Con casi dos años en pleno funcionamiento, esta agrícola se ha convertido en la mayor productora y comercializadora de limones del país. Su plus es que todo su proceso, desde plantar la semilla en sus viveros hasta el traslado de miles de toneladas de limones por la ruta nacional, es absolutamente propio. Ventajas que, según su mentor, el empresario Mauricio Zwanzger, se reflejan en la calidad de los cítricos y en el prestigio de su marca, cotizada, especialmente, por el mercado norteamericano y el asiático.
Por Verónica Ramos B. / Fotografía: Francisco Díaz U.
Amante del campo y de la agricultura, el empresario Mauricio Zwanzger Vuskovic disfruta mucho más caminar en medio de las plantaciones de cítricos y observar la fruta que estar sentado frente al computador. Su familia de origen alemán y oriunda del sur de Chile, marcó en él una profunda admiración por el verdor de la naturaleza, pero afirma que si bien hace ocho años vive en esta zona semiárida del norte, le ha tomado cariño a este paisaje.
Químico de formación y dedicado por años a su empresa de agroquímicos en Santiago, decidió retirarse y entregar el mando a uno de sus hijos. El reto siguiente fue buscar asesoría para ver cómo y qué plantar en su campo de ciento cuarenta hectáreas, ubicado en Pan de Azúcar, Coquimbo. Dada las características de este fundo, los agrónomos le recomendaron dos posibilidades: limones u olivos. Descartó este último y contrató al ingeniero agrónomo Christian Gisseleire, con quien diseñó el proyecto para dedicarse por completo a la plantación y producción de tres variedades de limones.
“Lo que buscamos, en ese entonces, era plantar unas doscientas cincuenta hectáreas con una producción de veintidós mil toneladas de limones, con un plazo de diez a doce años. Para eso tenía que comprar otro fundo de cien hectáreas, que adquirí el 2013, en donde estamos ahora, en Tambillos. Este fundo tiene una superficie de doscientas cincuenta hectáreas, pero utilizables para plantaciones solo cien hectáreas, ya que en esta zona el problema del agua es muy crítico”, recuerda el empresario.
Es precisamente en este fundo donde hoy se concentra gran parte del proceso operativo y administrativo de Agrícola San Osvaldo. Llama la atención su moderna y espaciosa construcción de quince mil metros, pero más aún, resulta especialmente atractiva la privilegiada vista que Mauricio Zwanzger tiene desde su oficina. A través de grandes ventanales de vidrio se puede apreciar, y en todo su esplendor, el funcionamiento de la planta de selección de la fruta, con maquinaria de última generación, que por estos meses opera en su mayor peak de producción.
LA GRAN APUESTA
Para llegar a lo que actualmente es San Osvaldo, el empresario construyó primero un packing de menor envergadura y destinado solo a la producción de limones para el mercado interno. Más tarde, comenzaron a exportar, utilizando packing de terceros. “Finalmente, en junio del 2017, pudimos dar funcionamiento a la planta para procesar nuestra fruta”, afirma Mauricio, y agrega que esta etapa fue una puesta en marcha.
¿Es en el 2018, entonces, cuando la empresa se concentra en su máxima producción?
El año pasado fue la primera temporada en que toda la fruta que produjimos se procesó en esta planta. Además de los limones, tuvimos el primer proceso de clementinas y mandarinas, pero en menor cantidad. Ahora, para los cítricos dulces, es decir, naranjas, clementinas y mandarinas, estamos construyendo otro packing que compramos en La Cantera.
¿Y cómo evalúa esta primera producción de limones?
Mejoramos sustancialmente la calidad del producto. Al tener el control de cuándo se procesa el limón, pudimos modificar las pautas y comenzamos a cosechar limones mucho más maduros, sin tener que exponerlos por tanto tiempo en las cámaras de etileno para desverdizarlos. Eso significó que nuestra fruta fuese mucho mejor que la que sacábamos antes, cuando la procesábamos en packing de terceros. Además, el año pasado, fue la primera vez que el limón chileno entró a Estados Unidos bajo el control de Systems Approach, modalidad que, sin duda, nos permite entregar la fruta en óptima calidad al mercado. La gran ventaja de nuestra empresa es que toda la fruta que exportamos la producimos nosotros, de manera que llegar certificados a Estados Unidos ha sido un cambio enorme.
¿Cuáles son los otros destinos de exportación?
Inglaterra, Japón y Corea, pero el mayor porcentaje es a Estados Unidos.
¿Qué porcentaje de los limones queda en el mercado nacional?
El cincuenta por ciento de la fruta se queda en Chile y la otra mitad se va al extranjero. De esa mitad que queda en Chile, un noventa por ciento va al retail. El otro diez por ciento se vende a feriantes, minoristas y en plantas de jugo como la Coca Cola.
¿Qué variedad de limones produce San Osvaldo?
Tenemos doce tipos de limones y cada cliente pide un calibre determinado. De las calidades que manejamos destacan el Fancy, que es el limón extra, sin detalles, y el Choice, que es el limón con algún detalle cosmético, pero que llega en buenas condiciones al extranjero. Cada tipo tiene seis calibres distintos.
Recién hablaba de desverdizar los limones, ¿en qué consiste este proceso?
Una vez que los limones llegan del huerto a la planta, se lavan y se separan por colores desde el más amarillo hasta el más verde. Dependiendo del color son los días de desverdizado que debemos darles, es decir, quitarles el verdor. El color 1 y 2 se embalan directamente; los colores 3, 4 y 5 tienen entre uno a cuatro días de desverdizado y el 6, que es un dos por ciento de la producción, llega a cinco días de desverdizado.
¿Cuántas personas trabajan en San Osvaldo?
Alrededor de cuatrocientas personas de manera permanente y en esta época, que es de exportación, contratamos unas seiscientas personas más, a través de empresas contratistas.
INTEGRACIÓN VERTICAL
A los fundos San Osvaldo y Tambillos, el empresario agrícola fue sumando nuevas tierras y plantaciones, entre ellas, Cruz de Caña con 96 ha, El Peñón de 68 ha y San Agustín de 94 ha. El limón, su producto estrella, es el que abarca la mayor cantidad de hectáreas plantadas con un total de 310 y con una producción anual estimada de 17.633 toneladas. Muy por debajo le siguen las naranjas (2.962 toneladas), las mandarinas (1.612 toneladas) y las clementinas (960 toneladas). En menor escala, San Osvaldo cuenta, también, con plantaciones de pomelo y kumquat, frutos que, en el 2021, darán su primera producción.
¿Qué proyecciones tienen respecto al aumento de producción de limones en cinco años más?
Actualmente, somos los mayores productores de limones del país. Si pensamos en una full producción y considerando los cinco fundos, en el 2026, esperamos superar las veintiséis mil toneladas de limones. Este es un rubro que tiene buenas posibilidades porque Chile produce muy buenos cítricos y el próximo año, con la apertura al mercado chino, sin duda, mejorarán las expectativas.
¿Qué atributos tiene este sector para la plantación y producción de cítricos, considerando su escasez de agua?
Los cítricos en esta zona tienen una gran ventaja respecto al resto del país y es que no hay heladas o nos afectan muy poco, por eso contamos con limones durante el verano. Los cítricos de esta región son mucho más jugosos que los de la zona central y la desventaja es que todos los cítricos, como toda planta con hoja perenne, requieren más agua que la hoja caduca.
¿Y en ese sentido, como manejan el abastecimiento del agua?
Utilizamos riego tecnificado y, además, hemos incorporado otras tecnologías que ayudan al rendimiento del agua, como es el uso de polímeros de acrilamidas que retienen mucha agua y la van liberando lentamente. Usamos un producto francés que se aplica directamente con el riego, lo que nos permite bajar el consumo de agua de doce mil metros cúbicos por hectárea a cinco mil. Eso es lo que utilizamos en Tambillos. Ahora, esta zona se está secando y no hay mucho más que hacer… se acaba el agua se termina la producción, así de drástico.
¿Cuál es el mayor plus de San Osvaldo?
La integración vertical. Todo el proceso que requiere la producción de nuestra fruta la realizamos nosotros. Como toda la fruta es nuestra y todos nuestros cuarteles están certificados, no tomamos fruta de terceros para exportar, de manera que la calidad es la misma y eso hace que la marca tenga su prestigio. Contamos con un departamento en la empresa que se dedica a las certificaciones y estamos permanentemente revisando los protocolos y actualizándonos, porque es un requisito fundamental. Queremos seguir progresando y la verdad es que el tiempo pasa tan rápido que no sé si alcanzaré a realizar todo lo que quiero, pero de momento esta es mi pasión.
“… el año pasado, fue la primera vez que el limón chileno entró a Estados Unidos bajo el control de Systems Approach, modalidad que, sin duda, nos permite entregar la fruta en óptima calidad al mercado”.
“El cincuenta por ciento de la fruta se queda en Chile y la otra mitad se va al extranjero. De esa mitad que queda en Chile, un noventa por ciento va al retail”.
“Si pensamos en una full producción y considerando los cinco fundos, en el 2026, esperamos superar las veintiséis mil toneladas de limones”.
