REFIK ANADOL
Neurobiólogos del Institut Pasteur afirman que nadie es consciente de sí mismo sin serlo también de los demás, y por tanto somos también conscientes de forma colectiva. Son precisamente estas percepciones colectivas, las que Refik Anadol recoge en millones de datos como materia prima para sus obras, y que procesa con Inteligencia Artificial (IA) en una red neuronal de una mente computarizada, generando imágenes dinámicas extraordinarias.
Anadol (1985, Estambul, Turquía) es un artista audiovisual, pionero en la estética de datos y la IA. Desde muy pequeño tuvo interés por los relatos extraordinarios que explotaban el impacto del desarrollo de la ciencia y la tecnología en la sociedad. A los ocho años quedó seducido por la película Blade Runner y su impresionante visión arquitectónica del futuro. Cuando Anadol viajó a Los Ángeles (2012), para cursar una licenciatura en Design Media Arts, visitó el centro de la ciudad para visualizar aquel extraordinario mundo del futuro, junto al recuerdo de una escena de la película que lo cautivo de niño: cuando el androide Rachael “comprende” que sus recuerdos son ajenos. Es entonces que Anadol se plantea las preguntas: ¿qué puede hacer una máquina con los recuerdos de otra persona?,¿tendría la capacidad de soñar o realizar conexiones entre recuerdos de distintas personas?
En el año 2014 fundó su estudio para analizar cómo los datos podrían convertirse en pigmentos, con la finalidad de vincular el mundo físico con el virtual, desarrollando lo que llamaría “la poética de datos”. Su primer proyecto, “Virtual Depictions”, encargada por la ciudad de San Francisco, fue la proyección de una escultura dinámica generada a partir de datos públicos que invitaba al transeúnte a ser partícipe de una particular experiencia estética, dando cuenta de la fluida red de conexiones en la ciudad.
Sus obras están compuestas por millones de piezas diminutas, en las que cada pequeño punto representa un dato de la red, y aunque los datos son solo números sin estructura interna, Anadol procura encontrar un algoritmo que le permita narrar el momento de cada uno de ellos y visibilizarlos en ese instante, logrando registrar un sinnúmero de datos como imágenes: corrientes de viento, movimientos de mareas, sonidos musicales, entre varios otros.
Su trabajo, sus performances audiovisuales en vivo y sus instalaciones inmersivas, adoptan diversas formas: suelos, paredes o techos que se diluyen en lo infinito o que simplemente transmutan con otras dinámicas, generando una estética sorprendente que visibiliza al ojo humano lo que antes era invisible, brindándonos imágenes de nuestros recuerdos colectivos digitalizados, así como una nueva perspectiva y narrativa de nuestro entorno.
Refik Anadol es director y cofundador de Refik Anadol Studio en Los Ángeles. También es cofundador de Dataland, el primer museo de Arte con IA, que abrirá sus puertas durante el primer semestre del 2026 en The Grand LA. Su más reciente exposición: Machine Hallucination en el Doncaster Festival of Light, trata de las memorias ecológicas colectivas del mundo, con millones de puntos de datos que reflejan la inteligencia y la resiliencia de la naturaleza. Anadol alberga la esperanza de que esta obra, como muchas otras, “nos recuerde que incluso la chispa de luz más pequeña puede despertar la imaginación, la empatía y el sentido de pertenencia que nos conecta a todos”.





















