SENNA. NETFLIX
El auge de fanáticos de la Fórmula 1 en los últimos años gracias a la serie Drive to survive de Netflix, ha desatado distintas producciones ad hoc como la película Ferrari (2023), de Michael Mann, y el film F1, protagonizado por Brad Pitt y que se estrenará este 2025, con secuencias rodadas durante la última temporada de competencia, con cameos de astros, como el siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton. Esta súper realización brasileña aborda la vida de Ayrton Senna, el máximo piloto que ha dado la potencia sudamericana, fallecido trágicamente el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola en Italia.
Protagonizada por el actor brasileño Gabriel Leone (31), Senna se concentra en su carrera internacional desde que se radica en Inglaterra a comienzos de los ochenta para competir en la fórmula Ford, con miras a la F1. En ese punto, como suele ocurrir en el formato, asoma una licencia en su biografía dando a entender que se trataba de su primer gran salto cuando, en rigor, Ayrton competía en karting desde 1978 al otro lado del Atlántico.
El foco de la serie consiste en explicitar que el tres veces campeón mundial de la máxima categoría del automovilismo, enfrentó, tempranamente, las triquiñuelas de la dirigencia europea para sabotear su ascenso y coronación, debido al desprecio del Viejo Continente hacia los pilotos sudamericanos. Senna lidia con dos villanos franceses: el máximo directivo Jean-Marie Balestre y el cuatro veces campeón mundial Alain Prost, con quien sostuvo la más legendaria rivalidad en la historia de la F1.
Senna también aborda sus amoríos, en particular la relación con Xuxa, junto con explicar por qué sus triunfos en un deporte de élite, se convirtieron en pasión de multitudes para un país con graves desigualdades.
La única concesión algo forzada es la del personaje ficticio Laura Harrison (Kaya Scodelario), una periodista que representa los caprichos de los medios. Con la excepción de la piloto y posteriormente reportera Denise McCluggage, de trayectoria ligada al automovilismo en EE.UU., las mujeres tuvieron escasísima cabida en la cobertura de la F1 en la época de Senna. Sesgo de género, pero también un hecho histórico.
Las secuencias de carreras están extraordinariamente bien logradas en una mezcla de tecnología y verdaderos bólidos, con réplicas construidas en Argentina, como bien lo muestra el recomendable documental Senna detrás de cámaras, que complementa a la serie.