En astronomía y en aquellas actividades relacionadas con la posición de las estrellas, como son las profesiones navales, especialmente las de navegación, todas ellas deben conocer la importancia del Observatorio Real, en Greenwich.
Para ubicar un punto geográfico en la Tierra, necesitamos de dos coordenadas terrestres:la latitud y la longitud. La latitud es la distancia hacia el norte o hacia el sur, a partir del ecuador terrestre, hacia los polos. La longitud indica la distancia hacia el este o el oeste a partir de una línea que va de norte a sur, llamada Primer Meridiano o Meridiano de Greenwich, por pasar por la localidad inglesa del mismo nombre: Greenwich.
Como en todas las medidas que requieren puntos de partida, para hacer las mediciones, en este caso, para la medida del Tiempo Universal y de los husos horarios, que son veinticuatro, se parte desde el meridiano de Greenwich. Todos los fenómenos astronómicos se anotan y se hacen referidos a ese meridiano primario.
En un viaje que hice con mi esposa, Patricia Caorsi, a Inglaterra, invitados por mi hija Pamela, que vivía en Europa, decidimos tomarnos un día para conocer ese legendario observatorio, que solo conocía por los libros astronómicos que llegaban a mis manos. Fue una bonita experiencia, ya que vi ahí los primeros telescopios e instrumentos que famosos astrónomos usaron para sus descubrimientos.
Aprovechando la visita a un amigo inglés, que trabaja en la BBC, le pregunté si él conocía un lugar muy especial, que fue carátula de uno de los discos de vinilo de los Beatles: Abbey Road. La respuesta no se dejó esperar… ¡Síííí!… (en realidad dijo «¡Yes!).
“Ese lugar está como a tres cuadras de aquí y esta es la mejor hora para ir a visitarlo, ya que en el día (en ese momento eran como las diez de la noche) hay tal cantidad de turistas, que es imposible tomar una fotografía sin que salgan unas diez personas a tu lado. Además es muy peligroso, ya que las personas son muy imprudentes y los atropellos por vehículos que transitan por esa avenida ocurren todos los días”.
Nos explicaba nuestro amigo que hay una cámara registrando día y noche ese lugar, como referencia ante cualquier problema vial. De inmediato le pedí que me indicara cómo llegar allí. Me dijo que había una estación de metro, pero que él nos acompañaría a ese lugar, para caminar un poco. Tomé mi máquina fotográfica y partimos. A los pocos minutos, ya estábamos frente al famoso paso peatonal de la carátula. De inmediato me puse a caminar de todas las formas posibles, para allá y para acá. Con paso militar regular, con paso militar de guaripola y con paso de tony, con el cuerpo semiagachado. Me divertí mucho, ya que no había nadie en ese momento del «espectáculo» (una vergüenza, en realidad).
A veces las coincidencias se dan a la perfección, ya que nunca me imaginé que por una visita a un amigo de la BBC llegaría a pie a ese lugar emblemático de la historia del mundo musical inglés, además de estar al lado de los estudios, cuyo símbolo era la imagen de la manzana verde en los discos producidos por esa empresa discográfica. Fue una experiencia única, tanto conocer el Observatorio Real, en Greenwich, como la visita a esa calle tan famosa donde se ve a los cuatro Beatles caminando, igual que yo: Abbey Road.