El kilometraje acumulado por Amanda Lear como artista multifacética y musa de genios cuando desembarcó, en el verano de 1982, en el jurado del festival de Viña del Mar, era impresionante. Para un país aislado y a distancia galáctica del glamour del Primer Mundo, su presencia resultaba propia de un extraterrestre. En Amanda Lear todo era estilo, misterio y extravagancia.
Se había codeado con la crema y nata del arte, el pop y el modelaje mundial. Durante los sesenta desfilaba para Paco Rabanne, Yves Saint Laurent y Coco Chanel, cultivaba la amistad de The Beatles, sostenía un romance con Brian Jones de The Rolling Stones, y era la favorita de Salvador Dalí. En la década siguiente siguió intimando con algunos de los más grandes rockstars: David Bowie, que la alentó como artista musical; Brain Ferry de Roxy Music, para quienes protagonizó la icónica portada de For your pleasure (1973); Keith Moon de The Who, y Jimmy Page de Led Zeppelin.
Aburrida de las pasarelas, se lanzó a la música en plena explosión disco logrando éxito particularmente en Europa. Su voz grave y la bruma en torno al origen extendió rumores que la acompañaron en Viña. Amanda habría nacido como Alain Tap, el 18 de junio de 1939, en Saigón. En 1963, dice la leyenda, cambió de sexo.
La propia Amanda Lear se dedicó a trasladar la cuna y el calendario. Mencionó Hong Kong y Transilvania, y se quitó la edad. A veces decía que su madre era inglesa, luego francesa, vietnamita o china. Su padre era inglés, ruso, francés o indonesio. Confesó que se trataba de estrategia publicitaria mientras canciones de su autoría como Fabulous (Lover, Love Me) y I’m a Mistery (con falta ortográfica para juguetear con el “mister”), agitaban dudas.
En la primera noche de festival del miércoles 17 de febrero de 1982, presentó un show con bailarines enmascarados en plan sadomasoquista, hizo un cover de Walk on the wild side de Lou Reed, para luego despachar synth pop, disco, pasajes crooner y cabaret.
“Qué guapos son los hombres aquí (…) todos con bigotes”, dijo en un rústico español. La Quinta Vergara la aplaudió por su carisma. Como cantante era excelente modelo.