Rafael Contreras: Una nueva Antofagasta

Desde sus primeros años, se sintió seducido por la idea de convertir en realidad todos sus sueños e ideas. Por eso decidió ser arquitecto y apenas unos años después de titulado, se hizo parte de uno de los proyectos urbanísticos más innovadores de la ciudad: Costa Laguna, una verdadera revolución en la forma de vivir en una de las ciudades más importantes del norte.

Por Catalina Aparicio / Fotografías Rodrigo Herrera

“¿Sabes? Lo lindo de la arquitectura es que transforma una idea en obras que se construyen para beneficio de todos. Si esas obras se hacen bien y perduran en el tiempo terminan transformándose en elementos memorables que hacen que las personas sientan arraigo y cariño por su tierra”. Así define su profesión Rafael Contreras, arquitecto y director de Desarrollo e Infraestructura Inmobiliaria Aconcagua, quien desde su época de estudiante en la Universidad Católica del Norte ha sido testigo y protagonista del desarrollo de una ciudad, que hoy sueña y proyecta. Casado con la Abogado Alejandra Varas Campos y con un hijo, Rafael Antonio, de apenas un año y medio, espera que su trabajo sea un aporte al desarrollo del territorio.

¿Por qué elegiste la arquitectura como profesión?
Siempre me gustó la idea de poder imaginar y dibujar algo que luego se convirtiera en realidad. Fue mi padre quien me regaló mi primer tiralíneas y un libro de dibujo técnico cuando iba en cuarto básico, con el cual aprendí a dibujar en perspectiva los planos de mis juguetes armables.

¿Había algún referente en tu familia?
¡Para nada! Mi padre es tornero mecánico y mi madre asistente social. Ella y mi abuelo trabajaron años en SERVIU. Quizás entonces algo me quedó grabado, porque cuando era niño vi la pasión de ambos en su trabajo por entregar una vivienda a alguien, por eso entendí desde muy chico la importancia que tenía la casa propia para las familias.

¿Qué disciplina te cautivó más de la arquitectura? ¿El urbanismo, el diseño, la planificación?
En mi caso, he tenido la fortuna de trabajar en todas ellas al estar a cargo de las distintas áreas de proyectos inmobiliarios en extensión y altura, así como también de las áreas de macroinfraestructura del proyecto Costa Laguna, donde se desarrollan todas las escalas de proyecto al mismo tiempo, pues, en estricto rigor, estás trabajando un proyecto del tamaño de una verdadera ciudad.

¿Cómo llegaste a tu actual trabajo en Costa Laguna?
En el 2006 entré a través de un aviso en el diario donde buscaban un arquitecto recién titulado. Me animé, mandé mis antecedentes y quedé. Hice carrera y en el 2011 comencé a trabajar en Inmobiliaria Aconcagua ocupando el cargo de Director de Desarrollo de la empresa, donde desarrollamos el proyecto Costa Laguna acá en Antofagasta.

CIUDAD

Para Rafael, su vida profesional ha potenciado todos los conocimientos adquiridos en su época de estudiante. “En la escuela se aprende a pensar fuera de la caja, a ser propositivos. En el ámbito profesional mantenemos lo anterior, pero se direcciona, como en mi caso, hacia el área inmobiliaria, hacia los proyectos urbanos y de macroinfraestructura”, declara el arquitecto.

¿Cómo describirías Antofagasta, Iquique u otras ciudades del Norte?
¡Corajudas!, porque hay que tener valor para vivir aquí, hay que tener ganas de ponerle el hombro para hacer que las plazas tengan verde, para hacer crecer un parque, para ganarle un metro cuadrado al desierto con urbanizaciones perdurables, con edificios y casas que sean nuestro cobijo en el desierto más árido del mundo.

¿Cuáles son las potencialidades de este territorio?
Tenemos un clima increíble que nos permite estar al aire libre casi todo el año. Tenemos energía que es infinita y que es posible de aprovechar con celdas fotovoltaicas en nuestro propio techo. Somos dueños de un litoral que casi no aprovechamos y, por supuesto, de atardeceres memorables que hacen que todos los colores de casas y edificios destaquen contra los cerros rojizos durante la puesta de sol.

¿Qué destacarías del desarrollo de nuestras ciudades?
Creo que se ha hecho bien el trabajo en el litoral; las playas artificiales y distintos parques en la costanera nos dan la oportunidad de recorrerla en bicicleta corriendo o paseando.

¿Cómo has visto evolucionar Antofagasta?
En el transcurso de los años se ha potenciado la multiculturalidad de la ciudad, hoy vemos otras caras, nuevos modismos, esta inmigración también tiene necesidades de vivienda, salud y educación. Muchos de ellos probablemente harán de Antofagasta su ciudad definitiva y sus hijos habrán nacido en esta tierra. Su llegada trae consigo desafíos de integración y crecimiento donde todos estamos llamados a aportar.

¿Cómo visualizas la expansión de las ciudades del norte?
Deberemos encontrar la forma de hacerlas más amables y atractivas para vivir y menos dependientes de una sola fuente de ingresos como lo es el cobre. Me gusta el caso de Iquique y La Serena que potencian tanto o más la plataforma turística que la plataforma productiva minera. Eso las hace mucho más resistentes a los vaivenes propios del precio internacional del cobre. Debemos desarrollar ciudades que sean suficientemente atractivas para invitar a que más familias deseen vivir aquí.

URBANISMO

Durante el transcurso de su vida profesional, Rafael ha sido testigo de cómo las personas han retornado al concepto de vida de barrio, donde cada núcleo tenga acceso a espacios de convivencia, resguardando su privacidad. “Las familias buscan, de la seguridad y protección de vivir juntos, la posibilidad de compartir bienes comunes como quinchos o áreas verdes resguardadas, pero al mismo tiempo buscan el cobijo y la intimidad de su hogar para disfrutar con su pareja, amigos y familia. Lograr esa mezcla es la clave para crear espacios cómodos y a salvo”, destaca el arquitecto.

¿Te gusta la vida de barrio?
Es lo que más tratamos de potenciar en nuestros proyectos diseñando áreas verdes al interior de los conjuntos habitacionales, a la vez que la construcción proporcione un espacio público de calidad y asequible a toda la comunidad. De esta forma, entregamos la posibilidad de interacción entre vecinos.

 ¿Qué piensas de la integración social?
Es una de las formas de solución a la brecha social chilena. Al definir en un mismo proyecto las mismas especificaciones técnicas y superficies construidas a familias vulnerables y de sectores medios logras que no haya el sesgo inicial de discriminar por el lugar donde vives o por el tamaño de tu casa.

¿Cómo podría optimizarse el crecimiento de la ciudad?
Lo primero es decir que concentrar no es sinónimo de optimizar. Las ciudades óptimas son aquellas capaces de ofrecer calidad de vida y vivienda asequible en el centro de la ciudad y también en la periferia, dando posibilidad de elección a quien desee vivir en departamento y a quien desee vivir en casa. A quien desee estar cerca de todo y a quien desee algo más retirado y menos bullicioso.

En Costa Laguna hemos propiciado la llegada de equipamientos y servicios para nuestros vecinos partimos desarrollando viviendas, parques y un Colegio y actualmente estamos construyendo un Outlet Mall y próximamente dispondremos de un supermercado en el sector.

¿Cómo definirías calidad de vida?
Creo que calidad de vida hoy en día significa tener tiempo para ti. Para estar con los tuyos, para dar un paseo. Las mejores ciudades del mundo tienen espacios públicos llenos de gente porque tienen tiempo y ganas para ocuparlos.

En Costa Laguna desde el principio pusimos énfasis en la ejecución de parques públicos abiertos a toda la comunidad reforzando la idea que las personas no necesitan atravesar toda la ciudad para encontrarse con un entorno de calidad.

¿Crees que la conectividad es importante?
Es esencial. Las ciudades no dejarán de crecer ni expandirse. Dentro de la ciudad —si el tiempo de desplazamiento disminuye— la sensación de cansancio y estrés que tienen las personas al desplazarse a diario hacia sus lugares de trabajo bajaría significativamente.

Fuera del área urbana urge actualizar y ampliar la conectividad de Antofagasta con una vía de calidad hasta Chañaral al menos. También debiera ampliarse la conectividad con Calama, pues la doble vía solo cubre una porción del camino entre dos de las principales ciudades mineras del mundo.

¿Cuál es el rol del sector público en los proyectos privados?
El sector público está llamado a disminuir la burocracia en todos los procesos y procedimientos vinculados al área de proyectos. Mientras más se agilicen, más desarrollo y crecimiento habrá para la región y su comunidad.

¿Cómo sueñas Antofagasta?
La sueño con más áreas verdes regadas con agua tratada que no fue a dar al mar, con luminarias alimentadas con baterías de litio de la región. La sueño con más espacios sombreados que permitan a su gente disfrutar de más horas día de sus espacios públicos.

¿Qué proyecto sería el más importante en tu vida?
Mi proyecto más importante es familiar. Junto a Alejandra me gustaría que mi hijo viera una ciudad aún más desarrollada, más pujante y aún más abierta al mundo.