Desde la isla de Roatán, en Honduras, la artista se prepara para migrar una vez más, esta vez con destino a México, donde comenzará una residencia de arte en Tulúm. “Siempre estoy en movimiento, física y creativamente. El arte es mi manera de evolucionar, y cada etapa es una oportunidad para conectar con nuevas historias y culturas”.
Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza de la artista
“Ser artista significa vivir muy conectada a mi propia sensibilidad y percepción del mundo. Significa observar, sentir. Transformar ideas etéreas y representarlas en el mundo material no es solo un acto creativo; es una responsabilidad histórica. Los artistas han contado la historia de la humanidad desde las primeras pinturas rupestres”.
Katarina dice que siempre fue el arte. “No existía otra opción”. Los recuerdos de su infancia, la influencia de su abuela, están impregnados de manualidades, conversaciones sobre pintura y viajes a los grandes museos de Europa. “En ese momento no sabía cuánto me estaban marcando esos viajes. Ver obras icónicas de la historia del arte abrió mi visión del mundo mucho antes de que pudiera comprenderlo completamente”.
Su estilo es inconfundible: figuras humanas y elementos de la naturaleza que parecen flotar entre lo real y lo onírico, generando superficies ricas en textura y materialidad.
Cuando pinta cuadros con flores se acuerda de su abuela Mite. “Ella me enseñó el lenguaje de las flores y me mostró su mundo a través de incontables paseos por su jardín. En él no solo crecían flores; también creció mi espíritu aventurero”, escribió en su cuenta de Instagram, en la que, además de sus obras, abre su corazón y su vida.
Dueña de una mente abierta y un corazón curioso, Katarina explica que expandir la creatividad a través de la experimentación es clave, que hay que soltar la idea de tener el control y aprender de los procesos. Disfruta el arte; lo vive, lo goza. Y se nota. Sus obras, en constante transformación, son testigos de un proceso que no busca perfección, sino autenticidad. “La pintura no tiene que estar terminada para transmitir algo. En lo incompleto hay una verdad que conecta con quienes somos realmente”.
“Trabajo la pintura como un organismo vivo, algo que muta y se transforma. Busco tocar temas profundos relacionados con la existencia humana, emociones que inviten al espectador a conectar consigo mismo”.
INSPIRACIÓN EN MOVIMIENTO
El mundo es su musa. Su vida nómada, que la ha llevado a países como Croacia —donde tuvo su primera exposición individual como resultado de una beca en la Facultad de Artes de Zagreb—, Indonesia, Vietnam y Honduras, se refleja en su obra. “Me inspira la naturaleza, la coexistencia con otros y la idea de que todo está en constante movimiento. Cada viaje, cada conversación, cada detalle cotidiano alimenta mi creatividad. Perderme en las calles de una ciudad desconocida, caminar por la playa, observar a la gente desde un café o absorber los colores y texturas de un mercado local. Es en esos momentos de anonimato cuando encuentro las ideas más puras para luego manifestarlas en el plano material”.
“Uso muchos sketchbooks donde hago bocetos rápidos o describo con palabras mis ideas. Antes de lanzarme a la tela trabajo previamente un boceto de referencia, y pienso en el o los conceptos que quiero trabajar y la emoción que quiero transmitir. Luego ya empiezo a pintar y ahí comienza un proceso de transformación que es donde ocurre la magia”.
¿Quiénes son tus referentes?
Mi favorito de siempre es la vida y obra de Vincent Van Gogh. También me gusta mucho el uso dramático y magistral del claroscuro en las obras de Caravaggio y Rembrandt y todo el movimiento impresionista, en especial las obras de Turner, uno de sus precursores, y el trabajo de Monet. De mujeres, me gusta Georgia O´Keeffe por su representación de la naturaleza desde un enfoque íntimo y personal, Frida Kahlo por su imaginario y la exploración de la identidad y Marlene Dumas, por su manera de trabajar la figura humana y las emociones a través de la pintura.
¿A quién admiras?
Admiro a mi abuelo Víctor Oyarzún, quien acaba de cumplir 103 años. Arquitecto de profesión, músico aficionado, carpintero, dedicado a la agricultura y a su familia. Su actitud positiva ante la vida es una de las enseñanzas más grandes que me ha dejado. Es una persona extraordinaria, sencilla y conectada con la naturaleza. Siempre ha sido mi ejemplo de equilibrio y humanidad.
¿Cómo enfrentas una exposición?
Es un acto de conexión profunda. Es abrirte completamente después de mucho tiempo de introspección. Es uno de los momentos más satisfactorios porque tu obra empieza a dialogar con los demás. Los comentarios, las preguntas y las emociones que genera en el espectador son el propósito final y una retroalimentación muy significativa y valiosa.
¿Cuál es el mensaje detrás de tu obra?
Creo que el mensaje detrás de mi obra habla sobre un estado de impermanencia del ser humano y de una conexión de nosotros con algo más grande, ya sea el universo, la naturaleza o la humanidad. Todos estamos conectados, y todos somos uno con el universo. Intento transmitir esa dualidad que existe entre la forma y el fondo, la materia y la energía, el cuerpo y el alma. Intento desdibujar esos límites y crear imágenes que son ambas cosas simultáneamente.
¿Qué ha sido lo más desafiante en tu camino artístico?
Creo que lo más desafiante ha sido creer en mí misma, lo suficiente como para crear un camino para vivir del arte de manera totalmente independiente y viviendo el estilo de vida que me gusta. En ese sentido ha sido desafiante, además de ser artista, ser emprendedora y empresaria. Se necesita mucha disciplina y constancia no solo para evolucionar como artista y ser prolifera a la hora de crear obras, que sin duda es lo más importante, pero también, al menos en mi caso, para adquirir otros conocimientos relacionados a los negocios, el marketing y la gestión.
¿En qué estás ahora?
Ahora estoy cerrando un período en Roatán, trabajando una serie de miniaturas que me llevaré a México a mediados de enero 2025. Durante el mes de febrero tengo una residencia de arte en Tulum, algunas reuniones y proyectos en vista para llevar a cabo en México, y me gustaría participar en alguna feria de arte en Estados Unidos o Europa.