Late! es la primera y única empresa chilena que dona el cien por ciento de sus utilidades a fundaciones. Comenzaron vendiendo agua y leche, y después de diez años, de éxitos y dificultades, agregaron distintos artículos básicos como papel higiénico, lavalozas, detergentes, limpiadores, entre otros. El modelo de negocios de su creador, Pedro Traverso, es digno de imitar.
Por María Inés Manzo C. / Fotografía gentileza de Late! (www.late.cl)
Casi mil millones de donaciones a fundaciones que apoyan a las personas más vulnerables de nuestro país es la cifra que lleva hasta la fecha Late!, empresa chilena —fundada el 2008— que le dio un giro totalmente solidario a sus utilidades. Parte de empresas B, desde el 2012, fue certificada como Best For B The World Corporation 2018.
Los medios de comunicación hablan de Late! como la primera empresa social de Chile y, cómo no, si fueron contra la corriente del sistema, sin letra chica, en la búsqueda de una economía más justa y humana. La idea originalmente comenzó en el año 2003, cuando Pedro Traverso acababa de terminar un máster en ingeniería industrial de la Universidad de California, Estados Unidos, y buscaba cómo compatibilizar el mundo empresarial con el social.
“Siempre he estado muy conectado a lo social, trabajando como voluntario en algunas fundaciones y también como consultor, asesorando a otras empresas para que comenzaran a hacer cambios en esa línea. Además tenía esta disyuntiva en mi cabeza de cómo usar este ‘instrumento empresarial’, para hacer algo que realmente tuviera un impacto en la sociedad y generar recursos para quienes más lo necesitan. Tengo un gran interés por el tema de los sistemas, cómo nos organizamos y el rol fundamental de los ciudadanos. Son los consumidores quienes deciden. Es decir, si una empresa está haciendo las cosas bien, pueden premiarla escogiendo sus productos, pero si tiene malas prácticas pueden, incluso, hasta sacarla del mercado”, cuenta Pedro Traverso, fundador y gerente general de Late!, elegido el 2015 como el “Emprendedor social del año” por la Revista El Sábado y la Fundación Schwab del Foro Económico Mundial.
“A nivel global no nos hemos dado cuenta, pero como ciudadanos tenemos el poder de escoger a las empresas que son realmente responsables y si empezamos a movernos en esa línea habrán cambios profundos. Incluso si las empresas ven que las han dejado de lado, estarán obligados a cambiar completamente. Lo fundamental es no caer en la violencia, ni en las protestas sin sentido, menos en los saqueos que no llevan a nada más que a destrucción. Un ejemplo concreto es que como Late! tenemos menos del uno por ciento del mercado del agua y ya hemos donado casi mil millones de pesos, no es difícil imaginar qué pasaría si hubiera más como nosotros”.
AGENTES DE CAMBIO
“Si bien no conozco a otra empresa que done todas sus utilidades, que esté operando ahora, en nuestros más de diez años ha habido hartos interesados y hemos ayudado a muchas empresas y emprendimientos que están en proceso de hacer algo parecido. Cuando partimos la gente no podía creer que queríamos entregarlo todo, incluso nos motivaban a donar sólo un ochenta por ciento o menos. Pero el tema es que nuestro incentivo no es ganar plata, preferimos que nos reconozcan por ser agentes de cambio, por promover un aporte social y con eso somos felices”.
¿Cómo funciona el modelo?
Late! funciona en forma similar a cualquier otra empresa comercial. La diferencia es que las utilidades generadas son entregadas en su totalidad a proyectos sociales concretos, en vez de ser retiradas por los socios de la empresa.
Hace diez años esto era impensado…
Y aún lo sigue siendo… los griegos siempre hablaban de la importancia de la virtud y hoy estamos viendo un fenómeno donde mucha gente tiene esa inquietud, de ser un aporte, de tener el valor de proponer cosas nuevas. Antes, cuando ibas a postular a un trabajo, preguntabas cuál es el sueldo, pero las nuevas generaciones están más interesadas en cómo vamos a cambiar el mundo. Así han aparecido muchas empresas sustentables o que son un aporte para la sociedad. Eso es esperanzador para la humanidad.
¿Por qué deciden comercializar productos como agua y papel higiénico que son tan competitivos?
Nuestra apuesta es desarrollar la marca en distintos productos básicos, elaborados de buena calidad y a un precio razonable, donde si bien hay harta competencia el valor social es el diferenciador. Al escoger un producto Late! estás beneficiando a otra persona que realmente lo necesita. Nuestra hipótesis es que el factor social es un gatillante importante para el consumidor.
ECONOMÍA CIRCULAR SOLIDARIA
Agua (botellas, botellones y dispensadores), papel (papel higiénico y toallas absorbentes), línea hogar (detergente orgánico, limpiador multiuso, lavalozas biodegradable), línea industrial (sabanillas médicas, toalla interfoliada) y poleras, son parte de los productos que pueden comprar las empresas o personas naturales a través de su web www.late.cl. Ahí mismo podrán decidir a qué fundación irá su dinero y luego ver las donaciones a través de la sección de transparencia.
Con productos biodegradables, reutilizables y recargables, no sólo están comprometidos con el medio ambiente, sino que fomentan la economía circular solidaria. “Tenemos nuestra propia logística y camiones de reparto. Es decir, dejamos y retiramos, a las casas o empresas, nuestros envases en el mismo momento. Además, reciclamos todos los conos de papel higiénico y los envoltorios plásticos. La gente se ha dado cuenta de que hay una posibilidad enorme de no generar basura y nos están prefiriendo”.
¿Cómo se fueron asesorando en la línea hogar?
Fue un proceso bien largo de búsqueda de proveedores y de fórmulas y al final llegamos a los correctos. Con el DICTUC (Laboratorio de Ensayos Dinámicos de la Universidad Católica) validamos las capacidades de lavado y la biodegradabilidad; y obtuvimos todas las certificaciones para que fuera seguro y cumpliera con los compromisos. Tras dos años estamos muy orgullosos, hoy tenemos el segundo detergente ciento por ciento orgánico de Chile. Y ya estamos en el desarrollo de nuevos productos que pueden ir desde pañales y cereales a comida para perros.
ELIGE BIEN
“Una de las sorpresas que tuvimos cuando partimos es que en Chile tú no puedes donar todas tus utilidades, sólo está permitido hasta el cinco por ciento. La única alternativa es retirar como persona natural y pagar los impuestos. Así armamos la Fundación Elige Bien, que es la dueña de la empresa. Entonces la fundación saca las utilidades de la Late! y las transfiere a otras fundaciones vía convenio”.
Ustedes trabajan con la Comunidad de Organizaciones Solidarias…
Sí, y es fantástico porque son ellos quienes deciden a qué fundaciones podemos donar y que estén cumpliendo con todas las normas financieras y de transparencia. Para muchas fundaciones nos hemos transformado en un instrumento adicional de financiamiento; hasta la fecha hemos llegado a más de cuarenta instituciones de distintas áreas. Partimos con temas vinculados a niños, pero nos dimos cuenta de las grandes necesidades en otras áreas.
¿Qué fundaciones te han marcado?
Muchísimas, pero particularmente recuerdo con mucho cariño a la primera, que fue la Fundación San José, que recoge niños abandonados y en proceso de adopción. Hacen una pega increíble y con un nivel extraordinario. Otra con la que tenemos una estrecha relación es con la Fundación Nuestros Hijos, que acoge a familias con niños con cáncer.
¿Cómo les han afectado las últimas crisis del país?
Nos ha pegado fuerte, porque el setenta por ciento de nuestras ventas era por el canal empresas, que se fue por el suelo, ya que también ellos están en números rojos. Por suerte el canal hogar durante la pandemia ha subido en un cincuenta por ciento. Pero en términos porcentuales estamos complicados, no sabemos sin podrán retomar más adelante y eso quiere decir que algunas fundaciones no están recibiendo nuestro ingreso. Pero tenemos la esperanza de que vamos a salir, y a pesar de que nos quedamos con los “crespos hechos” en la COP25 —íbamos a participar como el agua oficial—, logramos pararnos. La clave es salir de esta crisis con una lección, pues ya no podemos volver a lo que teníamos. Hay que replantearse y reinventarse… estos meses traumáticos no pueden ser en vano. Como primicia nosotros ya estamos haciendo un cambio de imagen, e-commerce, más los nuevos lanzamientos.
¿El retail les ha cerrado las puertas?
Sí, en general es un negociado muy complejo, llevo años golpeando puertas en los supermercados. No los culpo, es su negocio, pero la respuesta siempre es que ellos venden productos para ganar dinero o que la gente pida. El único que se ha puesto la camiseta solidaria es Sodimac, que vende nuestras aguas en sus cajas de pago, y hemos logrado importantes donaciones para Techo y Fundación Nuestros Hijos. Todo lo demás se vende online porque no tenemos tienda física. Por eso es tan importante que la gente nos busque y nos prefiera para hacernos más conocidos. Agradecemos muchísimo a nuestra clientela fiel que sabe nuestro trasfondo social y que se pone la mano en el corazón. Esperamos pronto ver más propuestas como las de Late!