Los hombres han sido dejados de lado. Si no estuviéramos en el mes del papá, que es una época de mostrar los “posibles regalos”, saldrían muy poco a la palestra. Hay que hacer este “mea culpa”. Las mujeres estamos muy polarizadas y concentradas entre las igualdades, empoderamientos, diferencias salariales, acosos y otras tantas demandas —la mayoría muy importantes—, pero debiéramos llegar a un equilibrio para lograr acuerdos.
Mi tema es algo que parece liviano, pero tiene que ver con las inquietudes de ellos. Escucho a muchos maridos que no encuentran ropa adecuada para ellos y es posible que tengan razón. Me puse a observar el mercado masculino y las ofertas son o demasiado juveniles o muy formales en su gran mayoría.
Las juveniles están pensadas en estilos “demasiado onderos”, de pantalones apitillados, colores y formas desgatadas sin mucha forma, bastantes jeans y polerones, máximo una parka. Las formales son muy empaquetadas para muchos, se ven lindas en la foto, pero no para uso diario, solo para ocasiones especiales, todas muy iguales.
¿Qué necesitan los hombres? Más boutiques masculinas, es lo que logro descifrar. El concepto boutique es una muestra en pequeñas cantidades y en el modelo más exclusivo, donde no abundan las chaquetas azules, negras, beige todas iguales, sino que una variedad que marque la diferencia.
¿Qué quieren ellos? Ser asesorados, porque una de las grandes dificultades, y esto no tiene género, es la combinación de ropas: ¿qué tipo de zapatos, con qué camisa o esta chaqueta con qué tipo de pantalón la puedo combinar?
Muchos piensan que si usan jeans tiene que ser con zapatillas y no saben que los jeans también los pueden formalizar con una linda chaqueta en verano de lino, o en invierno de paño o tipo tweed. Quieren otro tipo de camisas, con algunos detalles que marquen diferencias, sentirse cómodos, onderos, sentir que hacen la diferencia hacia las miradas femeninas, pero no encuentran cómo hacerlo. Indudablemente si es que no tienes un sastre o diseñador especial.
El mercado de la ropa masculina es masivo, las marcas de grandes cadenas muestran lo mismo, por eso nuestros hombres son un desfile de camisas, pantalones, parkas, etc., donde solo cambia el logo. No puedo dejar de lado el reclamo de los más gorditos, por no encontrar las tallas adecuadas en ropa linda, creo que es un buen desafío el que pensemos en ello.