Para mejorar la calidad de vida de los enfermos de Parkinson, el neurólogo Pablo Sánchez creó la Corporación de ayuda a personas y familias con Parkinson, Mereces, donde junto a otros profesionales de la salud, dan una respuesta integral a los requerimientos de rehabilitación de cada paciente.
Por Soledad Posada M. / Fotografía Sonja San Martín D.
Un enfermo de Parkinson, hoy en día, para mejorar su calidad de vida, necesitaría médico, kinesiólogo, sicólogo, terapeuta ocupacional y, de acuerdo a sus necesidades, más profesionales de la salud. Entre estos facultativos no se conocerían ni hablarían sobre la evolución del paciente, simplemente cada uno haría su trabajo, y a un costo inaccesible para muchos adultos mayores.
En este punto es donde el neurólogo Pablo Sánchez —quien ya demostró su altruismo al atender a las víctimas del 27F en plena plaza de Talcahuano, mientras la ciudad estuvo sumida en un caos— no pudo permanecer indiferente y decidió crear la Corporación Mereces, pensando en lo que realmente se merecen las personas que padecen Parkinson: la mejor calidad de vida posible. “La corporación nació de las ganas de un grupo de profesionales de la salud, neurólogo, sicóloga, fonoaudióloga y kinesióloga, de colaborar con pacientes de Parkinson, quienes se benefician mucho de la rehabilitación”.
La Corporación Mereces tiene un modelo transdisciplinario e integral, planificado y coordinado con la atención pública de salud, con enfoque comunitario. “Este modelo nos permite incorporar realmente al paciente y su familia al proceso de rehabilitación, que incluye su participación comunitaria, a través de agrupaciones legalmente establecidas. El paciente se pone en el centro, y este no es pasivo, es proactivo. Participa en la rehabilitación, en estar lo mejor posible. En neurorehabilitación, se trata de lograr una óptima funcionalidad para mejorar la calidad de vida”.
CENTROS
Mereces tiene un centro en el edificio Amanecer, abierto a la comunidad y con socios. En este momento reúne cuarenta pacientes, y para colaborar se debe ingresar a www.corporacionmereces.cl
En este lugar, todos los profesionales prestan sus servicios como voluntarios, y están dedicados y sensibilizados con la enfermedad de Parkinson. “Esta labor es terapéutica para nosotros, el altruismo tiene beneficios en nuestra salud mental”, asegura Sánchez. El centro cuenta con tres kinesiólogos, tres fonoaudiólogos, un terapeuta ocupacional, un sicólogo, un masoterapeuta, un asistente social y, si es necesario, se pide la atención de otros profesionales. Se establece una terapia puntual y coordinada para cada paciente.
“En Chile, la rehabilitación no está asegurada, no hay una política de neurorehabilitación. Por lo que nuestro sistema genera un cambio en la política de rehabilitación, que no necesita grandes inversiones. Solo reunirse en un lugar, como juntas de vecinos o iglesias, y tener un buen programa”.
También, Mereces tiene un convenio con la Municipalidad de Coronel, para entregar una atención integral a quienes sufren de Parkinson en la comuna. Después de un año de trabajo, un grupo de pacientes se ha vuelto tan activo que ha conseguido el apoyo del concejo municipal para asegurar fondos para su rehabilitación por todo 2019. “En un año, el cambio en la escala de la calidad de vida en funcionalidad es notable. Ahora, son visibles como agrupación, considerados, van a todas las actividades, son incluidos. En Chile, nunca se había conseguido gestión. Están absolutamente empoderados. Ellos piden un derecho. La rehabilitación no es solo del equipo de salud, involucra a la comunidad y a la sociedad”.
VOCACIÓN
El doctor Sánchez nació en Talcahuano, estudió Medicina en la Universidad de Concepción, y Neurología en la Pontificia Universidad Católica. Después de egresar trabajó dos años en Chillán, y después volvió a Concepción. Él también pertenece a Médicos sin Marcas, un grupo internacional de médicos que ejercen la medicina libre de la influencia de empresas farmacéuticas y tecnológicas.
¿Cómo fue tu infancia?
Nací, crecí y estudié en Talcahuano. Con cuatro hermanos y muchos primos. Tengo gratos recuerdos de una infancia muy lúdica e interminables partidos de fútbol “calle”. Tanto así, que mi mamá les tenía que poner término, muy tarde por la noche. Tuve la fortuna de vivir con mis abuelos, de quienes valoro su permanente preocupación y formación valórica.
¿Por qué elegiste neurología como especialidad?
Siendo médico general de zona, en Coronel y Hualqui, atendí a muchos pacientes con enfermedades neurológicas, algunas de curso crónico y progresivo. Los recursos de la atención primaria son limitados y siempre me quedaba la sensación de poder hacer algo más para mejorar la calidad de vida del paciente, su familia o sus cuidadores.
¿Qué te motiva a crear Corporación Mereces?
Siempre he colaborado con agrupaciones de Parkinson, valorando su quehacer, muchas veces con pocos recursos. Hacía falta, entonces, incorporar a profesionales de la rehabilitación, acercándose de una manera distinta, con un fuerte componente ético y valórico, y priorizando la importancia de la rehabilitación en este grupo de personas, que además incluye a familiares.
¿Cuál es el objetivo de la Fundación Mereces?
Nuestra misión única y principal es prestar una atención integral y transdisciplinaria, con un enfoque biosicosocial. Entregar un trato digno a las personas que padecen enfermedad de Parkinson y que merecen acceder a todas las prestaciones terapéuticas necesarias, independiente de su condición socioeconómica y cultural. En el corto, mediano y largo plazo, nuestro objetivo es la prevención, tratamiento, rehabilitación, docencia, investigación y aportar a las políticas públicas.
¿Cómo se logra el empoderamiento en la tercera edad?
Es clave el fortalecimiento de la atención primaria. Son ellos quienes trabajan en prevención y promoción de la salud. La necesidad de tener agrupaciones comunitarias, con conocimientos en salud y hacerlos partícipes directos de las políticas comunales es esencial. Existe en Chile un excelente nivel de profesionales rehabilitadores, quienes debieran ser incorporados a la atención primaria, pero como parte del equipo y no solo por programas y a través de convenios universitarios. La educación, prevención de complicaciones y el control de enfermos crónicos es un desafío complejo y requiere no solo del equipo de salud, sino que debe ser un tema social y, por lo tanto, somos todos responsables.
¿Qué esperas del futuro?
Espero que como corporación logremos un cambio en las políticas de rehabilitación. Estamos convencidos, y así lo hemos evidenciado en nuestro trabajo en la comuna de Coronel, que la necesidad de un modelo transdisciplinario con un enfoque comunitario trae enormes beneficios a los pacientes y sus familias, convirtiéndolos en actores del proceso rehabilitador.
“La rehabilitación no es solo del equipo de salud, involucra a la comunidad y a la sociedad”.
“En el corto, mediano y largo plazo, nuestro objetivo es la prevención, tratamiento, rehabilitación, docencia, investigación y aportar a las políticas públicas”.
“La necesidad de un modelo transdisciplinario con un enfoque comunitario, trae enormes beneficios a los pacientes y sus familias, convirtiéndolos en actores del proceso rehabilitador”.