Febrero nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre estos temas, dialogar y buscar nuevas formas de resolverlos. Nutrir la mente puede traernos, como beneficio extra, el convertirse en la instancia perfecta para generar nuevas oportunidades e ideas para emprender.
Hasta hace algunas décadas, era difícil destacar como mujer emprendedora; cuando lo lográbamos, este reconocimiento era menor que si el dueño de la idea innovadora era un hombre. Las carreras universitarias para mujeres se enfocaban en las áreas de educación o servicio, y muchas alumnas ni siquiera completaban la carrera o alcanzaban a ejercer su profesión. Todo esto cambió.
Hoy, vivimos en una sociedad donde la igualdad de oportunidades se ha transformado en la base para tener un país más justo. Cada persona puede elegir lo que quiere hacer con su vida y con su trayectoria profesional, incluso, puede cambiar de profesión y capacitarse en diferentes áreas sin importar la edad. Gracias a estas ventajas, el emprendimiento femenino ha crecido en Chile y hoy las cifras gubernamentales estiman que el 38,6% de las micro, pequeñas y medianas empresas son lideradas por mujeres.
Por supuesto, aún tenemos desafíos pendientes y este año 2023 ofrece una nueva oportunidad para trabajarlos. El estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2022, indica que si se hace una comparación entre hombres y mujeres, el género femenino emprende un 10% menos que el masculino. La motivación existe, ya que muchas mujeres necesitan aumentar sus ingresos y abrirse a la posibilidad de hacer algo que les gusta, pero como sociedad aún nos falta apoyarlas más en la compatibilización del tiempo familiar con el laboral, y entender que ellas no son las únicas a cargo del cuidado de los hijos, sino que se trata de una responsabilidad compartida.
Febrero nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre estos temas, dialogar y buscar nuevas formas de resolverlos. Es el mes donde solemos compartir más tiempo con nuestras familias, seres queridos, amigos y cercanos en un contexto mucho más relajado.
Dicen también que las mejores ideas surgen cuando no estamos pensando precisamente en ellas o cuando nuestro cerebro se ve expuesto a nuevos estímulos externos, que pueden ir desde un atardecer en la playa, un libro que nos cautivó, una serie que antes no tuvimos tiempo de ver completa o una conversación por el simple placer de escuchar al otro. Nutrir la mente puede traernos, como beneficio extra, el convertirse en la instancia perfecta para generar nuevas oportunidades e ideas para emprender.
Tampoco se trata de presionarnos y llegar a inicios de marzo con una propuesta disruptiva y un plan de negocios en detalle, pero febrero sí puede ser la semilla de empezar a hacer las cosas de manera diferente a partir de algo creado por nosotros mismos.
El core del emprendimiento apunta a detectar problemas que afectan a las personas y oportunidades que pueden ser útiles para enfrentar esas dificultades. El resto dependerá de nuestro empuje, creatividad e ingenio, también de la confianza y pasión que pongamos en ello. Aprovechemos la segunda parte del verano para reflexionar, crear y compartir, y de paso, desarrollar estas habilidades que todos tenemos dentro y que bien encauzadas pueden desplegar todo su enorme potencial.