Raimundo Palamara, es el abogado viñamarino que sigue disponible como candidato por el Partido Republicano para recuperar el municipio de Viña del Mar y es la carta más fuerte que tiene la derecha según los últimos sondeos.
Abogado, de 37 años y con gran experiencia en litigación en diversas materias, quien es además un emprendedor, siendo su principal motor su familia y sus hijas. Señala que busca darlo todo por Viña, desde sus cerros hasta la costa.
¿Quién es Raimundo Palamara?
Soy papá de dos hermosas niñas, soy viñamarino, aunque nací por razones laborales de mi padre en el Hospital Militar de Providencia, fui concebido y criado en Viña del Mar, misma ciudad que camino día a día, tengo mi oficina y mi trabajo.
¿Cómo ve actualmente Viña del Mar?
Viña está hace rato en decadencia, no tiene la planificación, o un ideario ciudad acorde con el requerimiento único que merece esta ciudad, que es la capital nacional del turismo y hoy en día parece más bien una ciudad que se encuentra abandonada, sin potenciar los cerros y dejándolos como el patio trasero del plan, lo que es inaceptable.
¿Entonces qué propone? Porque se dice que la derecha solo ofrece seguridad y fuera de eso es un cascarón vacío.
Viña del Mar se debe planificar como un todo armónico, desde sus cerros hasta la costa. Desde el turismo aprovechar las hermosas vistas que se generan desde los cerros, lo cual hoy en día no está potenciado. Desde el comercio ambulante, planificar, separando a quienes sí quieren emprender de los delincuentes u organizaciones criminales que se camuflan detrás de este comercio, lo que solo enlodan a quien a través de la venta callejera buscan salir adelante. Con estos dos pilares cubriremos el tercer pilar que aún es más importante, se generarán fuentes de emprendimiento formales, que disminuirán la cesantía y combatirán la pobreza que hay en Viña del Mar. Porque insisto, Viña no es la costanera, Viña parte en sus cerros, por lo que desde ahí nuestra labor debe partir.
Por lo que la propuesta para Viña del Mar, va más allá de la seguridad, nos ocupamos de los problemas basales y urgentes de los viñamarinos y con ello necesariamente abordamos la inseguridad que nos aqueja, que cada vez está más ramificada en la ciudad y que lamentablemente es provocada por hechos concretos que ningún vecino está ajeno.
En resumen, sí tenemos claro qué hacer, cómo hacerlo y ejecutarlo, no venimos a improvisar, sino que a administrar, es decir venimos a cumplir lo que se nos mandata.
¿Cuáles son para usted las principales falencias de la actual administración?
Las falencias son ostensibles desde incluso antes del incendio, basta solo ver las redes sociales de la municipalidad, la que está más preocupada de la imagen de la actual alcaldesa que ocupada en mejorar su gestión, la que se encuentra claramente al debe. Y esto se demuestra desde el día uno, que la preocupación primera fue colocar la foto de la alcaldesa en cada uno de los departamentos municipales, como si eso en algo solucionara las urgencias de los vecinos. No tener funcionarios con la preparación necesaria y que solo llevan a cabo el avance de un proyecto ideológico y olvidándose del proyecto ciudad, que es para lo que fueron elegidos.
Lamentablemente, no hay un concejo municipal que haga la labor, es decir, los muchachos a cargo del municipio hacen lo que quieren, sin tener en cuenta a los funcionarios antiguos que conocen la ciudad y a espalda de los dirigentes vecinales que conocen las problemáticas de sus vecinos. El trabajo conjunto, con todos, la colaboración entre las distintas organizaciones que existen en la ciudad hay que usarlos a favor de Viña del Mar, la coordinación entre las organizaciones civiles y los demás servicios públicos es los que se extraña de esta administración.
Ahora estamos frente a una de las catástrofes más terribles de la historia en Viña del Mar, provocada por el incendio ¿Cómo piensa abordarla en su gestión
Mediante una utilización de recursos responsable, no puede ser que el Decreto de Catástrofe solo se esté utilizando -y tardíamente- en proveer de cajas de mercaderías. Una de las principales herramientas que otorga la declaración de catástrofe es poder redestinar recursos para cubrir la emergencia, que hoy en día se traduce en vecinos que tristemente siguen en carpas.
Por lo que la solución no es comprar más carpas, como lo hizo la actual administración y aprobó el concejo municipal -con los votos de concejales que debiesen ser oposición-, sino para redestinar por ejemplo los 3 mil millones de pesos que buscan remodelar la calle Valparaíso, en comprar viviendas modulares de emergencias, para que cada vecino pueda dignamente esperar la reconstrucción. Se debe acelerar los procesos administrativos tanto en la reconstrucción anunciada como en las demás ayudas que requieren los vecinos. Ejemplificándolo, no se debe dar más aspirinas a los damnificados, sino un real y serio tratamiento, lo que aún no se hace.