Profesor e instructor profesional de buceo, busca difundir la práctica de este deporte entre todos quienes sientan alguna cercanía con las profundidades. De hecho, una de sus metas es lograr que personas con discapacidad obtengan su licencia y logren ser instructores de buceo deportivo, de manera de ampliar sus oportunidades y generar espacios de verdadera integración.
Por Claudia Zazzali C. / Fotografías por Matías Quilodrán
“Cuando era más joven, bucear era sinónimo de un desafío permanente por mejorar tiempo y profundidad. Hoy, con sesenta años de edad, estar en medio del océano es como estar en un mundo fascinante, donde no hay dolores físicos ni desgastes mentales, solo silencio y paz”. Así describe Eduardo Arancibia el espacio acuático que habita cada vez que puede.
Tiene muchísimos estudios: es profesor de Castellano, doctor en Educación, magíster en Liderazgo y Gestión, coach ontológico e instructor principal de buceo autónomo Armada de Chile y de buceo autónomo tres estrellas y adaptado de la Confederación Mundial de Actividades Sub-Acuáticas. También es director de la Escuela de Buceo Sub-Aqua SDI de Antofagasta, ciudad donde, además, trabaja como inspector general de la Escuela Profesor Elmo Fúnez Carrizo y realiza unas horas de docencia en CFT de la Universidad de Antofagasta.
¿De dónde viene tu afición por el mundo acuático?
El año 1978, cuando ingresé a la Universidad Católica del Norte, conocí a Gustavo Olguín Catalano que practicaba caza submarina. Él me enseñó a bucear y me integró a la selección universitaria. Con el tiempo, descubrí nuevas especialidades de este deporte y al competir en orientación submarina, me empecé a capacitar en buceo autónomo y de ahí no he parado hasta el día de hoy. Ya son cuarenta y dos años cerca del mar.
Gracias a este deporte tuve la oportunidad de viajar y bucear por casi todo Chile continental e insular, lo que me ha permitido mirar la vida desde distintos puntos de vista, tanto en lo humano como en lo material.
¿Qué te transmite este deporte?
El mar me transmite tranquilidad y relaja mi mente. Es su olor, su color, su temperatura, la inmensidad. El movimiento del mar y su enormidad me hipnotiza, me genera una gran sensación de bienestar que me permite recargar fuerzas, y me da energía. El buceo no solo es una actividad divertida y enormemente gratificante para todos los que amamos sumergirnos. Además de sorprendernos con las maravillas naturales de las profundidades, el buceo deportivo autónomo es uno de los deportes más relajantes y completos que existe y tiene muchos beneficios para la salud, tanto física como mentalmente.
¿En qué momento decides empezar a enseñar?
En realidad, he enseñado buceo casi toda mi vida. Los años setenta y nueve y ochenta ya realizábamos clases de buceo en el CENDYR náutico de Antofagasta, al igual que capacitábamos en buceo a compañeros de universidad y deportistas de ADESUBA. Con toda la experiencia y aprendizajes, el 2004 decido sistematizar la práctica y enseñanza del buceo autónomo creando una escuela de buceo en Antofagasta, que tiene como nombre Escuela de Buceo Sub-Aqua SDI, que es una de las primeras en la región con reconocimiento Armada de Chile, el que está vigente a la fecha.
¿Por qué decidiste hacer esta gestión?
El objetivo es súper simple: difundir este maravilloso deporte para que todos tengan acceso a conocer el buceo autónomo, con programas basados en estándares internacionales y precios módicos.
MARAVILLOSO SILENCIO
En una conversación de pasillo, un grupo de instructores de buceo autónomo soñaban con lo novedoso e innovador que sería crear una fundación focalizada en la inclusión de la comunidad de discapacitados motores y cognitivos en el área del buceo autónomo.
De ese sueño colectivo, en julio de 2019, nace la Fundación El Maravilloso Mundo del Silencio, que actualmente busca apoyo de autoridades e instituciones para hacer sustentable esta iniciativa, mediante proyectos regidos bajo la ley de transparencia y captación de socios.
¿Qué es el buceo adaptado?
Cuando hablamos de buceo adaptado, hacemos referencia a una de las herramientas más valiosas en términos de integración, accesibilidad e inclusión social a través del deporte. Se trata de “acomodar” las técnicas de entrenamiento convencionales de una experiencia de buceo para que puedan ser utilizadas por quien quiera, sin que importe su condición física. Para ello, se modifican los métodos de instrucción, comunicación y, si fuera necesario, de los equipos. El buceo adaptado permite la participación de todas las personas, la discapacidad no es un excluyente para desarrollar la actividad; el único requisito obligatorio es tener una aprobación médica, al igual que en el buceo convencional.
¿Qué beneficios tiene el buceo?
Además del contacto con la naturaleza, es un ejercicio completo, reduce el estrés, permite cambiar la perspectiva y hacer algo fuera de lo cotidiano. Es una aventura que se atesora toda la vida.
¿Dónde y cómo se imparten las clases?
Funcionamos en una casa en Avenida Argentina 898. Nos ponemos en contacto con las personas a través de redes sociales y el correo contacto@elmaravillosomundodelsilencio.cl.
“Queremos implementar una piscina que sería única en el mundo, ya que está planificada con entrada para discapacitados motores, bocinas hipoacusicas, lenguaje Braille en fondo de piscina, barandas de desplazamientos en fondo y bordes para personas con discapacidad motora. Esta piscina tendría todas las características para que puedan practicar el buceo sin peligro y con una temperatura de veintiséis grados. Todo está pensado para personas con discapacidad, como zonas de desplazamientos, baños, enfermería, camarines”.
¿Cómo se financian?
Estamos buscando socios y socias, porque todas las actividades de la fundación son gratuitas para los participantes. Hasta hoy, todos los arriendos, gastos generales, equipos de buceo y todos los asociados a nuestro funcionamiento son financiados íntegramente por mí y por los servicios gratuitos de los instructores de buceo adaptado y la gentileza de CMDS que nos facilita su piscina sin costos para la fundación.
¿Te sientes una persona feliz?
Por supuesto. Soy feliz al saber que podemos hacer realidad el sueño de muchos niños, jóvenes y adultos. Y me hace aún más feliz ver que hay muchas personas que quieren apoyar esta iniciativa de incluir a los invisibles. Y ya seré inmensamente feliz cuando nuestros objetivos, nuestras metas, nuestros proyectos se conviertan en una realidad.
