EcoShower: Una ducha con estilo

Seis son los integrantes de Eco Shower, un innovador dispositivo de eficiencia hídrica, que permite el paso del agua cuando está temperada, ahorrando y reutilizando toda el agua que se pierde al inicio de la ducha fría. Lo que muchos nortinos vimos durante décadas como una necesidad sin solución, fue resuelto por estos jóvenes que tuvieron un posmoderno ¡eureka!

Por Catalina Aparicio / Fotografías por Rodrigo Herrera

Todo comenzó después de una noche de fiesta, hace tres años atrás. Gustavo Pallauta abre la llave la ducha todavía un poco dormido y mientras el agua corría, va a la cocina, en busca de un vaso de agua. “Volví al baño y me quedé mirando cómo se estaba perdiendo esa increíble cantidad de agua. Imaginé cuantos baldes o jarrones estaba botando casi sin darme cuenta y desde ese momento se instaló una idea en mi cabeza: había que hacer algo para revertir esa situación que de tan cotidiana, se nos hace normal”.

Gustavo conversó sobre este tema con sus amigos y así fue cómo surgió este particular emprendimiento junto a Luis Valenzuela, Felipe López, Nicole Bravo, Vladimir Escobar y Juan Mancilla, quienes desarrollaron un prototipo que contó con el apoyo del Centro Usqai de la UCN y del Comité de Desarrollo Productivo Regional de Antofagasta, representado por CORFO.

¿Gustavo, cómo nace la idea de Eco Shower?
Durante meses estuve investigando, busqué información en internet para ver cuáles podrían ser las soluciones sustentables al derroche de agua, para saber cuánta agua se pierde. Empecé a hacer los cálculos e inicié la elaboración de un proyecto. En ese tiempo se lo comenté a un amigo y comenzamos juntos a aterrizar la idea.

¿Cómo fue hacer el primer Eco Shower?
La primera vez hice un prototipo con un chimbombo de mi casa. Compré unas mangueras, las junté, las instalé e hice todo de forma muy artesanal… y encontré que era lo más espectacular. ¡Había creado un primer prototipo! Y funcionaba. Me sentí muy contento.

 LA DUCHA ECOLÓGICA

Felipe y Luis nos comentan que el concepto de Eco Shower es muy simple, y se basa en la problemática del agua fría que sale los primeros dos minutos de la ducha.

“Por cada minuto de agua corriendo, son veinte litros que se pierden y que se van por el desagüe. Anualmente una familia compuesta por cinco personas está perdiendo decenas de litros, lo que equivale a una suma que supera los cien mil pesos. Eso no es una cifra menor”, comenta Felipe.

Otro ejemplo es que en Antofagasta si solo la mitad de la región se ducha con agua caliente y “deja pasar” el agua fría hasta conseguir la temperatura perfecta, esa agua que se pierde equivale, aproximadamente, a dos piscinas olímpicas todos los días, es decir, seis millones de litros de agua potable. “Imagínate esos números… solo con la mitad de la población en Chile serían veintiocho piscinas olímpicas. Y ojo que una piscina olímpica tiene capacidad de dos millones 500 mil litros de agua”, explica Gustavo.

¿Existe conciencia por el ahorro del agua?
Al menos en Antofagasta sí. Quizás es por la cultura de vivir en el desierto, pero nosotros en esta investigación nos sorprendimos, pues mucha gente ya es consciente de esta problemática y tiene sus baldes para acumular esa agua y darle otro uso, como redireccionarla al jardín. Creo que hay una mayor conciencia hacia el ahorro de recursos. Eso es muy positivo y ayuda a que proyectos como el nuestro surjan y crezcan y que tengan un valor sostenible. Es un cambio de cultura.

¿Y pensaron en algo así?
Al principio también barajamos la idea de crear este dispositivo y que el agua acumulada se redireccionara al regadío, pero optamos por el estanque del baño porque es mucho más transversal: no todos tienen jardines, pero sí todos usamos el baño.

¿Cuántos prototipos han realizado?
Al principio la idea del primer prototipo era una y con el tiempo ha ido cambiando y mutando, porque lo único que yo tenía era la idea y mis conocimientos en ingeniería comercial. Tuve que pensar en cómo integrar a alguien que entendiera del tema más técnico. Y logré convencer a Felipe, que se sumó como co-fundador en 2015. Comenzamos a trabajar en la idea, volvimos a hacer un prototipo, fuimos a una feria donde lo mostramos y el prototipo se nos rompió, explotó y dejamos la embarrada en la universidad. Fue tanta la frustración que dijimos “ya cabros, nos vemos el próximo año, acá ya no podemos hacer nada”.

Pero siguieron intentando…
Es que al año siguiente salió el primer concurso de Usqai, un centro de emprendimiento de la UCN que ayuda a los estudiantes que quieran arrancar un negocio con alguna idea novedosa. Postulamos y ganamos el segundo lugar.

Con ese premio se me prendió más la ampolleta, y fui a hablar con un electrónico, le expliqué lo que queríamos, él nos asesoró y así llegamos a otro prototipo. Aprovechamos y lo reclutamos a él y después a una prevencionista de riesgos que es Nicole y que es muy importante para nosotros. Tener una mujer en el equipo es un tremendo aporte porque siempre son más cuidadosas y detallistas y ven cosas que nosotros no logramos dimensionar. Con estos integrantes ya éramos cuatro personas con diferentes capacidades y habilidades para poder llevar a cabo nuestro proyecto.

¿Y ahora cómo van los prototipos?
Hemos hecho diez prototipos, con diferentes materiales: fibra óptica, madera, plástico, entre otros. También incorporamos los paneles solares que es otro plus de innovación que tiene Eco Shower.

Comenzaron a crecer en poco tiempo y tal vez sin darse cuenta de que ya estaban creando su propia empresa…
Sí, porque también nos ganamos un Capital Semilla de SERCOTEC y estuvimos como cinco meses trabajando en ese proyecto y cuando nos lo adjudicamos, pensamos que el siguiente paso era patentarlo. Redactamos durante tres semanas la idea y nos sentimos orgullosos porque lo hicimos nosotros mismos, con el apoyo de CORFO obviamente. Ellos eran como nuestros profes guía porque fue como hacer una tesis. Debo confesar que al principio no entendíamos nada de cómo hacer una patente, pero la ejecutiva que nos tocó, la señora Carmen, estuvo ahí siempre apoyándonos, explicándonos y trabajamos juntos como dos meses más y al fin, en junio 2018, logramos la redacción final de la patente.

Concretamente, ¿qué han podido hacer con los fondos ganados?
Al recibir financiamiento del fondo Capital Semilla Emprende Joven, otorgado por el Comité de Desarrollo Productivo Regional Antofagasta, y el apoyo del Laboratorio de Emprendimiento USQAI UCN y el Cowork Espacio Atacama, hemos podido adquirir las maquinarias necesarias para una producción más eficiente del dispositivo luego de su validación. Además, estamos actualmente en proceso de patentarlo a través de Instituto Nacional de Propiedad Industrial.

¿Cuáles son los desafíos que se vienen para el corto plazo?
Las proyecciones para el 2019 son producir en serie y posicionarnos a nivel regional en el segmento inmobiliario. Además, nos encontramos trabajando en soluciones para instalar este dispositivo en viviendas y establecimientos educativos de la ciudad. El dispositivo es autosustentable porque la energía que requiere para su funcionamiento la genera a través de un panel solar, por lo que no aumenta el gasto energético de las viviendas. Este aparato cuenta con un contenedor de agua y un dispositivo que se adapta en la ducha.

¿Y cómo funciona lo de las temperaturas?
El contenedor tiene luces que se encienden de distintos colores de acuerdo a la temperatura del agua. Al abrir la llave, prende una luz azul cuando está fría, verde cuando el agua tiene la temperatura apropiada para bañarse y roja cuando su temperatura es muy alta. Al reutilizar el agua, además de ahorrar económicamente, el usuario está contribuyendo al cuidado del medioambiente, lo que convierte esta idea en un negocio redondo.

¿A quiénes les gustaría venderles su primer Eco Shower?
A Lucksic, ¡obvio! La verdad es que me encantaría que mi primer cliente fuera mi papá, para que se sienta orgulloso y pueda comprobar que este es un proyecto viable y sustentable. A mediano plazo queremos venderlo en el retail, en las tiendas comerciales tradicionales y que así se vuelva una necesidad o hasta obligación comprarlo. No se trata de simplemente “ahorrar”, sino de valorar un recurso que es vital para todo ser humano. Creo que esa es una razón más que suficiente como para reflexionar al respecto, ¿cierto?

 

“Si solo la mitad de la región se ducha con agua caliente y “deja pasar” el agua fría hasta conseguir la temperatura perfecta, esa agua que se pierde equivale, aproximadamente, a dos piscinas olímpicas todos los días, es decir, seis millones de litros de agua potable”.

“Las proyecciones para el 2019 son producir en serie y posicionarnos a nivel regional en el segmento inmobiliario”.

“El dispositivo es autosustentable porque la energía que requiere para su funcionamiento la genera a través de un panel solar, por lo que no aumenta el gasto energético de las viviendas”.