Chañaral de Aceituno: Espectáculo natural

Famosa por el avistamiento de ballenas, delfines, pingüinos, lobos marinos, chungungos, entre otras especies, Chañaral de Aceituno —parte de la Reserva Marina Nacional y del Archipiélago de Humboldt—, sorprende por una increíble biodiversidad marina que la posiciona como un destino de interés científico y turístico mundial. Invitadas por Wild Lama y por el reconocido buzo y fotógrafo de naturaleza César Villarroel, vivimos una increíble experiencia donde aprendimos de las riquezas que esconde nuestro mar.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía gentileza César Villarroel, Bárbara Cancino (Instagram: @bs.cancino). Agradecimientos Constanza Beltrán.

Nuestra aventura comenzó en La Serena, ciudad donde nos juntamos con el equipo de Wild Lama, quienes nos invitaron a participar en uno de sus famosos “pilares con causa”. Iniciativas de sensibilización a la protección de especies y ecosistemas de Chile.

El destino: Chañaral de Aceituno, una pequeña caleta de tradición pesquera, ubicada en la Región de Atacama (a tan sólo dos horas de La Serena) y frente a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Específicamente en la comuna de Freirina, dentro de la Provincia de Huasco, se ha hecho mundialmente conocida por su maravillosa biodiversidad marina y sobre todo por la posibilidad de avistar de manera accesible distintos cetáceos como orcas, ballena azules, jorobadas, minkes, francas, entre otras.

“En Wild Lama creemos que para proteger a nuestra flora y fauna hay que conocerla y estar cerca de ella. Generar esa conexión emocional, ver a los animales en su hábitat, puede cambiar incluso la forma en la que cuidas al planeta. Por ello, empezamos a invitar a nuestros clientes, seguidores y equipo a vivir experiencias únicas como es  el birdwatching; conocer a la Ranita de Darwin, a los pumas de la Patagonia o avistar ballenas en Chañaral de Aceituno. Hoy trabajamos con organizaciones y fundaciones dedicadas al cuidado y conservación no solo en Chile, sino que también en Perú y México”, cuenta Fernanda González, parte del equipo de marketing de Wild Lama.

“Fue así que llegamos a conocer el gran trabajo de César Villarroel y Explorasub, un centro de buceo con enfoque de conservación con el que compartimos la misma filosofía de responsabilidad, conciencia y respeto al medio ambiente”, agrega.

LA BALLENA FIN

Desde La Serena, hacia Chañaral de Aceituno, nos fuimos encantando con el paisaje que fue volviéndose más árido, pero lleno de vida. En el camino parecieron distintas especies, como zorros y guanacos, que se dejaban fotografiar por los turistas.

Pasamos por Caleta Punta de Choros y viajando, a orilla del mar, llegamos a Caleta Chañaral en Chañaral de Aceituno. Aquí nos recibió César Villarroel, junto a su señora Cristina Soto, conocida como Kiki o la capitana. “En Explorasub nos gusta mucho el contacto con las personas, que sientan que están en confianza. Por eso para esta invitación junto a Wild Lama, decidimos abrir las puertas de nuestro hogar, y compartir un rico desayuno, para luego presentarles nuestra estación de buceo, hacer buceo con snorkel y salir a navegar por la bahía”.

Así comienza una enriquecedora charla, donde nos contó parte de su importante carrera que lo ha llevado a colaborar con la BBC, Ladera Sur, colegas de National Geographic o la documentalista Celine Cousteau, nieta de Jacques Cousteau, en el programa de canal 13, Océano, Chile frente al mar (2011).

“Llevo treinta años buceando. Soy de Valparaíso, pero es aquí en Chañaral donde decidí vivir. Soy buzo científico, eso quiere decir que no hago ciencia, sino que ayudo a los científicos a resolver algunos temas que ellos no pueden. Por ejemplo, a colocar micrófonos y sensores debajo del agua, y volver a rescatarlos meses después, o extraer información de sectores específicos para que luego analicen datos. También soy instructor de buceo científico, de buceo, de otros instructores… parte del comité técnico de la Federación de Deportes Submarinos de Chile, fotógrafo desde que tengo uso de razón.

Siempre me gustó la fotografía. Vengo del mundo análogo y eso lo agradezco muchísimo, porque aprendí a manejar las cámaras, de manera manual, desde pequeño. Eso me ha permitido desarrollarme muy bien como fotógrafo de naturaleza. He producido varios programas de televisión y documentales, entre ellos Archipiélago Humboldt, paraíso en peligro (2020), y ahora estoy trabajando en Fin, la ballena de Chile, una especie fascinante de la cual hay mucho por descubrir, pues hasta la fecha se desconoce dónde se aparea o porqué nunca se ven con sus crías.

La ballena fin es la menos conocida de nuestro país, pero antiguamente era la que más había. Se cazó mucho, porque Chile fue líder ballenero hasta el año 1893, y casi llevamos a la extinción a este maravilloso mamífero. Junto a la ballena franca, hoy se encuentran en peligro crítico de extinción. Muy cerca de aquí se encuentra el Cerro Ballena en Atacama, una formación rocosa que concentra restos de cetáceos y nos recuerda ese suceso.

Desde Chañaral de Aceituno hay una historia muy importante que contar. Por aquí pasaron los changos, que cazaban ballenas de manera artesanal; y hoy son sus descendientes quienes nos llevan en sus botes al avistamiento de ballenas, uno de los grandes atractivos turísticos de la zona”.

ARCHIPIÉLAGO DE HUMBOLDT

“El Archipiélago de Humboldt es vital para el pingüino de Humboldt, pues aquí se concentra la nidificación más importante a nivel planetario (80%). Esta zona está compuesta por diez islas o islotes a sólo 25 kilómetros de La Serena. La isla de Chañaral, donde nos encontramos ahora, es la más grande de todo el archipiélago, con más de 500 hectáreas de volumen.

Está catalogado como el lugar con más vida de Chile Continental. Llamado como el Galápagos chileno, pues aquí se genera la “surgencia costera”, fenómeno natural que ocurre cuando las aguas profundas ascienden a la superficie. Esto provoca un “boom de biodiversidad” que se suma a la corriente de Humboldt, que es la que posee más nutrientes del planeta. Esta es una zona muy rica en minerales, sobre todo en hierro, y por la que la Minera Dominga puso sus ojos aquí, arriesgando perder todo este laboratorio natural.

 

Ser un laboratorio natural significa que las especies aquí se recuperan rápidamente, además, puedes encontrarlas de mejor tamaño y volumen que en zonas no protegidas. Son ecosistemas únicos y donde los científicos hacen pruebas no invasivas para entender qué ocurre en otras partes del territorio. También es una incubadora de vida, un banco de biodiversidad genética. Sólo como ejemplo el año pasado se sacaron 350 mil semillas para repoblar a Los Vilos de locos. Esa es la magia de las reservas marinas y su importancia para repoblar zonas dañadas por contaminación o sobre explotación. Son clave para la recuperación del océano. El Archipiélago de Humboldt es patrimonio marino y de todos los chilenos.

BIODIVERSIDAD IMPACTANTE

“Aquí hay más de quinientas especies marinas descritas. En un buceo normal puedes observar muchísimas más vida que una semana caminando en un bosque. Está lleno de peces, invertebrados, flores, actinias, krill, ballenas, muchísimas aves. De estas especies marinas hay noventa tipos de peces, incluso algunos que se han extinto en otras zonas. Uno de ellos es el pez apañado, conocido como ojo de uva, que según Sernapesca desapareció en Arica, Iquique y Antofagasta.

Como Explorasub también hemos colaborado con hitos claves para la ciencia. Un día de buceo grabé un pez que me llamó la atención y subí un video a redes sociales. Al tiempo me llega el correo de la bióloga marina australiana Marianne Nyegaard para contarme que descubrió una nueva especie de pez luna llamada Mola Tecta (en latín, burlador escondido), algo que no había pasado en 120 años, y que gracias mi registro se vio el primero de esta especie vivo y en su ambiente natural. Eso nos da para pensar cuántas especies de nuestro mar aún no conocemos.

En esta zona hay dieciocho especies de mamíferos marinos: ballenas azules, fin, jorobadas, franca austral, defines nariz de botella, defines oscuros, orcas, cachalotes, etc. Esto es impresionante, en ninguna parte de Chile se puede hacer avistamiento como se hace en Chañaral de Aceituno. En un día, con condiciones buenas, en tan solo media hora de navegación, puedes ver ballenas desde botes y embarcaciones pequeñas.

Dentro de estos mamíferos marinos está el animal más grande que ha existido en la historia del planeta tierra: la ballena azul. En proporción, mucho más grande que tres dinosaurios juntos. La sigue en porte la ballena fin… y también aquí podemos encontrar el mamífero marino más pequeño: el chungungo, una especie fascinante que mimetiza su pelaje con el color de las algas. Asimismo, hay 103 especies de aves residentes y migratorias, como gaviotas, jotes, piqueros, chucaos, yuncos, halcones peregrinos, etc.”.

LA CAPITANA

“Explorasub reúne instructores de buceo, documentalistas, fotógrafos, navegantes y científicos. Somos amantes de la naturaleza y del mar, por eso nos hacemos llamar una estación de buceo, porque aquí ocurren muchas cosas. Estamos prontos a cumplir veinticinco años y somos unos de los centros más antiguos de Chile. Operando desde el Archipiélago de Humboldt, hemos abierto todos los puntos de buceo de la zona. Y lo más importante, documentando y mostrando a todos la importancia biológica del lugar. Las imágenes hacen que se interesen más personas y no quede sólo para los científicos. El video y la fotografía son un idioma sin lenguaje, capaz de emocionarte, convocarte y conectarte con la naturaleza.

Algo que nos define es que somos una estación de buceo con capitana, y eso es increíble, porque Chile es un país donde aún predomina la cultura náutico machista. Para nosotros, el rol de la mujer en el mar es fundamental. A lo largo de la historia hemos tenido grandes nadadoras, apneístas, veleristas, kayakistas, exploradoras, buceadoras… una de ellas es nuestra Kiki, que además es abogada, instructora de zonas remotas de primeros auxilios, e instructora de buceo. Por ella —y en honor también a Simone Melchior, primera mujer buceadora y esposa de Jacques Cousteau—, nombramos como La Capitana a nuestra embarcación”, cuenta César Villarroel.

“Las mujeres hemos ido ganando espacio en el mundo del buceo. Por suerte, ya se han ido desmitificando ciertos prejuicios, por ejemplo, que el mar es muy frío y que lo pueden soportar sólo los hombres o que navegar es muy rudo. Creo que las mujeres poseemos las mismas e, incluso, mejores capacidades, porque tenemos un mejor dominio de la ansiedad y la respiración bajo el agua. Eso hace que seamos muy buena buceadoras y muy ágiles en los movimientos. Estamos tan acostumbradas a resolver y desenvolvernos en distintos escenarios que eso se refleja en el agua también.

Como capitana me llena de orgullo liderar a un equipo tan comprometido y apasionado. Nos gusta mucho el lema: bucear para conocer, conocer para proteger. En general, se tiene una visión de que el mar de Chile es oscuro, que no hay mamíferos. Si pensamos en defines, lo asociamos con el Caribe, a las ballenas con Ecuador, pero la riqueza marina que tenemos en Chile y a disposición es gigantesca. En Chañaral de Aceituno tenemos un punto de recuperación del océano, pero también es un punto de esperanza para nosotros mismos”, señala Cristina Soto.

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El Archipiélago de Humboldt es un área marina costera protegida de múltiples usos, administrada por el Ministerio de Medio Ambiente, y tiene como objetivo proteger a las diversas especies marinas en peligro, especialmente a las ballenas. Parecido a un tablero de ajedrez, está dividido por zonas donde se van rotando actividades comerciales (pesca artesanal y con espinel), investigativas y recreativas (buceo y avistamiento), pero de manera sustentable. 
Administrada por el Servicio Nacional de Pesca, la Reserva Marina Isla Chañaral es un área protegida en el mar, donde solo se pueden hacer cuatro actividades: navegar sobre la reserva, hacer investigación, fotografía submarina y buceo deportivo.
La Isla Chañaral, donde anida el pingüino de Humboldt —y administrada por CONAF—, tiene como objetivo no sólo cuidar a esta especie, sino que también al chungungo, la yaca y el piuchén, el único murciélago hematófago, es decir, que se alimenta, cien por ciento, de la sangre de los lobos marinos. Su saliva contiene sustancias anestésicas y anticoagulantes que han sido clave para la medicina.
El 2028, Fundación Missión Blue, liderada por la oceanógrafa Sylvia Earle, le otorgó a Chañaral de Aceituno el reconocimiento Hop Spot (Lugar de Esperanza) por ser una de las partes más biodiversas del sureste Pacífico.