Una tragedia y dos lecturas

Por Marcelo Contreras

MONSTERS / LOS HERMANOS MENÉNDEZ. NETFLIX 

El ejercicio propuesto por la plataforma de streaming más demandada del planeta al abordar con dos realizaciones el caso de los hermanos Menéndez, permite desentrañar rasgos que suelen confundir al público respecto de las adaptaciones dramáticas de hechos verídicos con las licencias propias del formato —las aristas ficcionadas—, como también comprender que los documentales, debido a la inherente mirada del realizador y la edición, son lecturas posibles y no la verdad absoluta.

El servicio lanzó primero Monster: la historia de Lyle y Erik Menéndez, segundo ciclo de la antología homónima, tras el éxito de The Jeffrey Dahmer story (2022). La serie se basa en el asesinato cometido por los jóvenes hermanos en contra de sus padres José y Kitty, en 1989.

No solo se trata de la brutalidad del parricidio a escopetazos, sino del contexto de riqueza de la familia —encarnación del sueño americano—, residentes de Beverly Hills en Los Ángeles. El padre era un acaudalado ejecutivo hecho a sí mismo tras arribar a EE.UU. desde Cuba, sin dominar el inglés. Se casó con una joven reina de belleza y concibieron a estos chicos nacidos en la opulencia. En el juicio, la defensa reveló la sordidez tras la masacre: ambos habían sido abusados y violados por su progenitor desde niños.

Los jurados varones se negaron a admitir la posibilidad de un padre cometiendo algo así, en tanto las mujeres empatizaron. Llegado a un punto muerto sin veredicto, se inició otro proceso donde el juez rechazó el componente sexual del caso. Como resultado, los Menéndez fueron condenados a una sentencia de por vida sin derecho a libertad condicional.

La serie deja a interpretación del televidente si la causal tras los crímenes es real o ficticia. En cambio, el documental Los hermanos Menéndez, con largas entrevistas a los condenados, familiares, defensa y fiscalía, se inclina por el abuso como leitmotiv y cómo el contexto de la década del noventa, cuando fueron los juicios, descartó, desde la perspectiva masculina, que los hombres pudieran ser víctimas de delitos sexuales.

El revuelo causado particularmente por la serie, criticada por los hermanos, junto a nueva evidencia que coincide con el perfil pedófilo y abusador de José, han desembocado en una eventual revisión del caso, que esta vez considere que los abusos no son una cuestión de género.