. Lleva un año acá en España y los testimonios son impresionantes. Gente que me ha dicho “me leí el libro y me volvieron las ganas de vivir”.
¿Qué te genera eso?
Sigo llorando con mis alumnas, me emociono todos los días, ¡son tantas historias! No te operan de la cabeza, no te operan de tus pensamientos, de tus emociones, por eso que el ochenta por ciento de los pacientes que se hacen cirugía para bajar de peso lo vuelven a recuperar. Hace poco me escribió una niña que había comprado mi libro hacía un año y me contó que gracias a él no se había tenido que operar. Y que los treinta kilos que pensó que iba a bajar después de la operación, los bajó empoderándose, confiando, eligiendo. Es un proceso tan bonito que el concepto de Nutrición Emocional es maravilloso.
¿Quiénes llegan a tu curso?
A mi curso llegan muchas personas como yo, ansiosas, que quieren todo ahora, culposas, para quienes nunca nada es suficiente, pues siempre hay un pero, sin hacerme responsable. Veo patrones de conducta muy comunes entre todas nosotras.
¿Qué pasa cuando logramos mejorar esos patrones de conducta?
Eso es clave en PNL. Cuando mejoramos un patrón de conducta, todo lo que repercute en ese patrón de conducta se mejora. Hay personas que me dicen, “mejoró mi relación con mi pareja, con mis hijos y de paso bajé veinte kilos sin darme cuenta”, algo que nunca logré en mis consultas como nutricionista.
Fran actualmente vive en Salamanca, España, con su marido y su hijo Mateo, de nueve meses, que la obligó en cierta forma a bajar el ritmo entre seminarios, clases y conferencias online.
“La comida es una de las vías de escape más comunes, porque a nivel químico en el cerebro funciona igual que la droga, activa el mismo centro. En mis conferencias les digo que si ven a una niña de siete años en la calle fumando un pito van a quedar impresionadas, pero si a esa misma niña la ven en un local de comida chatarra comiendo hamburguesa, les parece de lo más normal. ¿Y qué pasa ahí?, que la comida es una droga socialmente aceptada”.
Se ha visto que no basta con cambiar nuestros hábitos alimenticios. El deporte juega un rol fundamental en todo esto.
La actividad física es básica para tu salud corporal y mental. Baja los niveles de estrés y la ansiedad. Pero es fundamental encontrar el que disfrutes y no lo hagas desde la obligación.
¿Cómo enfrentas la vida hoy?
Doy gracias a mi vida, a mi pasado, a mi historia, que me ha llevado a estudiar y aprender todo lo que sé porque lo estaba buscando para mí, y poder compartirlo con los demás ha sido un regalo. Esto a mí me ha ayudado muchísimo, no solo en el peso, sino en el manejo de la ansiedad, me ha ayudado a vivir mi vida de otra manera, a creer en mí, a confiar en la vida, a aceptar lo que está sucediendo. Mi mamá se murió hace dos años y he sentido el dolor más grande de mi vida, pero desde una tranquilidad que nunca hubiese imaginado.