Carolina Hornauer: Cultura sustentable

Fundación Planea

Educar en torno a la sustentabilidad, rescatar los oficios, la alimentación consciente y el cuidado de la tierra fueron parte de la motivación para crear Fundación Planea. Lo que nació al alero de una familia viñamarina, hoy ya es una red de emprendedores y artistas que busca aportar a la transformación de la sociedad para restablecer el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía Javiera Díaz de Valdés

“Somos una familia de Viña del Mar que siempre ha estado ligada al mundo de las ONG, desde el colegio o por el trabajo de nuestra madre, Eleanor Olivares, que es asistente social. Además, nuestro padre, Juan Hornauer, siempre se preocupó de ayudar a los otros. Él estudió en la UTFSM en la época en que había internado, y la educación era gratis y de calidad, y eso siempre lo recalcó. Es con este ejemplo que el 2016 (el año que nuestro padre fallece) fundamos Planea con una mirada de educar en la sustentabilidad y de poder desarrollar talleres de oficios, que nos dimos cuenta eran difíciles de encontrar en la zona. Y también llevar adelante proyectos para la sociedad en general. Es así que comenzamos a armar la malla de talleres y a rehabilitar el espacio donde tendríamos nuestra sede en Recreo, lo que terminamos en diciembre del 2018”, cuenta Carolina Hornauer.

Carolina casi toda su vida ha vivido en Recreo, ahí fue al jardín infantil, colegio y posteriormente estudió arquitectura en la PUCV. Pasó fugazmente un año por medicina de la UV y al terminar la carrera de arquitectura se fue a Barcelona por tres años a estudiar Joyería Artística en la Escola Massana; donde también hizo un máster en Arquitectura Efímera en la Politécnica de Barcelona.

De vuelta en Chile estuvo trabajando en un par de proyectos de arquitectura sustentable. “Nos fuimos a vivir a Limache con mi pareja, y los últimos años he dividido mi tiempo laboral entre la joyería artística, algunos proyectos de arquitectura, mi trabajo en los negocios familiares y, desde el 2016, como directora de Fundación Planea y Fundación Plantae (que dirige mi hermano Camilo)”.

Desde septiembre del 2020 asumió algunas labores extras en la fundación, además del directorio. “Actualmente soy la directora ejecutiva y como somos una organización pequeña todos hacemos bastantes cosas. Tengo contacto directo con los profesores, los alumnos y los colaboradores, en coordinación, contenido, diseño, elaboración de objetivos, comunicación con otras entidades”.

¿Cuáles son los conceptos claves de Planea?
Sustentabilidad y oficios. Es absolutamente fundamental el equilibrio con la naturaleza, por eso nuestro eslogan es “cultura sustentable”. Desde siempre, los oficios tienen una relación directa con la materia, en su esencia suponen una manera de interrelacionarse con el mundo. Olvidar los límites es lo que ha llevado a la humanidad a la profunda crisis medioambiental en que nos encontramos.

PLANEA

“Con la palabra planea queríamos invocar el vuelo de un avión de papel. Creemos que las personas pueden desarrollarse de una manera libre, independiente y sustentable si tienen una comprensión holística de la naturaleza y los efectos de nuestra interacción con ella. Es una metáfora para describir la unión del hombre con la naturaleza —puede que hagas muy bien el avión de papel, pero si no hubiera aire, no va a volar— uno necesita del otro”.

¿Cuál crees que es su principal aporte para la región?
Ofrecer talleres de excelente nivel a un precio justo, en un lugar especialmente habilitado para eso, con profesores dedicados, y donde se puede compartir y aprender junto a otros oficios y a otras personas que están en una búsqueda similar. Además, damos becas para los programas de formación para aquellos que acrediten imposibilidad en el pago.

¿Qué necesidades han detectado?
En la región, como en el país, existe la necesidad de espacios de encuentro y educación para las personas, donde puedan desarrollar actividades, deseos e ideas de la vida y de la sociedad que quieren para sí, sus familias y comunidades. Especialmente, niñas y niños necesitan áreas para crear y aprender junto a otros, más allá de las alternativas de la formación tradicional, las tecnologías y los espacios públicos familiares, cada vez más escasos en nuestras ciudades. Otra necesidad es el apoyo al emprendimiento e innovación que requieren las personas ligadas a los oficios, tanto para mejorar sus competencias de negocios, como para alcanzar una estabilidad en los proyectos que desarrollan.

¿Qué destacarías del equipo de trabajo?
Edgardo Vergara es, lejos, uno de los mejores profesores y joyeros de la zona, también de Chile. En cerámica, la profesora es Mónica Polanco, quien lleva muchos años dedicada exclusivamente a la cerámica y a hacer clases. La profesora de costura, Alejandra Filipponi, vive y entiende la sustentabilidad a partir de su oficio. Ale Gómez es la profesora de Saori, quien se formó en Planea junto a Victoria Picón. Ale es fonoaudióloga de profesión y ha sido un pilar importantísimo en el desarrollo de los programas con los jóvenes de Aparid (síndrome de Down) y adultos mayores con algún grado de discapacidad que han llegado a nosotros.

VOLVER A LOS OFICIOS

“En Planea hemos postulado que debemos cambiar nuestra manera de vivir, tendiendo a una vida más simple. Esta tremenda crisis ha sido para algunos una oportunidad para retomar muchas labores asociadas a los oficios y a darnos cuenta que la sustentabilidad puede ser integrada a nuestra vida diaria”.

¿Cómo les afectó la pandemia?
Uno de nuestros focos está puesto en el aprender haciendo, que más que un cliché, acá es una realidad. El 2020 fue un año en que los profesores junto con el resto del equipo desarrollamos los programas de formación en las áreas de cerámica, joyería y costura y reutilización textil. Al día de hoy estamos terminando este material, ya que una vez que se levanten las cuarentenas comenzaremos con los nuevos programas de estudio.

¿Están realizando trabajo online?
Nos hemos acercado a las personas a través de las redes sociales y los newsletters. Quienes se suscriben en nuestra página web (www.fundacionplanea.org) reciben mensualmente un email con material inédito sobre sustentabilidad, tutoriales que pueden realizarse en casa, recetas de cocina, etc. Este contenido está disponible en la web, donde cualquiera puede descargar los tutoriales y contenidos en formato PDF. Nos parece que estos tutoriales son una manera de fomentar la lectura y el trabajo con las manos, alejándonos un momento del formato video y Zoom que tanto ha colmado la vida de todos.

 ¿Incorporarán nuevos talleres?
El 2020 estaba planificado empezar con el área “cuidado de la tierra” transformando el jardín de Planea en un huerto (setecientos metros cuadrados), pero la contingencia no lo permitió. A inicios del 2021 decidimos darle curso internamente a la limpieza y preparación del terreno para poder empezar a trabajar con la comunidad cuando sea posible. Pudimos armar la compostera y el invernadero usando las maderas restantes de la remodelación de las casas. Pensamos realizar talleres para instalar un sistema de recolección de aguas lluvias, confección de camas altas para huerto, preparación y cuidado de la tierra, etc.

“Ahora estamos enfocados en los programas de estudios que comenzaban el 12 de abril. Nuestra oferta educativa está basada, principalmente, en talleres donde los alumnos avanzan a su ritmo, incorporándose a las clases en cualquier momento. Quisimos abrir una nueva modalidad de estudios, enfocándonos en formar a personas que quieren desarrollarse y dedicarse a la práctica de los oficios, ofreciendo un programa más intensivo, de seis meses, entregando las técnicas elementales, para ayudarlos en su formación. Esperamos comenzar una semana después que se levanten las cuarentenas en Viña y Valparaíso. Serán clases con poco aforo y todas las medidas requeridas”.

“Otra parte importante de los talleres “pre-pandemia” eran los workshops, o talleres específicos con profesores residentes, que son en formato intensivo, como el de cuchillería, zapatería o edición que hemos impartido con profesores extranjeros, y de gran nivel. Esperamos poder retomar esto más adelante”.

¿Cuáles son sus sueños?
Poder retomar los workshops y la residencia asociada; abrir un programa donde podamos seguir trabajando con colegios y volver a hacer educación ambiental. El sueño es que Planea se transforme en un gran huerto y un lugar de encuentro donde los alumnos sientan que este lugar es también su casa. Y lo que nos hace seguir adelante es escuchar a los alumnos cuando te dicen que aquí han encontrado un lugar con el que se identifican, que están felices con lo que hacen y con el lugar.