Hay algo allá afuera

Por Marcelo Contreras

ENCUENTROS. NETFLIX

La premisa de esta serie documental sobre avistamientos de ovnis y contactos con formas de vida extraterrestre, coincide con una nueva perspectiva surgida en los últimos años, particularmente desde instituciones oficiales estadounidenses, que confirma el registro de avistamientos y fenómenos del tercer tipo, para los cuales no hay explicación. Esta mirada contradice el ángulo tradicional que solía desechar testimonios, junto a un hálito de secretismo que contribuyó, enormemente, a teorías conspirativas y carne para charlatanes.

Cada episodio se concentra en un solo hecho que mayoritariamente redefinió la vida de sus protagonistas y testigos. El primero recoge los testimonios de los pobladores de una localidad de Texas que reportaron la presencia de luces y formas en el cielo imposibles de identificar, seguidos infructuosamente por aviones F-16. Los capítulos dos y tres, sin bien son episodios autónomos repartidos entre Gales y Zimbabue en distintas épocas, están hermanados porque involucran a escolares que masivamente avistaron y se comunicaron con formas de vida extraterrestre. El último se concentra en una serie de experiencias de ciudadanos japoneses para el terremoto y tsunami de 2011.

La mayoría de los entrevistados son personas comunes y corrientes que aseguran haber vivido estos encuentros y silenciarlos, bajo la presión de un ambiente desfavorable a revelaciones sobre ovnis y seres del espacio exterior. El prejuicio presume inventos y la ridiculización del entorno es inmediata. Sin embargo, acá también hay testimonios e investigaciones de profesionales escépticos por definición como periodistas de medios reputados; gente dedicada a la ciencia sorprendida porque en su ámbito este misterio no ha sido abordado, y un reconocido psiquiatra de Harvard que puso en riesgo su prestigio entrevistando a quienes atestiguaban estos eventos. Por otro lado, se exponen detractores o versiones alternativas a los hechos.

En Encuentros nada se confirma, pero tampoco se desacredita. La óptica definitiva comprende el sinsentido de descartar, a priori, los numerosos reportes, por décadas, de gente segura de haber visto tecnología y seres fuera de este mundo.