La vida de un emprendedor está llena de desafíos, momentos de altos y bajos, y las crisis no están ausentes en su camino. La adrenalina que conlleva tomar un desafío tan demandante como lo es ser emprendedor es constante.
Como emprendedores, estamos creciendo a nivel personal y también impactamos en el resto del equipo que confía en nuestros proyectos. Es una responsabilidad muy positiva, y vale la pena luchar por ella.
Chile actualmente está pasando por un periodo muy difícil, en que el estallido social que busca mejoras en la calidad de vida de la sociedad chilena, ha repercutido en todos, de una u otra forma. Lamentablemente, por los condenables hechos de violencia, han desaparecido años de trabajo, inversiones, ahorros familiares, en locales destruidos o saqueados, por nombrar algunos dolores. Para enfrentar estas situaciones necesitamos de mucha fuerza mental y positiva, porque si no aflora la energía que caracteriza a los emprendedores, no podremos levantar nuestros proyectos y salir de la crisis. Ahora más que nunca necesitamos ver la realidad desde otro ángulo.
La resiliencia en estos momentos es clave. Encontrar fuerza en la adversidad y utilizarla para fortalecernos no es tarea fácil. Pero tampoco es imposible. Hay que planificar una ruta de reconstrucción y trabajar en ella, ver en qué puntos se puede avanzar e ir armando poco a poco. También es importante ser estratégico y tener la suficiente visión para reinventarse. Es altamente positivo realizar el ejercicio de replantear nuevos objetivos, nuevas metas y nuevos modelos de negocios de ser necesario.
Por otro lado, hay que investigar cuáles son los fondos a los que las pymes afectadas pueden acceder y cuáles son las iniciativas de gobierno para ayudar a los que más lo necesitan. También se puede chequear las iniciativas que ASECH está apoyando para darle una mano a los emprendedores, revisar los beneficios tributarios, estar atentos a aquellas empresas que han puesto de su parte pagando a treinta días, o incluso, algunas mucho antes del tiempo acordado, como una forma de ayudar a que otras pymes puedan solventar sus gastos rápidamente. Sepan que no están solos y que este es un nuevo desafío en su carrera como emprendedores.
Sabemos que no será fácil, pero es necesario y justo volver a ponerse de pie y trabajar por nuestros sueños. No dejemos que esto nos arrebate las ganas de seguir creciendo y generando empleo. Trabajemos para levantarnos, esforcémonos para recuperarnos. Y, por favor, que todos los emprendedores de Chile sepan que somos como una gran familia. ¡Arriba las pymes!