A la cabeza de su propia oficina de arquitectura, esta viñamarina plantea que un buen interiorismo influye positivamente en la vida de las personas, y que la riqueza de una propuesta pasa necesariamente por la unión de materialidades, formatos y texturas. “La gente busca espacios para disfrutar, espacios cálidos, pero con una estética atractiva que provoquen un goce personal al habitarlos”.
Por Macarena Ríos R./ fotografías Andrea Barceló y gentileza Soledad Johnson
“La arquitectura es una carrera fascinante. Siempre me gustó entender el comportamiento de las personas, entender cómo se relacionaban con sus entornos y sus espacios. La arquitectura te enseña a diseñar espacios en relación a las necesidades del ser humano, te ensaña a dar vida a lugares a través de propuestas que lean los intereses y las necesidades de los demás. Es bello ¿no?”.
Amante de la estética y el buen gusto, Soledad viene llegando de un viaje de placer a enfocarse en su proyecto de vida: su oficina de arquitectura e interiorismo, que nace de su admiración por la puesta en escena a través del diseño contemporáneo y para mostrar que el buen interiorismo es capaz de influir de forma positiva en la vida de las personas.
“El interiorismo es la perfecta instancia para darle a la arquitectura el correcto uso de materiales, en cuanto a formatos, tendencias y look, que armarán un espacio determinado junto a la decoración. El interiorismo cambia la dinámica familiar y su forma de vivir. Es increíble cómo, con algunos cambios, se comienzan a gozar otros espacios que antes habían sido dejados de lado”.
¿Qué es la decoración para ti?
La decoración es un fin para entregar sensaciones agradables y mejorar la calidad de vida a través de una propuesta estética armoniosa y sensible. Es crear un ambiente donde la puesta en escena de los elementos, desde la luz, los colores de los muros, hasta el más mínimo detalle, revele una intencionalidad respecto a quien habitará ese lugar y sobre todo lo que percibirá. Es una declaración de intenciones donde todo tiene un porqué.
¿Decoradora o interiorista?
Ambas me apasionan, pero el interiorismo me refleja mucho más. Se trata de una propuesta integral, donde soy capaz de aportar desde la materialidad, el uso de elementos y la funcionalidad de cada uno de los espacios. Cada proyecto, sobre todo a nivel inmobiliario, es una nueva experiencia creativa donde, a través de una selección dedicada de cada uno de los materiales, desde los colores, texturas, brillos y formatos, intento construir una gran propuesta de diseño, un lugar nuevo ante los ojos de quien lo habite.
¿Qué te inspira cuando te enfrentas a un trabajo?
El contexto es una gran fuente de inspiración, porque te da la hoja de ruta que debes seguir. Una casa en la playa inspira de una forma distinta a como lo haría una en medio de un bosque. Definitivamente, el entorno guía. Antes de hacer una propuesta es vital conocer los intereses, gustos y lo que se espera del espacio que se me entrega para, a través de la materialidad o la decoración, ir hacia esa ruta.
¿Qué pide la gente hoy en día?
Además de buscar vanguardia y propuestas nuevas, creo firmemente que muchos piden a gritos que, a través del interiorismo o la decoración, su calidad de vida mejore, que sea un goce personal del día a día. Siento que hay mucha sicología ahí y yo por mi parte desarrollo la propuesta muy conectada a ese perfil, alejándome por completo del concepto de “departamento piloto”, donde todo se ve sin un sentimiento de pertenencia. Lo que buscan son espacios para disfrutar, espacios cálidos, pero con una estética atractiva que influya positivamente en su día a día. Hoy, los formatos se agrandaron y se pueden usar de suelo a cielo, vistiendo un muro completo.
¿Qué elementos incorporas en tus propuestas?
Siempre busco elementos atemporales, usar materiales nobles, ya sea una veta de mármol, una piedra sacada de una cantera o las porosidades de una madera. Busco mezclar estilos y formatos y también el rescate de algún objeto con herencia, o un mueble diseñado y elaborado cuidadosamente en mi taller. ¡Cuando hay un valor agregado a la estética creo que la intervención es perfecta!
¿Y en cuanto a las telas?
¡Las telas es un mundo! Actualmente es un privilegio ver cómo han entrado al mercado nacional telas de distintas partes del mundo. A nivel de proyectos, el uso de la tela la determino en relación a los espacios, no sólo por su valor estético, sino también por lo funcional. Por muy bella que sea debe cumplir su función, si no en menos de una semana, habrá un cliente frustrado.
¿Menos es más en decoración?
El restar elementos debe tener sentido si suma en calidad estética. Yo sí creo que un lay-out limpio a nivel de planimetría y una decoración coherente sin excesos mejora tu percepción del lugar pues entrega armonía y equilibrio y eso como seres que habitamos en espacios lo registramos tanto a nivel consciente como subconsciente.
¿Qué se viene en interiorismo?
El guiño a la naturaleza debe estar presente en las nuevas propuestas de interiorismo. La mirada sustentable es una obligación, así como el uso de materiales orgánicos: piedra, madera, luz diurna. Todo lo que nos recuerde el exterior y la naturaleza. También están entrando al mercado, materiales reciclables, como los pisos vinílicos Spc que creo serán un gran cambio a nivel de construcción sustentable.
¿Qué buscas lograr con tus asesorías?
Diseñar propuestas estéticas y espacios, tanto a nivel de interiorismo como de decoración, que mejoren el bienestar de las personas que lo habitarán. Mi rol trata un poco de eso, de saber interpretar, desde lo material, la personalidad de un espacio que se transforma en el fiel reflejo de quienes somos y/o de lo que queremos proponer.
“La arquitectura debe ir de la mano de una propuesta de interiorismo coherente”.
“El interiorismo cambia la dinámica familiar y su forma de vivir”.
“La decoración es un fin para entregar sensaciones agradables y mejorar la calidad de vida a través de una propuesta estética armoniosa y sensible. Es una declaración de intenciones donde todo tiene un porqué”.