#Santuarioampliado es la campaña y bandera de lucha de la Fundación Tunquén Sustentable para concretar la segunda etapa del humedal que, desde el 2014, es Santuario de la Naturaleza. Un espacio protegido que hoy busca extenderse a más de trescientas hectáreas, donde conviven distintos ecosistemas desde un campo dunar, borde costero, zona arqueológica y especies en peligro de extinción.
Por María Inés Manzo C. / Fotografía Julián Muggli, José Sauvalle y Dafi Kojchen
Dedicados a la preservación del ecosistema constituido por el humedal, el borde costero, la playa y el sector dunario de Tunquén, Fundación Tunquén Sustentable está ad portas de concretar la segunda etapa del Santuario de la Naturaleza, que fue declarado el 2014 por el Consejo de Monumentos Nacionales.
“El humedal de Tunquén se ubica en la desembocadura del estero de Casablanca, región de Valparaíso, y como agrupación de vecinos estamos trabajando, desde el 2002, por un desarrollo sostenible, tanto en este lugar como en los sectores aledaños que poseen una riqueza medioambiental y arqueológica tremenda. Comenzamos a gestionar los primeros estudios con la Corporación Nacional de Medio Ambiente. Pasaron muchos años, sin dejar nuestra convicción de lado, hasta que logramos junto a la familia propietaria —encabezada por la señora Sara Romo y su hija Consuelo López— contratar nuevos estudios y la declaratoria del Santuario de la Naturaleza Humedal de Tunquén”, cuenta José Fliman, presidente Fundación Tunquén Sustentable.
¿En qué consiste la ampliación del Santuario de la Naturaleza?
Tanto el Consejo de Monumentos Nacionales como el Ministerio del Medio Ambiente señalaron, en sus informes, que la protección de las actuales noventa y siete hectáreas del humedal tendría muchísimo más sentido si contemplara el total de la playa, dunas y laderas. Desde ahí empezamos a empujar esta ampliación con doscientas treinta hectáreas adicionales. Contamos con el apoyo del Gobierno Regional, científicos, arqueólogos, biólogos, ecologistas, urbanistas y de la comunidad, pues es un ecosistema virgen único que hay que preservar hoy, pues mañana ya será muy tarde. Esta zona está constantemente amenazada por extracción de arena y agua, proyectos inmobiliarios y otros que atentan contra su conservación.
¿Qué está frenando su aprobación?
El 2018, el ministerio de Medio Ambiente publicó en el Diario Oficial que se estaba homologando una segunda etapa cuando se presentó la negativa de otros propietarios. El conflicto es que la ley, si bien dice que no tiene que existir la anuencia de los propietarios para que el ministerio de Medio Ambiente o el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad declare un lugar Santuario de la Naturaleza, estamos frenados. Es más, en enero de este año salió un nuevo decreto de la Contraloría General de la República, confirmando esta ley, pero en la tramitación llevamos más de un año. Lamentablemente, la actual ministra Carolina Schmidt no ha dado el vamos.
A ello se le suma que el pasado 3 de julio, a través de una declaración de la Seremi de Medio Ambiente en el diario El Mercurio de Valparaíso, nos enteramos de que se había creado un nuevo santuario llamado “Playa y Quebrada Seca de Tunquén” contemplando un total de ciento cuarenta y cuatro hectáreas, pero dejando para una segunda etapa el área sur del ecosistema… justo donde se pretende hacer un desarrollo inmobiliario y donde ya comenzaron a demarcar de manera ilegal parcelas. La verdad es que esto es preocupante y seguiremos en la lucha por la totalidad del santuario, pues no existe razón técnica alguna para cortar el ecosistema en ese punto.
#SANTUARIOAMPLIADO
“Este será un Santuario de la Naturaleza de trescientas diecisiete hectáreas, único en la región de Valparaíso y uno de los más grandes de Chile. Nuestra propuesta es hacer un desarrollo sostenible sobre estos terrenos y ser el primer parque intercomunal de borde costero. Queremos instalar una zona de camping reglamentada que incluya reciclaje, implementar un restaurante, guardaparques y senderos para observación de aves. Además, contempla de visita de colegios de la zona y de otras regiones. Estamos a menos de dos horas de Santiago y el aporte turístico que aquí se puede dar es muy grande. Esta es una oportunidad única que tenemos como comunidad y para las futuras generaciones”.
“Buscamos terminar de una vez por todas con el uso ilegal del campo dunar y las dañinas 4×4. Por suerte, aún conservamos la duna entera, no como ocurrió tristemente en Concón. Por eso estamos tan concentrados en nuestra campaña #SantuarioAmpliado que difundimos por nuestras redes sociales (Facebook: @tunquen.sustentable / Instagram: @tunquensustentable) y recolectando firmas a través de change.org. Ya tenemos más de cincuenta mil firmas y, sin duda, el apoyo de la gente ha sido muy importante”.
Además, para apoyar la causa, realizaron una preciosa campaña con la ilustradora Colomba Elton, donde se pudo ir conociendo un poco más de la flora y fauna de la zona, como las aves siete colores, el pipilén (especie emblemática para la conservación de los ecosistemas costeros), el zarapito, el queltehue, las diucas, las perdices, la rana chilena, entre otros.
Pero eso no es todo, pues a ello se le suman los importantes hallazgos arqueológicos, donde se marcaron diecisiete puntos con evidencia de conchales, asentamientos polinésicos, de la Cultura Bato y de la Cultura Llolleo (del Chile prehispánico), convirtiéndolo en un sitio de gran interés científico y cultural.
RIQUEZA REGIONAL
En cuanto a sus alianzas cuentan con el apoyo de la Conservación de Humedales Fundación Kennedy; el Comité Ambiental Comunal (CAC) de Algarrobo; Nómade Consultores (que promueven el desarrollo territorial sustentable) y el Observatorio de la Costa. “Estamos agrupados con todas la entidades, desde el humedal Ojos del Mar, el de la desembocadura del Río Maipo, Gota de Leche en Las Cruces, etc. Es decir, los actores que estamos en defensa del litoral costero de la parte sur de la región. Y ahora último con la organización Quintay Sustentable y el Comité Ambiental de Casablanca de la municipalidad. El límite del Santuario de la Naturaleza del Humedal de Tunquén es justamente el límite entre las comunas de Algarrobo y Casablanca”.
Una de sus campañas más famosas es la limpieza de las playas…
Así es, si no fuera por la pandemia esta hubiera sido la minga número veinticuatro. Ya en 1997 empezamos la limpieza de playas para Semana Santa. Nos juntamos los que vivimos en el extremo sur del humedal con los del extremo norte, justo al medio. Todos recolectamos basura, la que por suerte ha ido disminuyendo considerablemente con el paso de los años, pero aún falta mucha educación medioambiental. Esta es una actividad que nos llena de orgullo y que seguiremos haciendo. La repetimos a menor escala, principalmente en los roqueríos, para distintas fechas como el día del solsticio, del medio ambiente, de los humedales, etc. Además, siempre estamos haciendo jornadas de educación.
¿Trabajan con escuelas de la zona?
Sí, tenemos importantes proyectos de educación ambiental, pero todo eso se suspendió por la pandemia. Alcanzamos a hacer una jornada, que fue preciosa, con la Escuela Rural El Yeco y la Escuela San José, en el Día de los Humedales en el 2019. Vinieron más de setenta niños y sus familias, fue un encuentro con cuentos, paseos y charlas que esperamos retomar en el futuro.
¿Cuál es la planificación para lo que queda de este 2021?
Seguiremos llamando a la ministra para que nos permitan ampliar la totalidad del santuario. Sin meternos en temas políticos, porque no es nuestro foco, sabemos que se vienen cambios importantes de la mano de la nueva constitución, pues hay varios ecologistas involucrados y hoy el cuidado del medio ambiente es una problemática prioritaria que no se puede dejar de lado. Además, es la gran enseñanza que nos deja esta pandemia, valorar los ecosistemas, preservar la flora y fauna existente, porque ese es el legado que les dejaremos a nuestros hijos y nietos.