Tenemos una gran pelea a nivel mundial con el reciclaje y la reutilización de los productos que consumimos a diario. Estamos al debe en el reciclaje, pues todo lo botamos y esto llega por completo a los vertederos que cada día están más colapsados. ¡Ya no nos va quedar lugar donde enterrar más basura!
Hace doce mil años, ya se reutilizaban las herramientas que encontraban los nuevos nómadas en los asentamientos. También se dice que los griegos, hace dos mil cuatrocientos años, habían implementado los vertederos a no más de un kilómetro de los asentamientos, lo que implicaba los olores e insectos.
Lo mismo le pasó a Estados Unidos, en 1800, cuando toda la basura se botaba al mar o a sus ríos, lo que llevó a innumerables plagas de infecciones a sus habitantes, muchas veces con resultado de muerte.
Hoy los chilenos producimos un kilo de basura al día y sólo el diecisiete por ciento de la población la bota como corresponde. Hace poco me tocó hacer una gira por Asia y fue impresionante ver a la población cómo estaba preocupada del reciclaje y la reutilización. Hasta los desechos de comida se depositan en unos tarros especiales. Ahí iban las cáscaras de huevo, las verduras, el pan, etc., para luego ser convertido en compost. Lo que no se recicla se quema y se convierte en electricidad. Por ejemplo, en Japón no hay vertederos, todo se salva. ¿Llegaremos a eso en Chile? Con buenas campañas y educando a los niños, creo que podremos tener un buen resultado.
Si ustedes van a la Vega y ven la cantidad de verduras en el piso, se nota que no hay una campaña para hacer compost. Los supermercados botan toneladas de verduras y frutas y van a vertederos, convirtiéndose en gas metano, que es el que rompe la capa de ozono.
¿No será más fácil unirse y armar compoteras para sacar provecho de ello, teniendo tierras fértiles y verduras de mejor calidad y menos pastillitas para que crezcan? Aún nos queda un camino largo por recorrer, por eso los llamo a tomar conciencia de partir por casa y separar todo lo que se pueda, armar composteras en las terrazas de las casas, ya que no ocupan mucho espacio, y verán cómo les va quedando tierra limpia para plantar tomates, ciboulette, lechugas y mucho más.
Los invito a tomar conciencia y verán lo gratificante que es comer de tu propia huerta. Les dejo unas recetas para aprovechar lo que lo miramos como basura y si no lo ocupas de inmediato, puedes congelar en bolsas las cáscaras y luego las reutilizas.
Crema de tomates con zanahorias (para 6 personas):
-Cáscaras de 10 tomates (si tienen tomates maduros también guardar)
-Cáscaras de 10 zanahorias
-Los despuntes de los pimentones
-Las tapas de las cebollas
-Orégano, sal, pimienta
-3 huevos batidos
-2 litros de agua
Dorar bien la cebolla. Luego agregar el resto de los vegetales. Terminar de dorar y agregar agua y aliños. Dejar hervir por 30 minutos. Moler con máquina hasta que quede una pasta. Llevar a la olla hervir y agregar queso rallado con una hoja de albahaca.
Puré rústico con costillas de cerdo:
-Juntar las cáscaras de unas 15 papas
-5 papas enteras
-1/2 kilo de tocino
-1/2 litro de leche
-2 cucharadas de mantequilla
-Nuez moscada a gusto
-Sal
-Pimienta
-2 kilos de costillar
-6 cebollas
-Merquén a gusto
Poner las papas y cáscaras en una olla junto con la leche. Una vez cocida moler con cuchara de madera. Agregar tocino ya dorado, mantequilla y aliños. Cocinar el costillar con las cebollas por una hora. Mezclar bien el puré y acompañar con el costillar ya listo. ¡A disfrutar!