Julieta Martínez: La voz de la generación Z

fundadora de Tremendas.cl

Tiene diecisiete años, dos hermanos y una diabetes que le enseñó a ser disciplinada a temprana edad. Todo un referente en el activismo social, forma parte del Beijing+25 Youth Task Force, que reúne a jóvenes líderes del mundo y es representante de ONU Mujeres. Desde la plataforma digital Tremendas busca generar cambios y demostrar que, juntas, pueden lograr cosas gigantescas y dar vuelta el marcador. “El valor de la colaboración y el erradicar la competencia entre mujeres son los dos principios fundamentales que tenemos como Tremendas”.

Por Macarena Ríos R./ Fotografías Andrea Barceló A.

“Tengo la manía de caminar mientras hablo”, me confidencia una Julieta entusiasta, alegre y con las ideas tremendamente claras. Habla rápido, acaba de terminar tercero medio y cuenta que le atrae el Derecho, las Ciencias Políticas y la Sociología. El cóctel perfecto para una activista social, cuya voz interior la movió, desde chica, a dejar la zona de confort y a aventurarse a buscar su propio camino.

¿Te sientes un agente de cambio?
Para mí un agente de cambio es una persona que entiende que tiene que salir de la zona de confort y pasar a la acción. Si tengo la oportunidad de buscar niñas, jóvenes y adolescentes que tienen algo que contar y quieren pasar a la acción, si tengo las herramientas para poder ayudarlas a cumplir con sus objetivos y metas para que puedan desarrollarse, formarse y seguir avanzando, sí, soy un agente de cambio.

La plataforma digital Tremendas —que creó a los quince años— fue un catalizador en su vida. Le movió el piso y la hizo ver las cosas desde la otra vereda. “Tal vez conocer otros testimonios no te reviente la burbuja, pero la empieza a agrandar. Antes de Tremendas mi realidad era muy pequeña, pero cuando me embarqué en esto conocí a chicas de Ecuador, Costa Rica, Guatemala y no solo me di cuenta de que hay problemas que se repiten en todos lados, sino que si nos quedamos solo en un espacio, en un sector, no vamos a alcanzar la diversidad ni la inclusión de la que tanto hablamos”.

Primero partió en Chile buscando a niñas y adolescentes que quisieran emprender, y desde sus talentos mejorar el mundo y ayudar en causas de impacto social. Poco a poco la plataforma comenzó a internacionalizarse gracias al alcance de las redes sociales y a su trabajo en la plataforma de acción Beijing+25. Pero el boom fue en pandemia. “Cuando abrimos la segunda etapa de postulaciones para Tremendas global, llegaron chicas de España, de Dinamarca, de Inglaterra, de Alemania. Nos llamó mucho la atención y nos dimos cuenta de que la idea de Tremendas —la de conectar, visibilizar y potenciar talentos con sentido— puede ayudar a muchas chicas, independiente del contexto en el que vivan”.

¿A qué lo atribuyes?
El hecho de trabajar en la plataforma de acción Beijing+25 Youth Task Force me ha abierto puertas a un nivel más internacional, he podido relacionarme con gente de muchos lugares del mundo y me ha ayudado a generar otras conexiones, por ejemplo, con amigas que he conocido de Sudáfrica, de Turquía, de Japón.

 TALENTOS CON SENTIDO

“Cuando se habla de potenciar el talento con sentido es entender el talento con propósito. Siento que hay harto prejuicio hacia la generación Z, mi generación. Dicen que solo gritan, que no hacen nada, que no buscan soluciones y me gustaría hacerles ver a las generaciones más grandes que sí estamos súper empoderadas y presentes y que no todes les jóvenes estamos en otra. Quiero que vean que el poder que tiene la juventud, los cambios que estamos buscando, no solo es para nuestra generación, sino para las que vienen. Por eso encuentro fundamental generar este diálogo intergeneracional, porque los cambios que van a ocurrir dentro de diez o veinte años también nos van a afectar. Y me aterra la idea de que no tengamos la oportunidad de tener una voz al respecto”.

Su discurso inclusivo habla de “cercanes”, de “amigues”. De que la mayoría de las niñas que se han acercado a Tremendas lo han hecho desde el dolor y la pena con el firme propósito de ayudar a sus pares.

De todos los programas que tiene la plataforma, ¿cuál es el que más te apasiona?
Todo lo hago con locura, he trabajado en ellos y los he visto crecer, pero el proyecto que me hace muy feliz desde lo personal son los Círculos de Cultura, donde hablamos de temas que nos conectan a todas: el feminismo, la sororidad, el compañerismo y cuáles son los aspectos que debemos cambiar. En otras palabras, deconstruirse para volver a construir algo mejor. Conversar de temas que no siempre se tocan en las sobremesas familiares y que constituyen herramientas para ellas ante una situación de abuso, por ejemplo, es una experiencia maravillosa. Una niña educada puede cambiar el mundo.

EJEMPLO QUE ARRASTRA

“Desde muy pequeña participé en eventos y conversaciones con enfoque social porque mi mamá ha trabajado en ese mundo desde hace mucho tiempo. Poco a poco empecé a aprender las metodologías de esos talleres, cómo lograban incentivar a las juventudes para que participaran, cómo enseñaban innovación social, el poder impactar a tu comunidad”.

¿Qué significa Tremendas para ti?
Significa muchas cosas, pero si pudiera resumirlo, Tremendas para mí son historias. Creo que lo que más impacta actualmente son los testimonios de las chicas, ver las ganas de crecer, construir algo nuevo, algo distinto y mejor. Una de las cosas que más valoro dentro de Tremendas es que son niñas que quieren salir adelante con emprendimientos que ayuden a que ningún otro niño o niña pase por lo que tuvieron que pasar ellas. Por ejemplo, personas que sufrieron ciberacoso y que hoy están creando tremendos proyectos para terminar con él. Lo principal acá es que ellas saben que no están solas, que hay un gran equipo de mujeres maravillosas que están ahí para apoyarlas y hacer realidad sus proyectos. Verlas comprometerse e integrarse a los grupos es como un shot de felicidad.

¿Qué te pasa cuando dicen que eres la Greta chilena?
A Greta la admiro muchísimo, ha demostrado que se pueden lograr grandes cosas si uno decide ser parte del cambio. Pero creo que es muy importante remarcar que así como existen Gretas, también existen Sofías, Martinas, Antonias y Julietas a lo largo de todo el mundo que están trabajando por causas maravillosas. Como Greta pudo tener el espacio, creo que es súper importante abrir espacios a comunidades que nunca han tenido la palabra y que muy pocas veces se han visto representados. En Latinoamérica y el Caribe hay cientos de activistas increíbles que carecen de espacios para alzar la voz y contar lo que están haciendo hoy en día con pueblos originarios, comunidades migrantes, disidencias sexuales o personas en situación de discapacidad.

¿Qué lees?
Me gusta mucho leer historias de mujeres, aprendo mucho de ellas, del feminismo, como  Malala (Yousafzai) y Chimamanda (Adichie), sus charlas TED son increíbles. ¿La has escuchado?

“Siempre he sido curiosa y preguntona. Algunas veces se me ocurren ideas a las tres de la mañana y me levanto de la cama a escribir”, cuenta. “Este 2020 fue una mezcla de cosas. Mi colegio (Saint George) fue el primero en ir a cuarentena. Al principio me costó acostumbrarme, y lograr un balance entre Tremendas y el colegio. Había mucha tensión en el aire, yo vivo con mi abuela, mi papá trabaja en salud y eso nos generó estrés, pero no fue el fin de mundo. Soy una privilegiada por haber podido tener clases online, pero reconozco que me sobreexigí mucho.

¿A quién admiras?
Mi mamá fue mi primera mentora. La admiro muchísimo. Nunca me cortó las alas, siempre me impulsó a investigar, a aprender, a innovar. Hasta el día de hoy ha sido un pilar fundamental en mi vida que me ha apoyado y ayudado a superar varios obstáculos. La Valentina Valech (Ashoka Chile) y la Ale Mustakis me han ayudado mucho también. Son mujeres potentes a quienes conozco hace un buen rato y que desde siempre me dieron consejos y apoyo.

¿Quiénes son tus referentes?
La misma Chimamanda me ha demostrado que se pueden lograr muchas cosas, que se pueden generar grandes causas y muchísimo impacto. Admiro a Ema Watson, me alegra lo que puede conseguir una persona que sabe aprovechar la vitrina que tiene para hablar de temas importantes y contribuir en causas de impacto social y lograr que más gente se sume a esa movida. En el caso de Latinoamérica, te podría decir que son mis propias amigas. Gran parte de las amigas que he hecho en Tremendas las siento como mi segunda familia. Trabajo con ellas todos los días y las siento muy cercanas. Verlas felices, verlas perseverantes, verlas luchadoras me contagia de energía positiva y me dan más ganas de sacar más proyectos adelante.

 ¿Qué le falta a la juventud?
Entenderse como sujetos políticos. Creo, y esta es una opinión muy personal, que hemos crecido con miedo a la política. Hubo un momento en que dije a mí no me gusta la política, así que no me meto en ello. Pero hoy en día yo abrazo la política, y la entiendo como el arte de lo posible, como la oportunidad de poder generar cambios concretos si se hace bien y si hay personas que saben hacerlo. Por eso me llama mucho la atención la clase política, porque teniendo el poder de generar cambios orientados a políticas públicas y proyectos de ley no lo hacen.

¿El mejor consejo?
Si quieres hacer algo, puedes lograr lo que sea, pero si lo vas a hacer hazlo bien, organízate, coordínate y nunca trabajes sola, busca aliadas, busca un equipo, porque juntas se pueden lograr muchísimas cosas.

¿Qué echas de menos?
Me fascina el teatro y las obras de Broadway. Antes de la pandemia estaba en una academia de teatro musical, me encanta actuar. Ir al teatro es algo que extraño mucho.