Ubicado en el Fundo Pitama, este precioso parque de Casablanca ha pertenecido por tres generaciones a la familia Echaurren. Hoy enfocado al turismo, las actividades y deportes al aire libre son una invitación para disfrutar del campo chileno y de la naturaleza con todos los sentidos.
Por María Inés Manzo C. / Fotografía Javiera Díaz de Valdés y gentileza entrevistado
Llegar a Parque Bienestar Pitama, de inmediato te conecta con la naturaleza. A tan sólo una hora de Santiago y media hora de Viña del Mar, es un destino poco conocido para las nuevas generaciones, pero que por años fue epicentro de diversos deportes acuáticos en el embalse Pitama y de la vida de campo orientada, principalmente, al rubro lechero, agrícola y forestal.
Hoy con un enfoque turístico, liderado por su dueño José Tomás Echaurren Eguiguren (37), cuenta con un centro de eventos (ideal para matrimonios, cumpleaños, aniversarios, empresas, etc.), una granja educativa, una hermosa casona de campo para hospedarse, producción de alimentos y artesanía local. Además de diferentes circuitos para realizar cabalgatas, trekking, mountain bike, downhill (descenso), entre otros.
“Mi abuelo, que provenía de Santiago, agricultor de toda la vida, le compró este fundo a otra familia en los años setenta. Él continuó con las actividades propias del campo, sembrando alfalfa, cebada y maíz… tenía mucha mano de obra, con más de noventa colaboradores. Antiguamente, había una capilla, una escuela, una pulpería… y aún se mantiene el molino de viento original y el pozo de 1950. El aserradero y la lechería eran las actividades principales, también eran famosos los Quesos Pitama, lo cual se mantuvo hasta que mi papá se hizo cargo del negocio. En su administración implementó nuevas tecnologías, como riego tecnificado (pivotes) y plantó viñas de sauvignon blanc, una de las primeras en Casablanca. Esta actividad no perduró, aunque el día de hoy y como pasatiempo, hacemos sidra, aguardiente, vino, chicha y cerveza”, cuenta José Tomás.
“Hoy estoy yo a cargo, la tercera generación. Las dos primeras tuvieron agua, pero a mí me tocó ver cómo el embalse Pitama se fue secando por falta de lluvia, hasta que hace tres años, prácticamente, desapareció. Por eso tuvimos que reinventarnos y nos enfocamos al mundo outdoor, deportivo y recreativo, pero siempre rescatando nuestras raíces chilenas. Bienestar Pitama cuenta con más de cien hectáreas de parque, es una herencia que hay que preservar, pues es un pulmón verde para la zona y que queremos que conozcan cada vez más personas en Chile y el extranjero”.
LA CASONA
“Como teníamos la lechería mi papá, por muchos años, mantuvo una alianza con la Facultad de Veterinaria de la Universidad Viña del Mar y usaban nuestra casona para sus clases. Con el paso de los años y el terremoto del 2010 quedó inhabilitada, y hace cinco años comencé a remodelarla, fue así que la bautizamos como Casona Pitama. Hoy se arrienda a través de Airbnb y se han hospedado, sobre todo, turistas extranjeros que buscan vivir una experiencia campestre: desayunar con huevos recién sacados y pan amasado; ir a cabalgar y conocer a los animales de la granja”.
Esta amplia y preciosa casona de campo chilena —de siete habitaciones, con capacidad para once huéspedes— fue también decorada por José Tomás, diseñador de profesión, quien rescató antiguos muebles que fueron herencia de su madre y del abuelo paterno de su esposa. Con amplios pasillos y mucha luz natural que entra por sus ventanales, se hizo un rescate de los muros de adobe, piso elevado y techos altos, que le dan mucha frescura a los espacios.
“Quise crear un lugar muy acogedor, sobre todo para familias, con un cómodo living y un comedor con chimenea. La cocina está completamente equipada para recibir a un gran grupo o para organizar diferentes ceremonias. Aquí también se pueden celebrar matrimonios campestres o los eventos que quieran. Trabajamos con proveedores locales y con una cooperativa de productores de Casablanca. Alrededor de la casona hay un amplio jardín con árboles, un gran quincho con parrilla, horno de barro, hot tub, piscina y baños independientes de la casona. Y estoy construyendo, justo al frente, otra casa más pequeña con dos habitaciones para recibir grupos más pequeños”.
GRANJA EDUCATIVA
Otro de los atractivos Bienestar Pitama es la granja educativa, donde en un recorrido de una hora y media, aproximadamente, José Tomás les va explicando a los visitantes sobre el lugar, las bondades de la vida de campo, la alimentación y el cuidado de los animales. “Nos visitan, más que nada, niños con sus familias o colegios. Tenemos chanchos, gallinas, gallinetas, pavos reales, codornices, caballos, vacas, ovejas y un chivo, y esperamos pronto volver a tener conejos, pues a los más chicos les encantan”.
La primera parada es la estación de alimentos, luego las codornices japonesas (ponedoras), donde los niños, bajo supervisión, pueden tomarlas y sentirles su corazón. Más allá están los gallineros y los corrales donde se encuentran las ovejas y el chivo. “Los animales son muy amigables, puedes darles comida con tu propia mano. Aquí también tenemos un criadero de caballos de polo, que entrenan en los terrenos, y otros caballos que son para paseos. Un espectáculo muy bonito es ver a las crías… los chanchitos, los pollitos”.
Durante el paseo se puede ir degustando huevos duros de codorniz, leche de vaca recién ordeñada, manjar casero o mantequilla con tostadas; también miel de abeja elaborada en el fundo para que los visitantes conozcan todo el proceso.
“Soy de la idea de generar abundancia, regenerar ecosistemas y heredarles esto a mis hijos. Por eso nuestro fin es la conservación e intentamos que en cada una de nuestras actividades se vea reflejada, estamos migrando de una generación que se basaba en la extracción de recursos naturales a generar bosques, construir humedales, zonas de recuperación. Creemos que clave el vínculo con la comunidad y autoridades para poder hacer de este proyecto un parque para todos. En ese sentido organizamos un grupo contra incendios forestales, participamos activamente con CONAF y tenemos protocolos ante emergencias”.
DEPORTE Y COMUNIDAD
Para los fanáticos del deporte y el aire libre, Parque Bienestar Pitama se ha convertido en un punto de encuentro para motociclismo, mountain bike y downhill, entre otras disciplinas. Sus eventos tienen gran convocatoria (parte del circuito nacional de enduro y rally), algunos organizados por ellos o con productoras externas. “Tienen que estar atentos a nuestras redes sociales para ver las fechas de las actividades y para quienes nos visiten por el día hay distintos senderos de nivel básico, inter medio, avanzado y experto”.
Para cada encuentro deportivo, José Tomás se encarga de instalar un carrito con distintas preparaciones que son parte de la cooperativa de más de quince productores y artesanos de Casablanca. Kuchen de nuez, pie de limón, mermeladas, pan amasado, pastel de choclo, empanadas, cervezas artesanales, charcutería, quesos, entre otras delicias caseras que también son parte de Casona Pitama y de los encuentros musicales y gastronómicos.
“En cuanto a proyectos seguimos ampliado nuestra red de circuitos de bicicletas y motos. Queremos ofrecer un mayor abanico de actividades por ejemplo con paintball, canopy o muro de escalada. También buscamos crecer con la oferta de hospedaje: recibir motorhomes, abrir un camping, glamping y construir cabañas. Creo que esto recién está comenzando. Hay muchos sueños a corto y largo plazo. Concretamente estuvimos trabajando por más de diez años en el proyecto de Africam Safari Pitama Chile, con una familia mexicana, dedicados a la conservación de vida silvestre, pero por varios motivos el proyecto no llegó a puerto, aunque sigue siendo una inspiración y seguimos en contacto. Sabemos que por allí va el camino, un camino que se recorre paso a paso”.
Pase diario: caminatas niños ($1.500), adultos ($2.500). Bicicleta ($5.000), moto ($10.000), cuatrimoto ($15.000). De lunes a viernes, de 9:00 a 18:00 horas (con previa reserva), sábados y domingos de 9:00 a 18:00 horas.
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Embalse Pitama (Fundo Pitama s/n), Casablanca
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