Nubia convirtió su propia historia en un ejemplo de “querer es poder”. Periodista, docente, escritora y estratega digital, desde su experiencia, enseña a transformar el conocimiento en propósito y el propósito en negocio. “Mi misión —dice— es ayudar a las personas a dejar de acumular títulos y empezar, por fin, a vivir de lo que saben.”
Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza entrevistada
Tiene 35 años, dos hijos —Amalia y Juan— y una frase tatuada en la cabeza: no existe el plan B. Cuando habla de trabajo, sus ojos se encienden. “Me motiva ayudar a otros a creer en sí mismos, a monetizar sus conocimientos, a entender que se puede vivir del propósito”.
Durante años fue periodista en radio y televisión, hasta que entendió que la libertad no era un sueldo ni un cargo, sino poder elegir: dónde, cómo y con quién trabajar. “No quería ser esclava del tiempo”, dice. “Quería poder ir a buscar a mis hijos al colegio, tener almuerzos más largos”. Así nació Funnel de Marca Personal, su empresa de mentorías y formación digital, desde donde acompaña a profesionales a convertir lo que saben en un negocio rentable.
La suya no fue una transformación instantánea. Viene de una familia de médicos, estudió periodismo y completó dos magísteres: uno en Comunicación y otro en Marketing Digital. Pero un día, a pesar de los títulos, se dio cuenta de que no era suficiente. Había acumulado diplomas, pero no resultados. Cerró su agencia, se tomó un respiro y empezó de nuevo.
En ese tiempo tenía un Instagram que se llamaba @placeressinculpa y estaba grabando un programa de TV: Solo vine para el postre.
“Fue un quiebre profundo”, recuerda. “Descubrí que no se trata de acumular conocimientos, sino de aprender a usarlos. De accionar”. De ahí su obsesión con el aprendizaje continuo: el marketing, la inteligencia artificial, los sistemas de venta. Todo lo que sirva para no quedarse quieta.
Al otro lado de la pantalla comenta que el momento Eureka vino cuando decidió arriesgarse e invertir en una mentoría. “Conocí los embudos de venta, los sistemas automáticos de captación de clientes y los funnel de marca personal. Mi vida cambió de la noche a la mañana”.
Comenzó a seguir a grandes del marketing y su ciencia, como Alex Hormozi, Russell Brunson, Gary Vaynerchuk y Tony Robbins. “Me di cuenta de que si tienes la guía correcta y te focalizas en lo que tienes que hacer es imposible que no te resulte. Es lo mismo que trato de hacer con mis clientes”.
Hoy, Nubia lidera una comunidad de más de doscientas personas que están haciendo de su marca personal un negocio ciento por ciento rentable y prepara el lanzamiento de su nuevo libro: Marca personal sin filtro, un manual interactivo para quienes quieren construir su identidad desde cero, sin depender de seguidores ni algoritmos. “El currículum de papel ya no existe. Hoy la gente mira tu historia, tu coherencia, tu valor. Instagram es el nuevo espejo”, asegura. “No necesitas ser famoso ni acumular títulos para vivir de tus conocimientos”.
En las mentorías, Nubia trabaja con un concepto que se llama “promesa de alto valor”, orientado a que las personas identifiquen el nicho al que van a ayudar y a solucionar un problema de una forma diferente. “El propósito está en escuchar qué es lo que has querido toda tu vida”.
¿De qué manera puedo identificar ese propósito?
Toma un lápiz y un papel y comienza a anotar en qué eres bueno, y de eso, qué es lo que más te apasiona y de qué manera podrías ayudar a un nicho específico. A partir de ahí puedes armar una promesa de alto valor. Pero para hacerlo debes salir de la zona de confort y dar el salto.
“Todos tenemos miedo al principio, a todos nos da vergüenza el qué dirán y te tienes que sacar eso de la cabeza. Hay que atreverse y te lo vuelvo a repetir, no hay nada peor que llegar a los noventa y arrepentirse de lo que no hiciste y bancarte la vida que te tocó”.
¿Quiénes son, estadísticamente, los mejores emprendedores del mundo?
Los que tienen hambre de no parar. Siempre les digo a mis clientes que no pueden tener un plan B, que si están en mis mentorías a mí no me sirve el “y si no resulta”, porque la promesa que yo les hago está en la medida en que hagan todo lo que yo les digo, con una guía y estructura correcta. Es imposible que no te resulte. Y eso lo he comprobado, tengo muchos casos de éxito de personas que partieron de cero y hoy facturan sobre los diez mil dólares mensuales.
¿Cuál es tu sello diferenciador?
Aparte del acompañamiento permanente, me gusta enseñar a las personas que están partiendo con una idea, como lo hice yo. La mayoría de las mentorías te exigen estar facturando entre tres mil y cinco mil dólares para recién tener una reunión. En mi caso puedes no estar vendiendo nada y yo te ayudo a monetizar tus conocimientos. Yo tengo un compromiso con Dios y con la vida: devolver la mano.
¿El mejor consejo que te han dado?
Uno que escuché hace poco: “el éxito no tiene que ver con tus capacidades, sino con tus decisiones” y lo comparto ciento por ciento, porque no accionar también es una decisión y si no te arriesgas no haces historia. Mucha gente está con miedo a afrontar un negocio por temor al fracaso, pero no hay nada más triste que llegar a los noventa años y darte cuenta que no hiciste nada por tus sueños. He visto gente que estuvo en la calle, vendiendo en el metro y que hoy factura millones. Se puede, y más aún con el mundo digital, que abre las puertas de tal manera que nada es imposible, así de convencida estoy.
¿Hablar vende?
Hablar vende, pero solo si sabes a quien le estás hablando, qué transformación le estás ofreciendo y qué te diferencia del resto. Esos tres factores son claves.
LOS DESEOS DE AÑO NUEVO
Nubia recuerda sus veranos en Algarrobo, en la casa de sus abuelos, cuando le decía a su mamá que, de grande, quería ser millonaria y vendía limonada en la cuadra o pulseras en la playa. “Siempre me gustó el tema de la venta”.
Lo que hizo años más tarde fue, simplemente, buscar su propia promesa de alto valor y accionar. Justamente el tema de fondo del libro Piense y hágase rico de Napoleon Hill, que descansa hoy en su velador. “Siempre les digo a mis alumnos que no sacan nada con escribir en un papelito los deseos para el 2026 y guardarlo o quemarlo. ¿Qué vas a hacer para lograr esos sueños?
La periodista hace una pausa. “No hay excusas, si tú de verdad quieres algo, lo haces. Tienes que ser imparable”.
Por estos días prepara maletas para ir a una conferencia de marketing en Brasil. “El propósito es rodearse de personas que están igual o mejor que yo. En este tipo de eventos, la gente es súper generosa. No solo aprendes del resto, sino que ves cómo se manejan distintos casos de éxito, lo que funciona y lo que no y, además, haces networking y pides consejos. A mí me da risa la gente que se gasta un millón en un Iphone, pero les duele gastar en mentorías, donde vas a poder generar mucho más de un millón.
Nubia habla de “trabajar la cabeza”. “Una mentalidad fuerte y poderosa marca la gran diferencia”, dice. Cree que la inteligencia artificial llegó para simplificarnos la vida, no para reemplazarnos, y que poner precios bajos por miedo a no vender es una de las creencias más limitantes que existen. También se detiene en los haters, a quienes define con ironía como “fans confundidos”.
“Hay personas a las que les molesta que a otros les vaya bien, que se obsesionan contigo y se toman el tiempo de escribirte. Pero al final, me hacen un favor: alimentan el algoritmo. Porque el algoritmo no distingue entre amor y odio —solo ve movimiento—. Así que, aunque me tiren mierda, mi cuenta se dispara”.





















