No le gusta encasillar su estilo, prefiere la libertad de poder hacer lo que quiera, aunque últimamente la naturaleza y el mundo onírico le quitan el sueño. Desde su casa-taller, la versatilidad que profesa esta artista es inagotable. En modo cuarentena, sigue con sus talleres de cuentos ilustrados bajo la modalidad online, se prepara para el lanzamiento de Viaje vegetal, un libro que habla de botánica y trabaja en su tercer libro infantil.
Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza María José Arce
Desde su casa en La Reina, Santiago, María José —@josailustraciones—, trabaja sin descanso en varios proyectos. En este tiempo, dice que le ha costado concentrarse y mantener un ritmo más constante, menos disperso, pero que el hecho de ilustrar ha significado una válvula de escape. “Con todo esto que está pasando, las emociones influyen mucho y lo mío es un trabajo bien emocional”.
Mientras hablamos por Zoom, y sin dejar de dibujar, me cuenta que hoy el foco de su trabajo está en la portada de Viaje vegetal, un libro en el que lleva trabajando, junto a la periodista Vivian Lavín y a la botánica y escritora Josefina Hepp, un par de años. “Es un libro precioso sobre plantas, inspirado en los viajes de las mujeres victorianas; es lo más lindo que he hecho hasta ahora. Ha sido una experiencia nueva y un tremendo trabajo que resultó en un maravilloso viaje a la naturaleza, en el que quisimos combinar arte y ciencia.
Rigurosa, autoexigente, de trazos delicados, dice que el estilo de un artista tiene mucho que ver con la evolución que tenga uno con el dibujo y el crecimiento personal. “Al principio quieres hacer de todo, pero quizá no tienes las habilidades para lograrlo. La experiencia del camino recorrido, te ayuda a abarcar cosas más distintas. Con el tiempo uno igual va teniendo un sello que está presente aunque ocupes distintas técnicas”.
¿Cuál es ese sello?
Últimamente, la mezcla entre realidad y fantasía. El mundo onírico. Me gusta mucho esa mixtura de seres fantasiosos que están dentro de la naturaleza. Y la acuarela es un sello en el que he estado trabajando hace ya algún tiempo. Es una técnica que me acomoda mucho; además, la acuarela es un material orgánico, que respeta mucho el blanco del papel, aporta frescura y permite trabajar por capas.
LITERATURA ILUSTRADA
Sin saber que terminaría haciendo ilustraciones, María José egresó de arquitectura, pero antes, estudió diseño teatral un par de años. “Cuando chica me encantaba dibujar, pero dibujaba raro, eran monos cabezones, cero proporción, pero tenía mucha imaginación y me gustaba mucho escribir y leer. De hecho, hubo un minuto en que tuve que elegir entre letras y arquitectura”.
¿Por qué ilustración?
La ilustración abarca dos mundos que me fascinan: dibujo y literatura. En esa época no existía la carrera de ilustrador, más bien eran artistas que diseñaban libros. Después de hacer algunos cursos y diplomados, me gané una pasantía para hacer un curso de edición para literatura infantil y juvenil en la Universidad Autónoma de Barcelona. En los dos años que estuve allá aprendí muchísimo, tuve clases con ilustradores catalanes muy buenos.
¿Qué soportes usas?
Depende del proyecto, lápiz de color, plumón, grafito, técnica mixta, tinta. Por ejemplo, el libro de naturaleza que estoy terminando ahora está hecho en papel de algodón con ilustraciones ciento por ciento de acuarela.
¿Qué te inspira?
La naturaleza, otros ilustradores, los libros, documentales, fotografías, retratos, situaciones cotidianas que por alguna razón se te quedan grabadas.
¿Quiénes son tus referentes?
Me gustan mucho los ilustradores Olaf Hajek, Kitty Crowther y Dusan Kállay. También las grandes viajeras naturistas de la época victoriana inglesa que recorrían el Amazonas ilustrando especies, como Marianne North o Margaret Mead. En literatura, el libro de Alicia en el país de las maravillas era mi referente máximo cuando era chica y el de Alexander Humboldt y sus recorridos por el mundo es, simplemente, alucinante.
La naturaleza cruza la obra de esta artista. “Siempre hay algo escondido en el paisaje que invita a cuidarla, a respetarla, y a transmitirla como mensaje. Viaje vegetal tiene que ver con eso, en cómo volver a cuidarla”.
De todos los libros que has ilustrado, ¿alguno se ha convertido en tu favorito?
Hay libros que he hecho mucho más emocionantes que otros, que han sido más comerciales. Hace muy poco se presentó online el libro de la escritora uruguaya Claudia Amengual que ilustré, fue un lindo viaje el que hice con ese trabajo.
¿Qué hay de los tuyos?
Los propios son los que te provocan más susto, y en los que siempre me voy a sentir expuesta. No solo ilustro libros infantiles, también me gusta escribirlos, aunque escribir para niños es difícil, porque como son libros que tienen poco texto, debes encontrar las palabras precisas”.
¿Qué es la ilustración para ti?
Una gran herramienta de comunicación visual. El gran papel de los ilustradores es ser un buen comunicador. Yo creo que ahí está la diferencia con los artistas.
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