Nerea González Elorriaga: Fuerza interior

enfermera holística

Hija de inmigrantes vascos, su temprana orfandad y posterior viudez transformaron la geografía de su vida. En una conversación cercana y tremendamente honesta, Nerea habla de lecciones que hoy son certezas; de cómo la lectura de grandes maestros generó valiosos aprendizajes y la prepararon para enfrentar de mejor manera pérdidas y duelos. Y de cómo la sanación reconectiva y la práctica de la técnica T.R.E. no solo sanaron su vida, sino que se transformaron en herramientas extraordinarias para aliviar el dolor de otros.

Por Macarena Ríos R./ Fotografía gentileza entrevistada

“Tenía dieciocho años cuando murió mi mamá. Nunca más vi televisión, me refugié en los estudios contra viento y marea. La música y los libros fueron mi salvación. Yo estoy bien, tú estás bien, Qué dices tú después de decir hola, Nacidos para triunfar, fueron algunos de mis libros de cabecera”, rememora Nerea, desde el otro lado de la pantalla.

Más adelante se sumarían otros de Wen Dyer, Brian Weiss y Louise Hay. La puerta de entrada a la sanación y el autoconocimiento.

“Crecí siempre sonriente, tapando mis verdaderos dolores. Esa ha sido mi forma de enfrentar la vida. Luego de la muerte de mi mamá, la vida cambió. Se hizo dura. Vi el lado oscuro de las personas, incluso de las amadas. Con el tiempo me he dado cuenta de que cada uno hace lo que puede con las herramientas que tiene. El perdón es la forma de poder sanar y sanarse; perdonarse para poder perdonar a los demás y vivir desde el corazón”.

Hija única de un matrimonio a la deriva, Nerea estudió enfermería; su primer trabajo fue en la posta del Hospital Van Buren donde llegó a ser jefa de turno. “Lejos, la mejor escuela. Ahí aprendí el valor de la vida, a agradecerla cada día. Me acuerdo de una mamá, que era viuda, y a la que tuve que darle la noticia de que su único hijo había muerto en un accidente en moto. ¿Qué hago ahora, si no puedo pagarle un entierro?, me preguntó. Fue tremendo”.

Luego de un paréntesis de cinco años en Rancagua junto a su marido y su hija pequeña, Nerea volvió a la Región de Valparaíso como enfermera jefa de la Clínica Los Carrera. “Fueron ocho años los que estuve ahí, poniendo el foco en la calidad de atención, la contención y el acompañamiento de pacientes terminales”. Con delicadeza y profundo respeto por el dolor ajeno, entregaba a las familias el manual de oración del Padre Larrañaga, Encuentro, como una suerte de apoyo.

Más tarde, ingresó al IST y, el 2008, fue invitada por el doctor. Ernesto Maturana para formar la gerencia médica, “un tremendo desafío que agradezco hasta el día de hoy”.

En ese tiempo vivía en Quilpué, la familia había aumentado. “Mis tres niños crecieron sin azúcar ni pan, tomando agua de hierbas, entremedio de chacras y árboles frutales. Hacíamos mucha vida al aire libre, les daba baños de barro, jugábamos con la tierra. Fuimos bastante adelantados para la época”, sonríe.

Era profundamente feliz, dice. Hasta que la inesperada partida de su marido la quebró en dos. “Fue un 14 de agosto. Mi pelao murió tomado de mi mano, lo pude vestir y lo dejé partir en amor y así creo que tiene que ser la muerte de la que nadie habla. En Occidente nos han enseñado a vivirla desde la tragedia, cuando en realidad es volver a casa, es volver de donde veníamos”.

Han pasado veintitrés años y su voz cálida se quiebra como el primer día.

RECONECTIVE HEALING Y T.R.E.

El 2011, mientras trabajaba de voluntaria en el Hogar de Cristo y daba sus primeros pasos en la comunidad Mundo Mujer, liderada por Carmen Gloria Gorigoitía, llegó a sus manos el libro La reconexión de Eric Pearl, que habla de sanación reconectiva. Le hizo mucho sentido. Tanto, que luego de tres años logró certificarse con el propio Pearl, autor de Sana a otros y sánate a ti mismo. “El camino ha sido largo y de gran crecimiento personal, he experimentado lo que significa poder ayudar a otros y, eso mismo, ha contribuido en mis propios procesos de cambio”.

¿De qué se trata la sanación reconectiva?
No es una terapia ni un tratamiento. Recibir la sanación reconectiva significa recibir lo que tu alma necesita en ese momento. Cuando sintonizamos con nuestro cuerpo energético, emitimos y vibramos a un nivel más elevado de luz. Una vez que interactuamos con estas nuevas frecuencias de amplio espectro, algo cambia en nuestro mundo interior, a nivel celular, permitiendo la sanación propia y la de los demás. Logramos una mayor armonía y regresamos a un estado de equilibrio y, por tanto, de sanación.

A partir del 2014, Nerea comenzó a entregar esta sanación a algunos familiares de los pacientes graves que llegaban a la UCI del IST. “Como era la enfermera que coordinaba los rescates a nivel nacional, sabía la historia de los pacientes y les daba herramientas para que pudieran encontrar paz en su corazón. Con música y velas practicaba la sanación reconectiva una vez que salían de la UCI. Los pacientes amputados vivían su duelo de mejor forma, era muy bonito”.

Con el tiempo conoció el TRE (Trauma and Stress Release Exercise), una técnica de autocuidado creada por David Berceli que utiliza siete ejercicios muy simples para liberar la tensión, el estrés y los traumas contenidos en el cuerpo —www.treforall.com—, gracias a Patricia Beltrán, fundadora de Betania Acoge, y que vino a incrementar sus conocimientos. “En ese tiempo trabajaba como colaboradora en la Fundación Betania y tuve la suerte de ser invitada por ella y conocer así a Pedro Rojas, que trabajaba con los traumatizados de las FARC en Colombia, y había venido a Chile a mostrar esta técnica”.

Nerea se enamoró de lo que significaba y se hizo facilitadora. “El T.R.E. conecta con nuestro sistema nervioso parasimpático para liberar el estrés y el trauma. Es una inmensa herramienta de autocuidado para entrar en un estado de paz y amor, donde liberamos hormonas que nos equilibran”.

Los niveles de suicidio y depresión en adolescentes son alarmantes. ¿Cómo podemos ayudarlos?
Las redes sociales son dañinas. Siempre preguntamos por qué no copiamos el modelo de educación en Nueva Zelanda y yo digo, ¿por qué no copiamos la nueva normativa que salió en ese país este año que prohíbe el uso de tablet y dispositivos electrónicos hasta los doce años?, ¿por qué no lo hacemos, sabiendo el daño que le están haciendo a su cerebro? Los estudios están, la evidencia científica está. Marian Rojas Estapé (siquiatra española) comenta que tendremos una generación menos creativa, menos inteligente, por los elevados niveles de cortisol que evidencian.

“Me encantaría llegar con el T.R.E. a los colegios, a las universidades, a las personas que toman decisiones en todos los niveles para que podamos encontrar puntos de entendimiento, vibrando desde el amor y la compasión, para que podamos ayudar en la sanación, ayudar a creer y a confiar”.

¿Qué propones?
Trabajar desde dentro hacia afuera, con una mirada más espiritual, con palabras que hoy suenan olvidadas, como la generosidad, la empatía, el perdón y la paz. Retomar la compasión como valor y la reconexión de corazón a corazón.

 ¿Cuál es el punto de encuentro de la sanación reconectiva y el T.R.E.?
Hoy estamos conectados desde la mente; es tanta la distracción externa que nos hemos olvidado de nuestro interior. Estas herramientas proponen volver a conectar con los recursos interiores que tenemos, desde el corazón, y eso se logra a través de la respiración, que es lo primero que hacemos al nacer y lo último antes de dejar esta vida. Respirar de forma consciente, conectándonos con nosotros, bajar los niveles de estrés e inflamación y lograr así la paz interior.

VOLVER A LO IMPORTANTE

“La pandemia me pilló con mis gatas en un departamento. Tuve la suerte de trabajar online y aproveché el tiempo como si estuviera en un retiro. Meditaba, oraba, hacía deporte, trabajaba. Contraté al canal de streaming GAIA y profundicé en muchas enseñanzas. Conocí al doctor Mario Alonso Puig, vi todas las entrevistas de neurociencia de Anne Igartiburu, escuché a las neurocientíficas María Caballero y Nazareth Castellanos y al biólogo Bruce Lipton, conocido por sus investigaciones sobre cómo los genes y el ADN pueden ser modificados por las actitudes mentales sistemáticas de una persona. Me encontré con el maravilloso mundo de la neurociencia y la explicación del campo cuántico junto a Joe Dispenza, y empecé a practicar sus meditaciones para cambiar, desde el cuerpo, la vida”.

Todo la llevaba al mismo camino: la conexión interior y la búsqueda de respuestas. Volver hacia el corazón, volver a lo importante”. Ese es su propósito.

“Hoy día la humanidad tiene tanto conocimiento y posibilidades de tantas cosas, incluso de sembrar agua como lo están haciendo en Colombia, una técnica maravillosa que la deberían estar mostrando en todos los canales de televisión. Sin embargo, tenemos la mayor insatisfacción en el mundo occidental. Como enfermera holística, busco ayudar en la sanación, ayudar en este viaje interior, a creer, a reconectarnos con nosotros mismos y los demás, a confiar. Nunca es tarde”.

 

¿QUIÉN ES NEREA GONZÁLEZ ELORRIAGA?
Magister en Epidemiologia y Control de Infecciones
Alumni Academia de Her Global Impact
Directora Fundación Betania Acoge
Coachii del programa Aliadas en Mundo Mujer
Miembro en RedV Mujeres en Acción
Certificada en Reconective Healing (Niveles I, II y III)
Facilitadora T.R.E. (Trauma Release Excercises)
Mujer destacada 2020 por el Colegio de Enfermeras de Chile
Socia Fundadora de Asociación de Enfermeras Holísticas de Chile

neregonzalezelorriaga@gmail.com
@elorriaganereagonzalez

 

BENEFICIOS DEL T.R.E.®
Disminuye la ansiedad y manifestaciones del estrés.
Reduce síntomas de estrés postraumático.
Mejora la energía y el sueño.
Sana heridas del pasado.
Reduce tensión muscular y dolor crónico.
Mejora resiliencia emocional.
Tranquiliza y regula el sistema nervioso.
Ayuda al cuerpo a recuperar su estado de equilibrio y bienestar.
Alivio de condiciones médicas crónicas.