María Jesús Sánchez: Jardines ecológicos

arquitecta del paisaje y paisajista

Desde Pichilemu, María Jesús se ha transformado en un referente en la creación de jardines naturalistas que promueven la biodiversidad, con un enfoque sostenible y respetuoso con el entorno. A través de @olapaisajismo explica cómo hacer jardines que sobrevivan a la salinidad, a la exposición del viento, a la arena e, incluso, a la arcilla. Y no morir en el intento. “El paisajismo es arte. Me inspiro mucho en la naturaleza porque los grandes diseños están ahí, en la creación de Dios y el universo”.

Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza @olapaisajismo

Con el pelo al viento camina entre lirios de mar, romeros marinos, lavandas, doquillas y chaguales. Su inagotable creatividad, paciencia y amor por lo que hace la han llevado a imaginar y ejecutar jardines de ensueño que fomentan la diversidad biológica. Para ella, la incorporación de flora nativa es clave, “implica proteger a las abejas nativas, recuperar el suelo y conservar las especies endémicas”.

Dice que siempre fue el paisajismo. “La naturaleza es una fuente divina y perfecta de luz. En ella está la creación más perfecta, el paisajismo en forma natural”.

¿Qué te provoca la naturaleza?
Una profunda admiración y respeto. Desde la majestuosa cordillera de los Andes hasta sus costas bañadas por el Pacífico, el país ofrece una biodiversidad única y paisajes impresionantes que muestran la interacción constante entre el mar, las montañas y los valles. Me genera una sensación de conexión con la tierra, un lugar donde la naturaleza tiene un papel primordial y que invita a la reflexión sobre la importancia de preservarla.

¿Cuál es tu propuesta?
Lo que identifica mi trabajo son jardines naturalistas, jardines nativos y jardines que imitan a la naturaleza, más asilvestrados, que elevan los índices de biodiversidad, que atraen más mariposas, abejas, murciélagos, chinitas. Al hacer este control biológico se genera esta propuesta que tiene que ver con jardines de baja mantención.

Con estudios en Chile y Barcelona, ha ejecutado más de ochenta proyectos, algunos junto a Camila Illanes, su exsocia. Su llegada a Pichilemu la impulsó a desarrollar el paisajismo costero en la región —de bajo consumo hídrico y mantención—, con asesorías en Matanzas y Puertecillo.

Actualmente imparte cursos de paisajismo sostenible con gran éxito de convocatoria. «Dirigidos tanto a quienes quieran diseñar y construir jardines inspirados en la naturaleza, como a aquellos que buscan contribuir ecológicamente al medio ambiente desde sus propios espacios, mis cursos son un llamado a tomar conciencia sobre nuestro impacto en el ecosistema”.

¿Cuál ha sido el proyecto más desafiante que has enfrentado en un entorno costero?
Uno que hice con @bioantuecoingenieria, un proyecto ecosistémico que incluye una eco laguna y un jardín comestible de Michael Bianqui y Los Lobos Records, un estudio de música que está frente al mar en Punta de Lobos, que incorpora un humedal depurador con distintos circuitos y caminos, como una pasarela que llega a un sector de bebedero de aves.

María Jesús comenta que los diseños deben ser respetuosos con el ecosistema marino, evitando la alteración de los hábitats naturales. “Los paisajistas deben seleccionar especies que puedan sobrevivir en condiciones difíciles y lograr una integración armoniosa con el paisaje”.

¿Cómo influye la salinidad del suelo y el viento en la selección de especies vegetales?
La salinidad afecta la capacidad de las plantas para absorber agua, por lo que es esencial elegir especies que puedan tolerar suelos salinos. El viento puede causar desecación de las plantas, por lo que las especies deben ser resistentes a las ráfagas y, a menudo, se requieren plantas de crecimiento bajo o arbustos que sirvan de barrera contra el viento.

¿Qué especies de plantas consideras imprescindibles para un jardín costero resiliente?
Algunas plantas costeras resistentes incluyen el lirio de mar (Agapanthus), el romero marino (Rosmarinus officinalis), la lavanda (Lavandula), pero no tan cerca del nivel del mar, la salvia (Salvia officinalis), y algunas especies de hierbas como el pasto de dunas o gramíneas. Estas plantas se adaptan bien a la salinidad y las condiciones de viento.

“El paisajismo costero puede contribuir a la conservación mediante la elección de especies autóctonas, la restauración de hábitats naturales como las dunas y la protección de las costas frente a la erosión. Además, las prácticas de paisajismo que minimicen el uso de químicos y fomenten la biodiversidad local pueden ser fundamentales para mantener un ecosistema saludable”.

En cuanto a las tendencias en paisajismo costero, dice que han evolucionado hacia un enfoque más sostenible y resiliente, con un mayor énfasis en la restauración de hábitats naturales y la utilización de especies nativas, endémicas y en peligro de extinción. “El uso de tecnologías para gestionar el agua, la reducción del impacto ambiental y la integración de elementos de diseño que respeten las dinámicas naturales del entorno costero también se han convertido en tendencias clave”.

¿Hay alguna tecnología o innovación que consideres clave para el futuro de este tipo de jardines?
Las tecnologías que facilitan la gestión eficiente del agua, como los sistemas de riego inteligente y la recolección de aguas pluviales, serán fundamentales. Por eso en mis proyectos siempre me gusta trabajar con @bioantuecoingeneria con implementación de eco lagunas y piscinas naturales.

¿Qué consejos le darías a quienes quieren diseñar su propio jardín costero en casa?
Es importante seleccionar plantas resistentes al viento y la salinidad, y tener en cuenta la orientación del jardín para proteger las especies del viento fuerte. Considerar el uso de elementos naturales como piedras y maderas locales, y priorizar la sostenibilidad, utilizando materiales reciclados o reciclables. Además, se deben asegurar de que el diseño respete y potencie la biodiversidad local.

“Al tener esta comunidad vegetal, formamos un gran ecosistema y generamos un jardín ecosistémico en donde hay vida, hay alimento, hay néctar, polen, semillas, y estamos ayudando a la conservación y a la biodiversidad local del entorno costero”.

Si tuvieras que elegir una sola planta que represente la esencia de los jardines costeros, ¿cuál sería y por qué?
La Ochagavia litoralis es una especie de planta endémica de Chile que sobrevive, incluso, en suelos ácidos y en lugares con alta humedad. Es conocida por su belleza, ya que tiene hojas de un color verde intenso que se tornan rojizas en ciertas épocas del año y se caracteriza por sus flores rosadas o lilas que crecen en inflorescencias y son maravillosas. Además de su valor ornamental, tiene un rol importante en la ecología de las zonas donde crece, al proveer hábitats para diversas especies de fauna y contribuir a la biodiversidad del bosque nativo chileno.