A la cabeza de su propio estudio de diseño, Francesca busca crear espacios únicos y vibrantes, que sean el fiel reflejo de quienes los habitan. “Acá no hay reglas. Hay mucho de sicología en mis asesorías, observar las dinámicas familiares, conocer a las personas que van a vivir ahí”.
Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza entrevistada
Para Francesca, el living comedor es el espacio favorito de su casa. Un espacio alegre y vibrante, que a su vez produce una sensación de tranquilidad y pertenencia. Vestido de verde, turquesa y berenjena, es el lugar donde están los recuerdos familiares. Donde están los viajes transformados en adornos, como el florero art déco, herencia de sus bisabuelos cuando vivían en Berlín, o el juego de té de plata, de su abuela materna.
“Me encanta porque reúne todos los colores que me fascinan, está lleno de detalles, de experiencias, de cosas que he ido comprando en mis viajes, mis tesoros”, cuenta. “La luz del día va cambiando y se convierte en un espacio muy dinámico porque van apareciendo distintas tonalidades en los papeles murales, brillos diferentes. Todo ese viaje del día en el reflejo de cada objeto, de cada textura, de cada patrón, es muy bonito si te fijas en esos detalles”.
Diseñadora industrial y con un máster en Diseño de Interiores en Milán, dice que su color favorito es el verde, que las flores frescas nunca deben faltar en una casa y que siempre le llamó la atención el interiorismo de los autos, los barcos y los yates.
¿Qué te dejó Milán?
Conocí Milán cuando estaba en el colegio y me volví loca. Una ciudad preciosa, con una historia enorme relacionada con los grandes movimientos del diseño. Si bien hay excelentes diseñadores escandinavos, ingleses, alemanes, siempre me gustó el diseño italiano, tal vez por un tema familiar.
Cuando volvió a viajar, esta vez a hacer el máster, se empapó del ritmo de la ciudad industrial, de su historia centrada en el diseño y cómo este se aplica en la vía pública, en las tiendas, en las galerías y exhibiciones. “Aprendí a entrenar el ojo recorriendo la ciudad, a vivirla. Todo está a la vanguardia del diseño”.
¿Qué papel juega el arte en la decoración?
Más que un papel, el arte es parte de la decoración. No puedes hablar de decoración sin hablar de arte, de diseño, de arquitectura. Para decorar usas telas, papeles murales, alfombras, adornos, y la gran mayoría de estos elementos fueron diseñados por artistas que han hecho colecciones increíbles. Arte es mucho más que un cuadro. Muchísimo más.
¿Cuál es la importancia del color a la hora de vestir espacios?
No es obligación usar color, creo que es súper personal y emocional. Son tantas las historias que hay detrás que yo no puedo obligar a una persona que elija tres colores para su living, o que lo haga en tonos neutros. Me gusta guiar al cliente a que se conozca a sí mismo y que juntos logremos llegar a una paleta de colores con los que se identifique. La importancia del color es absoluta en función de lo feliz y lo grato que te haga sentir. Aquí no hay reglas.
¿Qué te inspira?
Los viajes. Me inspira lo estético, ver cómo la gente vive en otros lugares, la cultura, la historia, la música, me inspira todo lo que sea sensorial. El abrir tu mente a otros lugares y hacer tu propia interpretación. Por eso me gusta tanto viajar, creo que es la mejor escuela de la vida.
¿Cuál ha sido el proyecto más desafiante?
Un departamento en Milán. Tuve la suerte de que mi cliente me diera libertad absoluta. El resultado fue tan increíble que ahora estoy haciendo otro proyecto para él en Francia.
UN REFUGIO
“Mi segunda hija nació el 16 de febrero del año pasado. Me pasé la pandemia encerrada con mi guagua. Soy muy activa e independiente, pero en ese momento la casa se transformó en un refugio. Fue un regalo de tranquilidad que nunca esperé tener, un regalo del cielo, a pesar de todo lo que estaba pasando”.
¿Qué hace que un diseño permanezca en la memoria?
Tiene que ser un diseño atemporal. Cuando las cosas son muy moda, muy copia, sin alma, sin identidad, desaparecen rápido. Creo firmemente en la permanencia de los espacios que decoras. Cuando tienes un sello, cuando haces una propuesta de diseño con elementos clásicos, materiales nobles, y buenos muebles, permanece en el tiempo.
¿Cuáles son los imprescindibles a la hora de decorar un espacio?
Depende de cada persona, pero para mí los papeles murales, las cortinas y las alfombras son como el bastidor de un espacio. Cuando lo tienes bien resuelto en cuanto a muros, pisos y ventanas, el resto tiene su lugar bien armado.
¿Qué papel les das a plantas y flores?
Un papel protagónico, me encantan, pero que sean naturales. La vida y la energía que generan en los espacios es irremplazable. Soy partidaria de tener siempre un ramito de flores frescas en casa.
¿Cómo debiera ser la decoración en espacios pequeños?
Atrevida. Me encanta decorar espacios chicos porque son muy desafiantes. Hay técnicas y formas de trabajarlos para darles amplitud, incluso con colores oscuros, como el uso de repisas y mobiliario aéreo y una buena iluminación. Crear espacios fuera de lo tradicional tiene mucha más onda.
¿Qué viene en materia decorativa?
La mezcla es todo. El acento en pavimentos y muros como lienzos mucho más trabajados es la base del éxito de un espacio. Formas sinuosas en mobiliarios con aires de diseño de los años ochenta en sus líneas, decoración en tonos neutros con puntos de color en muebles, adornos y piezas de arte muy intensos, como el amarillo, escogido el color del año por Pantone.
¿Quiénes son tus referentes?
Mis referentes son artistas, escultores, decoradores, arquitectos, interioristas. No tengo un gurú de la decoración, pero me inspira la gente que se ha atrevido, que va un paso más allá sin importar el qué dirán. Con buen gusto y resultados que tengan conceptos potentes. Hoy en día con las redes sociales, con Instagram y Pinterest, es súper entretenido vitrinear un poco y conocer personas que de otra manera hubiera sido imposible.
¿Cuál es tu estilo?
No sé si ponerle un nombre, es ecléctico, tiene una mezcla de elementos clásicos, antiguos, con diseños de otras épocas, pero con elementos más contemporáneos. Me gusta que mis proyectos tengan un sello elegante, que se vean atemporales, que permanezcan en el tiempo. Siento que mi estilo es bastante europeo con proyectos con propuestas distintas, colores y mucha mezcla.
