Desde sus inicios como voluntario en un hospital público hasta su rol como director de la Escuela de Tecnología Médica de la PUCV, el académico e investigador Claudio Zett ha forjado una trayectoria marcada por el compromiso social, la docencia y la investigación aplicada.
- Apasionado por la imagenología ocular y por la enseñanza, el profesor ha contribuido al diagnóstico clínico y la formación de nuevas generaciones de especialistas.
Proveniente de Chimbarongo, Región del Libertador Bernardo O’Higgins, Claudio Zett (41) comenzó a desarrollarse profesionalmente desde muy joven, evidenciando siempre un gran sentido de responsabilidad social y una vocación orientada al servicio de los demás. Durante sus estudios de tecnología médica fue voluntario en el Hospital de San Fernando, lo que reflejó su temprano interés por establecer vínculos directos con los pacientes. Luego, ya egresado de su carrera y especializado en oftalmología con excelentes calificaciones, se desempeñó en una reconocida clínica de Viña del Mar, donde ejerció durante 15 años, desarrollando funciones de apoyo diagnóstico en diversas patologías oculares.
De manera paralela a su ejercicio clínico, canalizó su motivación por la transferencia de conocimientos disciplinares hacia el ámbito académico, ingresando con 26 años a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) para contribuir en la creación de la carrera de Tecnología Médica. Allí inició un camino académico que no solo estaría centrado en la docencia de pregrado, sino que se consolidaría con la obtención del grado de Doctor en Oftalmología y Ciencias Visuales en la Universidad Federal de Sao Paulo, Brasil.
Claudio Zett es un apasionado de su profesión, del contacto con las personas y con los estudiantes. El motor de su trabajo ha sido siempre la imagenología ocular y desde ahí se dedica a enseñar la disciplina a las futuras generaciones de tecnólogos médicos y a contribuir a la ciencia mediante su investigación y las numerosas publicaciones que ha indexado en reconocidas revistas científicas.
¿Qué es lo que más le apasiona de la tecnología médica?
Primero, que hay mucha responsabilidad y el desafío de enseñar me lo tomo muy en serio. El diagnóstico del paciente depende de las habilidades y de los conocimientos para poder ayudar al médico oftalmólogo. El tecnólogo médico, por definición, es un profesional de apoyo diagnóstico. Entonces, poder indagar en lo que tiene el paciente y, después, que el médico tenga la posibilidad de decirle cuál es su evaluación e iniciar un tratamiento, es muy gratificante.
¿Cuál es su principal motivación para hacer docencia?
Es muy satisfactorio poder ayudar a las personas y hacerlo a partir del desarrollo tecnológico. Creo que eso es lo que más me motiva de ser tecnólogo y es lo que, de alguna manera, me da la fuerza para enseñar a mis estudiantes aquello que vivo con tanta pasión. Esto es algo que se ve reflejado constantemente en las opiniones de los alumnos, que reconocen esta motivación. Sin embargo, esto implica mucha rigurosidad para ellos.
¿Cómo se inicia en el camino de la investigación?
En un inicio colaboré en el primer proceso de validación curricular de la carrera de Tecnología Médica en la PUCV, el año 2010, y oficialmente me incorporé a la planta docente en 2012. No ingresé como profesor investigador, porque no lo era en aquel entonces, pero era importante avanzar hacia el desarrollo de la investigación, por lo que tomé la decisión de potenciar mi carrera académica, alineándome con las necesidades de la institución para promover la generación de conocimiento disciplinar. Me gusta la oftalmología y lamentablemente en Chile no existen doctorados ni magísteres en salud visual, por lo tanto, la alternativa que más me motivó fue la Universidad Federal de Sao Paulo.
GESTIÓN ACADÉMICA
En el marco de su trayectoria profesional en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Zett ha desarrollado labores de docencia e investigación, al mismo tiempo que ha asumido diversas funciones en el ámbito de la gestión universitaria, contribuyendo activamente a los requerimientos institucionales en materia curricular, organizacional y de vinculación con el medio.
Actualmente, ejerce por segundo período consecutivo el cargo de director de la Escuela de Tecnología Médica, desde el cual impulsa tanto el fortalecimiento y proyección de la carrera como el apoyo al perfeccionamiento académico de sus colegas, replicando las oportunidades de desarrollo que él mismo ha experimentado. En este contexto, considera que su principal responsabilidad como director es retribuir el esfuerzo colectivo mediante un liderazgo orientado al servicio, al desarrollo disciplinar y a la excelencia en la formación profesional.
¿Cuál es la marca que busca imprimir la Escuela de Tecnología Médica de la PUCV?Primero, el sello valórico de la Universidad es sumamente importante para nosotros, y en la Escuela lo hemos sabido entender como responsabilidad social. Por eso, constantemente estamos haciendo operativos, nos vinculamos con las instituciones de salud y con los territorios, particularmente donde más se necesita. Otro factor fundamental es el desarrollo científico, de promover un modelo concreto y real de medicina basada en la evidencia como principio en la formación de profesionales de la salud. Para esto ha sido fundamental contar con infraestructura y equipamiento de primer nivel, dispuestos en laboratorios completamente equipados, dando origen a nuestros centros de atención clínica altamente especializados. Por lo tanto, los estudiantes tienen la posibilidad de entrenarse con tecnología de punta para después insertarse en el mundo laboral de manera más efectiva.
FUTURA FACULTAD DE SALUD PUCV
La PUCV proyecta la creación de una Facultad de Salud ¿Cómo contribuiría esto al desarrollo de la carrera?
Creemos que una futura Facultad de Salud de la PUCV es una gran oportunidad para la Universidad. Todas las casas de estudio, a medida que van creciendo, tienen que apuntar hacia la complejidad, lo que implica reorganizar las estructuras académicas administrativas que permitan potenciar el desarrollo de las diversas áreas del conocimiento. Por otra parte, permite visibilizar las fortalezas y capacidades que la Universidad tiene en este ámbito del saber.
¿Cómo visualiza su trabajo en los próximos años?
Este es mi segundo periodo en la dirección de la Escuela y al culminar pretendo retomar funciones clínicas, concentrarme en la investigación y el desarrollo del postgrado disciplinar, aunque siempre estoy abierto a asumir roles de liderazgo y representación para enfrentar nuevos desafíos. Seguiré haciendo docencia y continuaré colaborando para la creación de un Centro de Investigación Interdisciplinario en Biomedicina, Biotecnología y Bienestar financiado por el proyecto FIU Frontera, además de mi reciente incorporación al claustro de profesores del Doctorado en Industria Inteligente, lo que me mantendrá bastante ocupado por un buen tiempo.