Por estos días se encuentra abierta al público su tercera exposición individual en el Palacio Vergara titulada Una flor única en el mundo: El principito a través del grabado y que está inspirada en el libro homónimo de Saint-Exúpery. En dieciséis grabados su mensaje apunta a lo esencial de las cosas. “Espero que esta muestra llegue al corazón de las personas, y que resuene tanto como lo hizo en mí. Ese es mi sentido”.
Por Macarena Ríos R./ Fotografías Javiera Díaz de Valdés y gentileza entrevistada.
Silvana nació en Ovalle y estudió Educación Parvularia. Sin embargo, su vocación por la creación la impulsó a participar en diferentes talleres en los que fue adquiriendo sus primeras nociones de pintura.
Dice que ahora, viéndolo en retrospectiva, siempre fue el arte, “desde chiquitita fue mi pasión, siempre estuvo presente en mi vida. Es como si tuviera un fuego interno que me pedía poner manos a la obra, que no se puede obviar, porque simplemente nace”.
Después de transitar varios años de manera autodidacta tomando diversos talleres, el 2017 se integra al grupo de grabadores de Casaplan, en Valparaíso. Esa decisión le cambió la vida. “Ahí descubrí el grabado y me enamoré de todo: del lugar, del proceso, del taller, de las tintas, del ácido, de las texturas con el metal, del momento final en la prensa, descubrir la obra que te deja sin palabras. Un mundo absolutamente fascinante”.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas en Valparaíso, Santiago, Sao Paulo y Miami, entre otras. En el 2019, montó su primera exposición individual Revelaciones en la galería Casaplan y, en octubre del mismo año, Gesto inconcluso en la Sala Codar de Reñaca. Un año después, recibió el premio ‘’Rafael Mies’’, pintura in situ ‘’Valparaíso Surreal’’, organizado por la asociación de pintores y escultores de Chile (APECH) y el 2021 una de sus obras fue seleccionada en el concurso de grabado “Palestina libre” y exhibida en la embajada chilena de Buenos Aires, y posteriormente enviada a Palestina como un aporte para la causa de ese pueblo.
¿Cómo es tu proceso creativo?
El proceso creativo depende mucho del ánimo. A veces llegas al taller con la mente en blanco, sin nada concebido y te encuentras con el metal y aparecen rayas y sombras y comienza la creatividad. A veces llego al taller y hago monotipias, preparo el color y me encanta como quedan. Para mí el arte es trabajo.
En su taller trabaja con metal, tintas, solventes, aceite, barnices, papel. “Esos son los materiales fundamentales”. Y por lo general, en sus pinturas usa el óleo, “encuentro que le da un aspecto más lindo a la obra”.
¿Tienes referentes?
Vincent Van Gogh, su obra es una maravilla, me llega al alma. Es de un detalle y una autenticidad total y absoluta. Hay un cariño y un amor a su obra que se nota en cada pincelada. Me conmueve su obra y él, con su tristeza y su melancolía. El otro artista que descubrí hace poco —gracias a mi profesor de grabado, Roberto Acosta, a quien estimo mucho—, es Nicolás de Staël. Me encanta cómo maneja los fondos, el color y las perspectivas, así como el impacto y la síntesis que logra con ellas.
“Admiro a todos los artistas, en particular a todos quienes toman esto como una profesión, con seriedad y disciplina. El arte es algo muy grande, un estilo de vida que te cubre entero como si llevaras un manto que no te puedes sacar. Necesita de mucho trabajo, constancia y disciplina”.
Me gustaría pintar como lo hacían los impresionistas, manejar más la luz, la sombra y el dibujo en perspectiva. Uno nunca termina de crecer. Es una alegría cuando alguien adquiere una obra mía y quedan felices. Me llena el alma y es una gran satisfacción.
¿Algún desafío personal?
Me encantaría formar un taller para niños y ayudarlos a encontrar su propio mundo. Me encanta enseñar.
¿Qué se siente al exponer?
Una mezcla de miedo y felicidad. Uno se expone a través de la obra y eso da pudor e incertidumbre, es un salto al vacío, pero hay que darlo, hay que crecer y creer que uno puede.
¿Qué se necesita para emprender?
Amar lo que uno hace, eso es fundamental, y poner manos a la obra con pasión infinita, como lo hizo Coco Chanel, que decía que el único motor, la única guía y el único norte que tenía era la pasión. Cuando uno ama lo que hace la pasión se apodera de ti y puedes hacer que los sueños se cumplan.
¿Qué mensaje quieres entregar con esta exposición?
Son dieciséis grabados y cada uno tiene una leyenda. Si tuviera que resumir todos los grabados y encontrar un solo mensaje yo creo que sería que nada tiene sentido si no tenemos lo esencial. El principito es un libro que me fascina y me identifica mucho. Espero que esta exposición llegue al corazón de las personas, y que resuene en las personas tanto como lo hizo en mí. Ese es mi sentido.
@silvanayagnam_grabados