Planeta animal

La capacidad que tiene Rodrigo Moraga de leer a los animales es infinita. Tal vez por eso se ha especializado en ese tipo de fotografía. Intrépida, ágil, intuitiva, esa que vuelve a enarbolar nuestra capacidad de asombro. Gorilas en Ruanda, tigres en India, osos en Alaska, pumas en la Patagonia, la lista de animales que ha inmortalizado es larga. “Busco que la foto inspire, que emocione, que te lleve a aventurarte en ella, a recorrerla”.

Por Macarena Ríos R./ Fotografía gentileza Rodrigo Moraga Z.

“La fotografía es mi energía de vida. Me ha regalado momentos maravillosos, que atesoro en lo más profundo de mi memoria. Lograr captar un momento hoy es fácil; la gracia es conmover y eso hace la diferencia. Si una imagen te inspira, te emociona o te lleva a una aventura es una gran foto.

Desde muy pequeño, la cámara de fotos comenzó a ser una compañera inseparable. Mis padres me regalaron una cámara de video y nunca más la solté. En esa época me dediqué a grabar insectos y todo lo que se movía. Cuando salí del colegio estudié Biología Marina. Quería salir de lo tradicional y estar cerca de la naturaleza. Siempre me gustaron las ballenas y los delfines. Siempre. Pero cuando vi la película Azul profundo me cautivaron aún más.

Mi interés por los cetáceos me llevó a hacer una pasantía en Estados Unidos. Allá aprendí la metodología de foto identificación de las aletas de los delfines, y la fotografía pasó a ser una herramienta esencial.

Una vez que regresé a Chile, con unos amigos creamos una ONG y por nueve años ininterrumpidos viajamos a Punta de Choros e Isla Damas a bucear con ballenas y delfines.

Fue en uno de esos viajes, en una expedición mar afuera, en Chañaral, que aparecieron unos delfines lisos, una especie muy complicada de ver. Le pedí a alguien que me amarrara a la proa con un arnés, y me estiré hacia adelante con un gran angular.

Fue un avistamiento muy interesante y en su época, una fotografía muy comentada, tanto por la escasez de registro de esta raza de delfín, como por la foto en sí. Así comenzó todo.

FAUNA SALVAJE

Me especialicé en fauna porque soy un testarudo y me encantan los desafíos. Y la fauna no es fácil. Por eso me gusta, porque es difícil de fotografiar.

Me encanta mostrar a los animales en su ambiente, rodeados de su hábitat. Me gusta retratarlos en la inmensidad de la naturaleza, más que hacer una imagen de ellos. Busco que la foto inspire, que emocione, que te lleve a aventurarte en la imagen, a recorrerla, eso me gusta.

Una de las fotografías más lindas que he subido en este último tiempo es la de un puma con las Torres del Paine de fondo. Intuí que se iba a parar en ese peñasco, lo vi como una gran posibilidad. Tener la capacidad de leer a los animales, el ambiente de la naturaleza, es impagable y es, en gran medida, fruto de años de experiencia. Hay que saber leer momentos. Eso es clave.

Las fotos de pumas son complicadas porque estás frente a un animal salvaje. Hay que estar siempre atentos y saber visualizar, adelantarse a los sucesos.

Mi cámara me ha llevado a lugares increíbles. Malvinas, Alaska, Sudáfrica, India. Y casi todo Chile. Ver a los gorilas en Ruanda ha sido una de las cosas más lindas que he vivido. Fotografiar los osos en Alaska fue maravilloso. La Antártica es de los lugares más hermosos que hay, llevo más de doce años yendo al continente blanco como guía. Soy el que lleva todo el programa de fotografía de la empresa Antártica 21.

CAPACIDAD DE ASOMBRO

Busco que mi fotografía emocione, busco hacer vivas las imágenes, que no sea un momento que se congele, sino que la foto continúe, que invite a imaginarse todo lo que está pasando en el momento.

A pesar de que uno no se hace millonario con esto, la vida que tengo es incomparable. Viajar constantemente, tener un hijo que está siempre en el jardín buscando bichitos, emocionándose con las aves sin estar pegado al teléfono jugando, ya es un regalo y tiene que ver mucho con la educación que le damos con mi señora y la inspiración que le inyectamos cuando le mostramos libros y documentales de animales.

Nunca hay que perder la capacidad de asombro. Lo más importante, si quieres ser fotógrafo, es ser apasionado, creativo, en especial si eres un fotógrafo de naturaleza. Aprender, gozar.

En los cursos de fotografía siempre les digo que tienen que ser respetuosos con la naturaleza, estar siempre preparados, con las cámaras prendidas, sin tapa en los lentes, pilas cargadas, tarjetas llenas. Listo para que pase lo que uno menos se imagina. Hay que levantar piedras, uno nunca sabe lo que puede aparecer, ni las sorpresas que puedes encontrar.

Cuando salgan a tomar fotos, miren hacia adelante, miren lo que está pasando a su alrededor, no se queden pegados en la pantalla, después habrá tiempo para verlas en el computador. No se pierdan esos momentos.

Guarden silencio, escuchen a la naturaleza, todo lo que está pasando ahora con el COVID19 es un cachetazo que nos da la vida, porque hemos sido irresponsables con nuestra tierra. Y es ahora cuando nos damos cuenta cuán vulnerables somos y que tenemos que cuidar este planeta, demostrarle que somos dignos de vivir en él, que somos dignos de seguir creciendo. Yo le quiero mostrar a León lo hermoso que es este mundo y por eso tenemos que mejorar, porque si no, no nos merecemos estar acá”.