Con los desechos del proceso de vitivinicultura, el doctor en botánica y experto en biotecnología de la madera, Juan Pedro Elissetche, y su equipo de investigadores, consiguieron crear VidPaper. Luego de dos años de investigación, obtuvieron un papel susceptible de convertirse en cajas y etiquetas para la propia industria del vino.
Por Soledad Posada M. / Fotografías Sonja San Martín D.
Cuando sus amigos y compañeros de colegio, los vitivinicultores Pedro Parra y François Massoc, le propusieron al investigador del Centro de Biotecnología de la UDEC, Juan Pedro Elissetche, buscar un uso para los desechos del proceso de elaboración del vino, el científico ni se imaginaba los alcances que podría tener su investigación. Después de dos años de estudios y experimentación, obtuvo como resultado VidPaper, un papel hecho de fibras celulósicas, sacadas de los racimos o escobajos y de los restos de la poda o sarmiento. Y como buen investigador no se quedó ahí, e hizo estudios para probar la resistencia de estos escobajos para su uso en la fabricación de tableros, y además de conseguir una pieza resistente, debido a las características de degradación lenta y resistencia propia de este material de desecho, también se sorprendió con la bella textura que aporta el racimo al ser comprimido, lo que apunta a futuras aplicaciones en diseño y decoración.
Una de las necesidades de los viñateros para deshacerse de los escobajos es que los restos del material azucarado, luego de la extracción del grano de uva, quedan expuestos al ambiente, lo que atrae a la mosca de la uva; por lo mismo, esta investigación también está llamando la atención de la industria frutícola, porque ellos siempre están buscando como evitar la aparición de la mosca de la fruta en sus procesos.
VidPaper fue financiado por FONDEF y también participaron las viñas Clos des Fous, MDA Wines, Aristos y Pencopolitano, todos emprendimientos vitivinícolas de Parra y Massoc. Y también la empresa Briancon, que fabrica planchas y cajas de cartón corrugado.
En este momento, VidPaper está en la etapa de postulación a fondos para hacer escalamiento, prototipos industriales y fabricar hojas de papel para, por ejemplo, elaborar etiquetas y hacer cajas que servirán como embalajes de los vinos.
Elissetche indica que “Chile produce mil trescientos millones de litros de vino al año, que generan alrededor de cuatrocientas mil toneladas de residuos lignocelulósicos que no se aprovechan”, por lo que VidPaper puede resultar una excelente oportunidad para que las viñas mantengan una economía circular, al reutilizar sus desechos y agregar valor a sus cajas con un bioproducto sustentable, empezando por las empresas vitivinícolas locales, lo que haría que la región adquiera un sello diferenciador.
INVESTIGADOR
Juan Pedro es ingeniero forestal y doctor en botánica. La mayor parte de su trayectoria profesional la ha dedicado a la investigación, primero de la madera y sus usos, y ahora de todo lo que se puede hacer con los desechos. “Siempre tuve una curiosidad permanente por la naturaleza y especialmente por los bosques y sus componentes, como saber qué son, cómo crecen, cómo mantenerlos y usarlos”. Incluso, Elissetche escribió un libro que es un homenaje a los antiguos naturalistas, llamado Árboles de Chile, y que se vende en la pinacoteca.
Esta inquietud por la naturaleza, también lo atrajo al montañismo, que practica desde la juventud. Tiene dos hijas, Florencia de seis y María Ignacia de nueve años, a quienes les inculca el cuidado del medioambiente y protección de la naturaleza. Elissetche se declara un amante de su carrera, por eso no duda, también como científico, en transmitir la necesidad de lograr la armonía entre la conservación del bosque nativo y la plantación de especies para la industria forestal. “Ambos son necesarios en su justa medida, ya que con las plantaciones obtenemos madera, que es la materia prima para una infinidad de diferentes productos y, además, quitamos la presión actual sobre un mal uso del bosque nativo, como la destrucción para la obtención de leña y madera para muebles y construcción, sin pensar en la recuperación de lo extraído”. Y va más allá: “también, es necesario tener áreas de manejo de bosque nativo para poder mejorarlos y lograr preservarlos cuando se encuentren muy deteriorados; y educar en cómo hacerlos sustentables y sostenibles y así tener materia prima para la obtención de productos de alto valor. Incluso pensar en plantaciones masivas y de largo tiempo de especies nativas, como roble, raulí, coihue, canelo, y sistemas mixtos de plantaciones de nativo y silvopastoreo u obtención de cultivos agrícolas y madera combinados”.
¿Cuál crees que es y será el rol de la madera ahora y a futuro?
La madera es el biomaterial del futuro para construcción, textil, productos biodegradables, biomateriales, combustible, etc. Por la disminución del uso de materiales derivados del petróleo, la madera se presenta como aquel biomaterial renovable, sustentable y sostenible, que permite la mayor obtención de productos y que puede ser combinado con otros materiales para lograr usos ya tangibles, como pantallas de nanocristales de celulosa, textiles, materiales de construcción, como el CLT (paneles de madera contralaminada), packaging bioactivos, etc.
En este sentido, ¿qué proyecciones tiene el material VidPaper?
En esta fase, estamos buscando financiamiento para la segunda etapa de VidPaper, donde se investigará el proceso productivo y su comportamiento asociado a las variables de este proceso y también a gran escala, en la elaboración de las hojas de papel que servirán como materia prima para productos asociados a packaging, etiquetas, diseño y arte, ya que Vidpaper cumple, incluso, con las propiedades para hacer impresión, ya que la tinta no se dispersa.
¿Qué te motiva a seguir investigando?
La perseverancia, creer en lo que hago, pasión por mi trabajo y responsabilidad en tratar de dar solución a los diferentes problemas. Cada proyecto es una oportunidad para aportar soluciones concretas a la sociedad y a las empresas. Finalmente, mejorar la región y apoyar a las pequeñas, medianas y grandes empresas. Biobío tiene mucho potencial nacional e internacional, en las áreas forestal, agroalimentaria, residuos, usos limpios, etc. Todo es posible con recursos, voluntad y ganas.
“Chile produce mil trescientos millones de litros de vino al año, que generan alrededor de cuatrocientas mil toneladas de residuos lignocelulósicos que no se aprovechan”.
“Estamos buscando financiamiento para la segunda etapa de VidPaper, donde se investigará el proceso productivo y su comportamiento asociado a las variables de este proceso y también a gran escala, en la elaboración de las hojas de papel”.