Según el informe Infraestructura Crítica para el Desarrollo 2018-2027 de la Cámara Chilena de la Construcción, nuestro país tiene hoy un promedio de 4,2 metros cuadrados de espacio público por habitante. En el norte, la cifra disminuye a 2, 2 metros cuadrados y de esta cifra, no hay certeza de cuánto corresponde a áreas verdes. Con estos datos en mano, los profesionales de Verdical se propusieron buscar soluciones concretas para que las futuras generaciones vivan en un entorno más feliz, abriendo lugares para la naturaleza.
Por Catalina Aparicio / Fotografías Rodrigo Herrera
Lo que nació como un proyecto de grado para alcanzar un Magíster en Administración de Empresas, hoy es la pasión que mueve día a día a cuatro jóvenes innovadores. Con diploma en mano, decidieron que esa idea, en la que tanto trabajaron, debía volverse realidad.
Así, Carlos Herrera, ingeniero comercial, Rodolfo Tapia, sicólogo, Ricardo Jeria y Daniela Núñez, ambos periodistas, dieron forma a este hermoso emprendimiento que busca llenar el norte de jardines verticales.
Daniela, cofundadora de Verdical, jardines verticales, nos cuenta cómo nace este verde proyecto que busca generar espacios verdes en cada rincón de un norte dominado por ocres y azules.
¿En qué se basaron para crear Verdical?
Nos fijamos en una problemática de la ciudad, que era la falta de áreas verdes en Antofagasta, lo que coincidió, en ese tiempo, con un proyecto que se estaba ejecutando a nivel municipal, de pintar las calles de verde, lo que produjo un gran debate. Eso a nosotros nos hizo reflexionar y comenzar con la búsqueda de soluciones, haciendo un estudio de factibilidad del proyecto.
Los jardines verticales son una tendencia mundial desde hace algunos años ¿Por qué no se había hecho antes en la ciudad?
Creo que fue por falta de conocimiento, ya que las condiciones climáticas y ambientales en general son normales para poder construir jardines verticales. Hay que admitir que es caro, tal vez ese factor fue el más incidente. No se tenían las herramientas adecuadas y había que mandar a pedirlas a Santiago. Además, trabajar con especies nativas es difícil, pero es algo que supimos resolver desde el principio, gracias a la colaboración de otros profesionales, quienes nos fueron asesorando y enseñando.
¿Qué ofrece Verdical?
Hay que destacar que cada uno de los programas que llevamos a cabo en Verdical, incluye la asesoría de otros profesionales que entregan sus conocimientos y dan herramientas a los estudiantes, quienes no sólo van aprendiendo de la teoría, sino desde el terreno. Nuestro programa tiene una duración de entre seis y ocho meses de trabajo y hay módulos en los que participan profesionales como arquitectos y paisajistas, entre otros. Cuando ingresamos a un establecimiento educacional lo primero que hacemos es un diagnóstico de lo que necesitan y una vez definido eso, generamos una propuesta que puede abarcar desde la creación de un jardín vertical hasta un programa que, además, vaya acompañado de alguno de los doce talleres que ofrecemos.
Hace poco se llevó a cabo el Carnaval de Innovación en Verde, cuéntanos de esa experiencia.
La actividad tuvo lugar en el Parque Croacia y creo que se logró una gran convocatoria. Por lo general, trabajamos con veinte a veinticinco estudiantes en nuestros talleres, por eso la iniciativa del carnaval era llegar a muchos más. Finalmente, fueron mil ochocientos estudiantes los que participaron durante las dos jornadas.
¿Continuarán con este evento?
Un rotundo sí. Queremos replicar esta actividad todos los años, llevarla a otras comunas y, por qué no, a otras regiones. Nuestro sueño es que sea un carnaval itinerante, al cual se una la mayor cantidad de personas. Esto lo lograremos con el apoyo de las instituciones públicas, pero también hacemos el llamado a la empresa privada, para que se vaya sumando a estas lindas iniciativas que nos benefician a todos.
¿Con cuántas instituciones educacionales están trabajando hoy?
En Tocopilla estamos trabajando con “La Red Forjadores Ambientales”, que son once establecimientos educacionales. Con ellos trabajamos con talleres como: riego por goteo, filtros purificadores de agua, cuidado del recurso hídrico, el porqué es necesario tener áreas verdes y la importancia de reutilizar los materiales que tengan en sus casas. En Antofagasta estamos trabajando con el Liceo La Chimba, la Escuela Ecológica, Escuela Italia, Javiera Carrera, Cosafa y Arturo Prat. Son más de quince establecimientos en total.
¿Cuáles son los desafíos que se vienen en el corto plazo?
Explorar una línea de negocios para vender los jardines verticales a particulares, a casas y departamentos, porque queremos crear zonas verdes y utilizar nuestros espacios de manera sustentable.
¿Sientes que ha sido un éxito Verdical?
Nosotros, desde el principio, quisimos trabajar con quienes consideramos que son los agentes de cambio, y esos son los niños, porque vienen con otra mentalidad y son los llamados a originar una nueva cultura en nuestra sociedad. Más que un éxito, creemos que hemos cumplido con nuestro objetivo. Los cuatro profesionales estamos ciento por ciento comprometidos con esto y nos sentimos orgullos de todo lo logrado en estos casi cuatro años.
¿Involucran a las familias?
Lo que hace diferente a este proyecto es que involucramos a todas las personas, estudiantes, profesores, apoderados. Aún falta seguir trabajando, pero ya es muy relevante que algunas instituciones educacionales tengan implementados temas de emprendimiento, por lo que los estudiantes ya están familiarizados con eso y reciben apoyo para generar sus propias empresas y ejecutar sus ideas.
¿Cuál es tu visión respecto al emprendimiento en nuestro país? ¿Hay instancias? ¿Se ha mejorado el apoyo?
Creo que existe una nueva cultura de emprendimiento, las instancias están y el apoyo existe, pero aún siento que falta un poco más de compromiso del mundo privado. En general, son ideas que están bien focalizadas y que han ganado reconocimiento a nivel nacional y hasta internacional, así que ser parte de ese mundo para nosotros es muy estimulante.