Su juventud transcurrió entre viajes, películas y modelaje, gracias a la fama que heredó de su tía Gloria Díaz, famosa en su Filipinas natal por haber sido Miss Universo y tener una prolífica carrera como actriz. Pero algo en él le hacía sentir que no era suficiente y que había otras formas de buscar la felicidad. Así, se convirtió en uno de los emprendedores sociales más destacados a nivel mundial, gracias a proyectos simples y prácticos y, sobre todo, a su gran capacidad de sumar voluntades en beneficio de comunidades olvidadas por el sistema.
Por Catalina Aparicio/ Fotografías Rodrigo Herrera y Litro de Luz Chile
Es uno de los rostros del ecosistema de la sustentabilidad en el mundo. Aunque dejó su carrera como modelo hace más de veinte años, su sonrisa sigue siendo el gancho preciso para atraer la atención de quienes creen que la economía verde es la verdadera gran revolución. Illac Angelo Díaz nació en Filipinas, en el seno de una familia italiana adinerada, lo que le permitió crecer sin ningún tipo de preocupaciones. Estudió publicidad y, luego, un máster de emprendimiento en el Asian Institute of Management, lo que fue mostrándole un nuevo camino: trabajar por los demás podría darle tantas o más satisfacciones que un trabajo tradicional.
Su primer proyecto surgió al ver a miles de marineros, uno de los trabajos más comunes en su país, haciendo eternas filas para conseguir su próximo trabajo. Mientras esto ocurría, no tenían acceso a alojamientos, lo que provocaba graves condiciones de hacinamiento. Así surgió “Pier One Seafarer’s Dormitory”, donde además de un espacio digno, se ofrecían otros trabajos y capacitaciones en finanzas personales. Esta idea derivó en la creación del proyecto Centro Migrante, donde los propios usuarios aportan con sus conocimientos para mejorar la infraestructura en común.
Illac ya estaba decido a dedicarse tiempo completo a concretar sus ideas y, en 2005, estudió arquitectura alternativa y planeamiento urbano en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Luego, nació “My Shelter Foundation”, con el objetivo de entregar soluciones a la falta de viviendas mediante construcciones alternativas, haciendo casas con materiales sostenibles y reciclables como bambú, neumáticos y hasta papel. Fue allí adonde conoció las “botellas-lámpara” idea original del mecánico brasileño, Alfredo Moser.
Siguiendo el «método Moser», MyShelter empezó a utilizar las lámparas en junio de 2011. En Filipinas, donde un cuarto de la población vive en pobreza extrema (ganando US$1 al día), y la electricidad es particularmente cara, la idea ha sido muy exitosa. ¿Cómo funciona? Por refracción de luz solar, tan simple como llenar una botella plástica con agua y ubicarla estratégicamente.
LITRO DE LUZ
Para Illac Díaz este simple invento cambiará la vida de millones de personas. Y no es una exageración considerando que Liter of Light ya está presente en más de veinticinco países, incluido Chile, donde mantiene proyectos en cinco regiones.
«Alfredo Moser ha cambiado la vida de una gran cantidad de personas, creo que para siempre», declara Díaz.
¿Cómo llevas este proyecto al mundo Illac?
En cada país existen embajadores y voluntarios que trabajan en torno a los proyectos de iluminación. La idea es empoderar a las comunidades para ejecutar sus propias soluciones, a partir de esta idea.
Si bien las lámparas de botellas fueron creadas por Moser, tú has llevado esta iniciativa al mundo, ¿cómo empezaron con Litro de Luz?
Un Litro de Luz comenzó con un carpintero y una lámpara solar de botella instalados en San Pedro, en Filipinas, durante abril de 2011. Ya estábamos con el tema de las viviendas y teníamos esta complicación de cómo iluminar, pues cuando se vive en extrema pobreza, cualquier costo, por mínimo que sea, se vuelve insostenible. Por eso fue increíble encontrar esta idea y compartirla en la mayor cantidad de países que sea posible.
¿Necesitan tutoriales o algo quienes quieran implementar este sistema?
Este es un programa de código abierto y del estilo ‘hágalo usted mismo’ que podría ser fácilmente replicado por cualquier persona alrededor del mundo utilizando materiales disponibles y con habilidades básicas de carpintería o electrónica.
En lugar de depender de tecnologías de gran escala, importadas o patentadas, el proyecto buscó crear un movimiento de iluminación ‘verde’, comenzando por el principio de que cualquiera puede y debe convertirse en un ingeniero solar.
¿Cómo han difundido este proyecto?
Las plataformas digitales han sido de gran ayuda. El uso de redes sociales tales como Facebook para consultas y comunicación sobre el proyecto, tutoriales de video en línea y lo fácil de esta tecnología permitieron que el concepto de Litro de Luz se dispersara a través del mundo. Apenas veinte meses después de su nacimiento, Litro de Luz se había convertido en un movimiento global, beneficiando a más de ciento cincuenta mil familias en las Filipinas y más de trescientos hogares en quince países.
BARCO DE LA PAZ
Illac es miembro de Mason en Harvard Kennedy School of Government y dentro de sus reconocimientos internacionales destacan el ser elegido como uno de los Jóvenes Líderes Globales del Foro Económico Mundial 2008, mismo premio que recibió de Jaycees International en 2006 y el haber sido seleccionado como empresario de innovación de Ernst and Young para 2006. También ganó el premio Green Carpet de Harvard.
En paralelo, Litro de Luz ha sido reconocido por la ONU y recibido el Premio St. Andrews para el Medio Ambiente 2016, el Premio Zayed Future Energy de 2015, el Premio Mundial de Hábitat 2014-2015 y el Edison Award en 2019.
Además, a principios de este año, el representante de Litro de Luz se embarcó en un viaje de cien días alrededor del mundo con Peace Boat, una organización internacional no gubernamental y sin fines de lucro, con sede en Japón, que trabaja para promover la paz, los derechos humanos, el desarrollo igualitario y sostenible y el respeto por el medio ambiente.
¿Qué representa este viaje del Barco de la Paz?
El viaje del Barco de La Paz es, en muchos aspectos, la confirmación del posicionamiento y la trayectoria de Litro de Luz y de su misión de ayudar a empoderar a las comunidades que no tienen acceso a la electricidad. Este movimiento social que se inició con una comunidad en Filipinas, hoy en día se proyecta a nivel mundial, sobre todo porque cuenta con el apoyo de varios socios internacionales, como es el Peace Boat, y el entusiasmo y liderazgo de jóvenes líderes como los tenemos en Litro de Luz Chile. El viaje representa esperanza, el espíritu explorador. Lo más importante es la idea que uno puede hacer el bien mientras conoce el mundo.
¿Por qué decidiste unirte a ellos?
Peace Boat tiene una historia establecida en llevar a cabo viajes alrededor del mundo para educar a los jóvenes y todos sus pasajeros sobre temas de sostenibilidad. Lo han hecho por treinta y cinco años. En este centésimo viaje, nos pareció el tiempo perfecto para unirnos en un proyecto que cumple con ambas misiones: educar, enseñar y plantar semillas que pueden ayudar a transformar el mundo en un lugar más sostenible.
¿Cuál fue tu misión a bordo?
Llevamos talleres de capacitación a todos los pasajeros del barco y hasta de la tripulación que se quiere sumar al proyecto. La meta consiste en construir simples circuitos para iluminar los hogares, semáforos para iluminación pública y cargadores de móviles que se pueden usar en las comunidades vecinas a los puertos en donde vamos a desembarcar. Además, llevar estos circuitos para capacitar a las comunidades que no tienen acceso a la electricidad, creando así oportunidades para microempresas o de trabajo.
¿Cómo ha sido la experiencia hasta hoy?
El entusiasmo de todas las personas que hemos conocido a lo largo del viaje ha sido increíble. Tenemos a voluntarios del barco que eran ingenieros y que, recién jubilados, han encontrado una forma de aportar sus conocimientos y usarlos para bien. Después de nuestra primera oportunidad de presentar un Litro de Luz a los pasajeros del barco, tuvimos más de doscientos voluntarios que querían sumarse al proyecto. ¡Y eso fue solo después de nuestra primera charla!
¿Cuántos destinos fueron en total?
Estuvimos en diecinueve puertos en diecinueve diferentes países, que van desde China, Singapur, las islas de Reunión, Mauritius, Madagascar, Sudáfrica, Namibia, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Rapa Nui, Tahití y Samoa en camino a Yokohama, Japón, nuestro origen y también destino final.
En los puertos se hicieron capacitaciones de iluminación de las comunidades vecinas que no tienen acceso a la electricidad, en una mágica oportunidad para compartir experiencias y también de cocrear soluciones para uno de los más graves problemas que afecta a más mil millones de personas alrededor del mundo.
Este es un programa de código abierto y del estilo ‘hágalo usted mismo’ que podría ser fácilmente replicado por cualquier persona alrededor del mundo utilizando materiales disponibles y con habilidades básicas de carpintería o electrónica.
Litro de Luz ha sido reconocido por la ONU y recibido el Premio St. Andrews para el Medio Ambiente 2016, el Premio Zayed Future Energy de 2015, el Premio Mundial de Hábitat 2014-2015 y el Edison Award en 2019.