Hace unos doce meses atrás, en el 2019, veíamos en la lejanía al mes de diciembre del 2020. Pero como se nos juntó el problema social y después el coronavirus, agregándole, posteriormente la cuarentena total, el año se está pasando tan rápido que ya estamos a sólo cinco meses del tan esperado eclipse total de sol, en la zona turística de Pucón y Villarrica.
Hay muchas novedades para esa fecha que, yo sé, complicarán a esotéricos, numerólogos y horoscopistas. Por ejemplo, veremos cómo enfrentan ese 14 de diciembre al eclipse, ya que el sol y la luna se encontrarán, ambos, en una constelación que para los horoscopistas no existe. Para ellos el zodíaco tiene doce signos y corresponde a las diferentes posiciones del sol que mes a mes se sitúan en cada una de esas constelaciones.
Según ellos, el sol está un mes en cada signo del zodíaco, haciendo el cambio de signos, los días 20 y 21. Pero qué equivocados están. El sol, durante un año, pasa por trece constelaciones y no por doce. Justamente, en esta oportunidad —y qué bueno que ocurra así— el sol y la luna se encontrarán, durante el eclipse, en esa constelación que nunca han reconocido los horoscopistas.
Esa constelación número trece se llama OFIUCO y se encuentra ubicada en el cielo, entre las constelaciones de Escorpión y Sagitario. Pero eso no es todo, ya que en ese sector del cielo que veremos al mediodía del 14 de diciembre, cuando el día se transforme en noche, podremos apreciar muchas cosas en torno a la corona solar y su vecindad.
Muy cerca del sol, más exactamente hacia el oeste (hacia el poniente) estará el pequeño planeta Mercurio y un poco más retirado, en la misma dirección, se encontrará el llamativo planeta Venus, el cual será muy fácil de identificar por su brillo. (Mercurio y Venus estarán en Ofiuco y Libra, respectivamente). Hacia el este (hacia el oriente) del eclipse, se encontrarán, muy cerca entre sí, Júpiter y Saturno, dentro de la constelación de Sagitario. Es importante indicar que Plutón también estará dentro de Sagitario. El planeta Marte, en este mapa estelar, estará muy lejos del conjunto de planetas, por eso no lo nombramos.
Lo llamativo de todo este conglomerado es que la constelación de Escorpión tiene una estrella muy luminosa de color rojo y que corresponde al corazón del Escorpión, llamada Antares. Ahora bien, la «guinda de la torta» la pondrá un invitado que hace unos meses desconocíamos y que en estas semanas ha sido muy bienvenido en los cielos del hemisferio norte, pues su espectacular cola es visible a simple vista en todos los países que están en ese hemisferio. Me refiero al «Cometa NEOWISE C/2020 F3».
Como ya se le calculó la órbita de este cuerpo celeste, el cometa NEOWISE se ubicará, como especial invitado, entre Mercurio y Venus, es decir, dentro de la Constelación de Escorpión y en las cercanías de Antares. Desafortunadamente, al ir alejándose del sol, su brillo será muy tenue; pero allí estará como «cometa». Estará entre las órbitas de Marte y Júpiter, para completar un viaje de unos siete mil años, antes de que regrese a las cercanías del sol, nuevamente.
Bueno, ya con todo el panorama de nuestros invitados estelares, ese 14 de diciembre será un dolor de cabeza para todos los esotéricos y horoscopistas, cuando vean al sol y la luna dentro de la constelación que siempre negaron y que ahora estarán con una potente señal cósmica, que no podrán desconocer. Podremos decir que OFIUCO se hizo presente, después de miles de años de ser ignorada por esos grupos.