Junto a sus compañeros de postgrado decidió crear un “dicom positivo” que pudiera ayudar a las personas que no consiguen créditos en bancos y grandes tiendas. A pocos años de su creación tienen más de un millón de usuarios, abrieron oficinas en México y son líderes indiscutidos en inclusión financiera.
Por María Jesús Sáinz N. / Fotografías Andrea Barceló A.
La oficina de Destácame está en el último piso de un edificio en Providencia. Una decena de personas, todas jóvenes, trabajan frente a sus computadores lideradas por Augusto Ruiz-Tagle. A varios kilómetros de ahí, en México, la escena se repite, pues otro de los cofundadores, Jorge Camus, está a cargo de desarrollar la empresa fuera de las fronteras de Chile.
La expansión de esta startup chilena, desde su creación en 2015, es muestra del alcance que ha tenido. Se trata de una idea innovadora que busca destacar a personas o Pymes como buenos pagadores de sus deudas, hacerlos visibles para el sistema bancario y ayudarlos a obtener créditos.
La idea surgió mientras Augusto Ruiz-Tagle estudiaba un MBA en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) junto a sus amigos, también chilenos, Sebastián Ugarte y Jorge Camus. Quisieron aprovechar la estadía en Boston y el privilegio de tener los viernes libres, para desarrollar algún emprendimiento.
Augusto cuenta que en un comienzo no tenían una idea clara de qué empresa querían crear, pero sí que les interesaba dar solución a algún problema global. Descubrieron entonces que la problemática de los unbank y underbank, que es como se les conoce en Estados Unidos a las personas que no tienen acceso a servicios financieros, en Chile tenía su propia versión. Desbancarización era el nombre en castellano para un problema que aqueja a más de la mitad de la población.
¿Son malas nuestras cifras de acceso a la banca?
La cuenta RUT la tiene el 98% de la población, entonces siempre Chile se saca la foto de que la bancarización que tenemos es muy alta, pero eso no es lo mismo que acceder a créditos.
¿Cuál es la cifra de acceso a créditos en Chile?
La banca, en general, permite acceso a financiamiento a un veinte o veinticinco por ciento de las personas, el retail, a un treinta y cinco o cuarenta por ciento, y el traslape entre los dos llega a un cincuenta y cinco por ciento.
¿Cómo se produce la desbancarización?
Las personas quedan fuera de la posibilidad de conseguir préstamos por dos razones duras. Una es la falta de información, es decir, gente que no tiene datos financieros formales que presentar, y la otra es el costo de proveer el servicio, porque el sistema financiero tradicional tiene una estructura de costo súper cara.
Entonces no le conviene prestar montos bajos…
Así es. A alguien que quiere pedir un crédito, el banco no le va a prestar si es menos de cierto monto, y ahí queda fuera un alto porcentaje de la población. Una persona con el ingreso promedio, que es de quinientos mil pesos, no puede pedir un crédito de un millón, por ejemplo, porque está fuera de su capacidad de endeudamiento.
¿Es solo un tema de costos?
No. Son muchas variables. El sistema con la tasa máxima convencional que tenemos en Chile hace que los bancos no puedan asumir más riesgos y eso, al final lo que genera, es desbancarizar gente que justamente queda en esa área gris que nadie puede financiar.
LA SOLUCIÓN
Viendo este problema, decidieron crear una página web que permitiera ayudar a las personas a acceder a créditos de bancos o casas comerciales. Por una parte, usando la información del pago de las cuentas de servicios básicos como luz y agua, destacar a aquellas personas que cumplen con sus compromisos y pudieran ser candidatas a buenas condiciones de crédito. Por otro lado, asumiendo parte de los costos operacionales, acercar a los usuarios a la posibilidad de acceso a financiamiento y ofrecerles créditos ajustados a su realidad.
Al poco andar se dieron cuenta de que algo que demoraba la operación para obtener el crédito, y resultaba costoso para los usuarios, era la obtención del informe del boletín comercial, conocido popularmente como Dicom. “Nosotros pusimos a disposición de las personas que lo solicitaban esa misma información, pero de manera gratuita”, explica. “Y lo interesante es que mucha gente no sabía que tenía deudas, y quería y podía pagarlas, pero no lo hacía”.
¿Por qué?
Es que se trata de montos bajos que no son informados. Entonces mucha gente se metía a Destácame para ver si tenía deudas y nos escribían para decirnos que no tenían idea de que estaban morosos, y que querían pagar pero, como el sistema era manual e implicaba ir a una sucursal, al final no lo hacían.
¿Cómo canalizaron esta necesidad que descubrieron?
Empezamos a hablar con las mismas instituciones, ahora no solo para ayudarles a otorgar créditos, sino también para posibilitar que toda la gente que quiera pagar, pueda hacerlo fácilmente. Lo interesante es que los montos que se generan del ahorro de toda esta operación, se reparten entre quienes participan.
Esto se tradujo en una plataforma que hoy le entrega a los usuarios, de manera gratuita, su reporte comercial y, según su estado, les muestra descuentos que puedan tener para pagar sus deudas atrasadas a través de un convenio con Sencillito. También otorga certificados y calificaciones de qué tan buen pagador es un individuo o empresa, a través de un sistema de puntos.
NUEVOS HORIZONTES
En los tres años que Destácame lleva en el mercado, han acumulado numerosos premios y reconocimientos internacionales por su aporte a la inclusión bancaria y han demostrado tener una importante acogida con 1.4 millones de usuarios, que representan el siete por ciento de la población nacional.
La página web ofrece servicios para personas y Pymes, y no solo está dirigida a quienes están fuera del sistema bancario. También es utilizada por usuarios que son clientes de bancos, pero buscan créditos en línea más sencillos de obtener.
Sin embargo Augusto explica que aún queda un gran porcentaje de personas fuera de este modelo. Son quienes tienen un historial negativo, ya sea por deuda activa o del pasado. “A los con mora activa les ayudamos facilitando sus pagos, pero para los que tienen un historial negativo, todavía es imposible. Por eso estamos trabajando en un modelo piloto que ayude a limpiar sus antecedentes, y que esperamos dé buenos resultados”, comenta.
Según cifras del Banco Mundial, cerca de dos mil quinientos millones de personas en el mundo no utilizan servicios financieros formales, lo que aumenta la brecha de oportunidades, por eso parte del propósito de la empresa es aportar desde Chile a un problema global.
¿De qué manera a través de la inclusión financiera se puede hacer un aporte para reducir la pobreza?
La inclusión financiera en Chile y Latinoamérica es importante porque el acceso a financiamiento es clave para el crecimiento y el crecimiento es clave para mejorar las oportunidades. Entonces si queremos un mundo con más oportunidades para todas las personas, independiente de su nivel socioeconómico que es el punto de partida, la inclusión financiera es la llave.
“Las personas quedan fuera de la posibilidad de conseguir préstamos por dos razones duras. Una es la falta de información, es decir, gente que no tiene datos financieros formales que presentar, y la otra es el costo de proveer el servicio”.
“Si queremos un mundo con más oportunidades para todas las personas, independiente de su nivel socioeconómico que es el punto de partida, la inclusión financiera es la llave”.