Con tecnología de vanguardia para la evaluación, diagnóstico, tratamiento y monitoreo de personas, Lanek nació en Valparaíso como una startup pionera que busca revolucionar la salud digital, no sólo en Chile, sino que en el extranjero.
Por María Inés Manzo C. / Fotografía Javiera Díaz de Valdés y gentileza Lanek.
«Creemos en un mundo más sano, en el que todos puedan acceder a una atención médica de calidad, personalizada y oportuna. Un mundo en el que podamos prevenir enfermedades en lugar de sólo tratarlas, donde la salud traspase las fronteras de los hospitales y se integre en nuestra vida cotidiana”, esa es la misión de Lanek, startup que nació en plena pandemia, basada en ciencia y tecnología hecha en Chile.
Tras Lanek se encuentran cinco socios: Matías Zañartu (investigador senior, PhD), Alejandro Weinstein (investigador senior, PhD), Johannes Schwarzenberg (CTO, director de tecnología), Iver Cristi (CHO, director de salud) e Ignacio Contreras (CEO, director ejecutivo), más un equipo de alrededor de dieciocho personas de diversas disciplinas como son la salud, la investigación, la informática y la electrónica.
“Matías Zañartu y Alejandro Weinstein llevaban más de quince años haciendo investigaciones de desarrollo en dispositivos médicos y trabajando con universidades extranjeras, principalmente Harvard y MIT. Matías es director del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la Universidad Federico Santa María (UTFSM) y docente de la carrera de Ingeniería Electrónica. Además, está dentro de las personas que más sabe sobre el estudio de la voz en el mundo y ha trabajado a la par con el fonoaudiólogo de bandas como Aerosmith o la cantante Adele”, cuenta Ignacio Contreras.
“Por su parte, Alejandro es investigador titular del AC3E y profesor en la Universidad de Valparaíso. Ambos tenían identificadas varias problemáticas en torno a la salud, pero sentían una gran frustración porque eran trabajos que quedaban guardados en el cajón del laboratorio. Fue así que con sus dispositivos ya validados surgió la inquietud de crear un spin-off académico, es decir, un emprendimiento derivado del conocimiento que se crea en la universidad, en este caso, en la UTFSM de Valparaíso”, agrega.
SPIN-OFF
“Nuestras oficinas y laboratorios se encuentran en la UTFSM —nos han ayudado con licencias, patentes y tenemos importantes acuerdos de colaboración—, pero somos independientes de la universidad. El primer dispositivo con el que trabajamos fue Advanced Voice Monitor (AVM), un sistema avanzado de monitoreo y análisis de voz que permite obtener nueva información clínica para el seguimiento y tratamiento de patologías relacionadas. En ese entonces, querían comprar nuestra tecnología desde Estados Unidos y si bien era una atractiva oferta, no seguía nuestro espíritu”.
Fue así que nació formalmente Lanek, nombre inspirado en René Laënnec, médico francés, inventor del estetoscopio, considerado el primer dispositivo médico. “Nos hizo mucho sentido, pues gracias a este invento se abrieron muchas puertas en la medicina. Eso mismo es a lo que apuntamos y a ser parte de las tecnologías duales, es decir que nuestras soluciones puedan ser utilizadas en más de un área y no enfocarse a una sola enfermedad, por ejemplo”.
¿Cómo dieron el primer impulso?
Al comienzo buscamos inversión privada, pero también postulamos a fondos concursables, lo que nos ayudó a despegar. Nos adjudicamos dos Startup Ciencia de Anid, un Crea y Valida de CORFO, entre otros fondos más pequeños que nos permitieron conformar el equipo. Actualmente, estamos trabajando con el HUB Apta (en el área de salud), corporación encargada de gestionar nuevas oportunidades de negocios basados en ciencia y tecnología para hacer conexiones con mercados globales.
En cuanto a reconocimientos, Matías Zañartu fue uno de los tres finalistas del premio Avonni 2020, en la categoría salud, por AVM; mismo dispositivo con el cual fueron finalistas en un concurso realizado por University of California, Riverside en Estados Unidos. Además, hoy están participando del 7º Concurso Nacional Desafío Emprendedor de Banco de Chile, que se está emitiendo por TVN, donde postularon 129 mil emprendedores y quedaron dentro de los treinta y dos finalistas.
Ustedes son pioneros en su área…
Sí, no hay muchos casos recientes en Chile de una spin-off tecnológica como Lanek, tampoco hay precedentes. Fuimos de los primeros en conversar estos temas con universidades, hospitales y fábricas, es decir, en hacer educación científica. Creamos procesos, nos asesoramos con expertos en el extranjero y elaboramos en Chile. Si bien son tecnologías que requieren harto tiempo de investigación y desarrollo, sin duda son disruptivas. Gracias a AVM, por ejemplo, hemos identificado ciertas características de la voz (principalmente vibraciones a través de biomarcadores vocales) que podrían detectar el Párkinson entre cinco a diez años antes de manifestarse.
DISPOSITIVOS MÉDICOS
“Uno de nuestros grandes desafíos es que somos una empresa que hace ‘push tecnológico’. Normalmente una startup se basa en las necesidades del mercado y según ellas diseñan sus productos. Pero nosotros desarrollamos desde cero; es como trabajar a ciegas, pero con una clara visión de innovación para mejorar la calidad de vida de las personas. Eso es lo que ocurrió con los celulares. Hoy tienen pantallas táctiles, GPS, se conectan a Internet, etc., nadie dijo que se necesitaba, pero se empujaron y desde ahí se han creado otras soluciones para implementar estas tecnologías a los televisores y automóviles”.
Es así que, además de AVM, han creado innovadores productos como ABMA, un sistema de análisis biomecánico de alta precisión que analiza patrones de movimiento utilizando tecnología de visión artificial, obteniendo de forma automática los ángulos de las principales articulaciones del cuerpo humano en cuatro planos. Esto ayuda a mejorar el rendimiento, optimiza el diagnóstico, tratamiento y previene lesiones.
También VibeBrain, un dispositivo, de forma similar a un reloj, que aplica un estímulo vibratorio en la muñeca. Esta vibración está diseñada para sincronizarse con las ondas cerebrales, a través de un fenómeno conocido como entrainment. “Hoy lo estamos utilizando para mitigar los efectos de la fatiga que se produce en el trabajo en altura y en los transportistas. Al tomarte un café tu metabolismo se activa químicamente, lo cual en exceso trae consecuencias a la salud, pero nosotros lo hacemos a través de vibraciones del sistema somatosensorial. Simplemente vas a sentir unas vibraciones en la muñeca que no distraen y no afectan en nada tu desempeño”.
Y Feed Sensor, un dispositivo que permite evaluar la capacidad de amamantar de un recién nacido, midiendo su nivel de expresión y succión. Estos parámetros son fundamentales para saber si un lactante nacido en forma prematura se encuentra listo para ser dado de alta. “Estudiamos casos con neonatos en un hospital público en la unidad de alta complejidad, y que luego eran trasladados a otro hospital para darles el alta… muchas veces a los recién nacidos los mantienen en observación un par de semanas más, lo cual trae gastos considerables a los hospitales y a las familias, además de lo que conlleva el estrés de tener a tu hijo internado”.
Uno de los atractivos es que son dispositivos poco invasivos…
Exactamente. Si una persona tiene nódulos en las cuerdas vocales le van a pedir una laringoscopia, donde se utiliza un tubo muy molesto que pasa por tu nariz y garganta, pero con AVM sólo debes utilizar un collar que medirá los datos o, en el caso de VibeBrain, una pulsera. Ya existe la tecnología e-skin o de parche electrónico y esperamos seguir por esa línea.
SALUD 4.0
“Nuestros dispositivos van acompañados con hacer una salud preventiva. Creemos que la salud tiene que salir del hospital, pues los sistemas actuales no tienen la capacidad de atender a toda la gente que necesita ser tratada y está colapsada en todos lados. Hoy vivimos mucho más y existen más enfermos crónicos. Por eso nuestro enfoque es tener data objetiva para que los doctores se concentren en los casos de mayor complejidad y no en lo que es repetitivo. Además de los dispositivos, toda la data que obtenemos la pasamos por inteligencia artificial y modelos matemáticos que nos permiten tener información clínica útil para hacer diagnósticos más tempranos y tratamientos más eficientes. Queremos ser los proveedores tecnológicos de la salud del futuro”.
¿Con quiénes están trabajando ahora?
Últimamente, nos estamos asociando fuertemente con hospitales, especialmente en Unidad de Cuidados Intensivos, centros de salud, para poder ir validando los productos con ellos y ayudarles para que los procesos sean más baratos y puedan atender a más personas. Además, estamos ofreciendo nuestros dispositivos a proveedores de telemedicina; gracias a este sistema podemos hacer exámenes y monitoreo remoto a través de biomarcadores digitales (voz y rostro). Basta con un teléfono celular para poder grabar un video o audio a partir de los cuales nuestra plataforma de inteligencia artificial obtiene nueva información personalizada y objetiva.
¿Cuáles son sus próximos pasos?
Siempre hemos creído que es un gran valor ser una empresa tecnológica chilena que nació en Valparaíso, pero para seguir escalando tenemos que salir al extranjero. Ahora estamos armando una ronda de inversión en Chile, buscando inversionistas ángeles; con eso queremos preparar una segunda ronda en Estados Unidos para validarnos internacionalmente. Insistimos en que necesitamos hacer un cambio de paradigma, una salud basada en datos. Es decir, pasar de sanar enfermedades a prevenirlas.