En la actualidad, contamos con las herramientas necesarias para emprender cuando llegue el momento de reinventarse, rearmarse, y re-amarse para crecer con nuevas ideas que nos lleven a sortear etapas difíciles como lo es el desempleo.
Una de las características principales de todo emprendedor es el encontrar soluciones en tiempos difíciles. La necesidad puede ser un motor de creación bastante poderoso. El otro motor es el netamente creativo, el cual nace por inquietudes personales, o amor a un objetivo. Independiente de cuales sean las motivaciones, cada una tiene un peso y potencial enorme que puede aflorar en diferentes momentos de la vida de un emprendedor.
Cuando una mente creativa se enfrenta a un proceso difícil, como el estar desempleado, puede jugar con las dificultades. Es un momento en que nos podemos poner a prueba y planificar medidas rápidas y efectivas que generen ingresos. De esta manera, el proyecto que nace como una urgencia puede crecer y, por qué no, terminar siendo una gran empresa con el tiempo. Podemos citar un ejemplo bastante conocido en Chile: el caso de Matías Leiva, el emprendedor que creó “La Insolencia”, emprendimiento gastronómico que comercializa sándwiches con preparaciones y productos gourmet en diferentes puntos de Santiago. Partió con un capital de seis mil pesos. Actualmente, genera ventas por dos millones de pesos al día, cubriendo gran parte de la capital y apoyando con trabajo a otras personas que lo necesitan. Así como el caso de Matías Leiva hay muchos más en Chile y el mundo. Entonces, ¿el desempleo y el emprendimiento pueden estar ligados? Ciertamente uno puede ser consecuencia del otro, el sentido de inmediatez y liquidez puede ser el combustible necesario para generar nuevos proyectos.
La segunda pregunta que nace con esto es ¿todos tendremos que emprender alguna vez? Es probable. Los tiempos han cambiado demasiado, las formas de trabajo y de hacer empresa también han ido modificando sus formas. La era digital propone un campo de desarrollo totalmente nuevo. Las metodologías de trabajo tradicionales cada vez se mezclan con nuevas propuestas. Ya no es necesario viajar a otro país para cerrar un negocio, ni estar encerrado en una oficina para cumplir objetivos; ya no es relevante marcar la llegada en una oficina para saber que estás trabajando, etc. La digitalización e innovación en las empresas genera una nueva forma de desarrollo. Entonces, ¿todos tendremos que emprender alguna vez? Probablemente, pero lo más importante es que, en la actualidad, contamos con las herramientas necesarias para emprender cuando llegue el momento de reinventarse, rearmarse, y re-amarse para crecer con nuevas ideas que nos lleven a sortear etapas difíciles como lo es el desempleo, o en el mejor de los casos, montar poco a poco el próximo Cornershop, o Kauel, que lleve a Chile a seguir posicionándose como un referente de innovación a nivel regional.