Ya llevo quince años dedicada a la enmarcación de obras y si bien no me dediqué todos estos años a la conservación propiamente tal, hoy, luego de investigar y llegar a los mejores proveedores de materiales para conservar una obra de arte y así poder dar con el mejor resultado, he visto lo poco que se sabe sobre este tema, lo poco que se trabaja y lo poco que se valora.
Una obra de arte no solo tiene valor por sí misma; si bien es fundamental el autor, es igual de importante que esta obra dure para que muchas generaciones puedan disfrutarla.
A mis manos han llegado obras de famosos artistas nacionales e internacionales y no siempre están correctamente enmarcadas, por lo que pueden llegar a perder su valor. Si bien una pintura sobre tela tiene muchas más posibilidades de sobrevivir por largos años, es importante la manipulación de esta obra en el minuto de su enmarcación o montaje en el lugar donde se exhibirá. Un dedo puesto sobre la tela deja residuos grasos que, con los años, se transforman en manchas oscuras.
En las obras sobre papel es el enmarcado o su soporte el que mantendrá su duración durante años. Es importante saber sobre la calidad de los materiales, las técnicas, la manipulación, más allá de lo meramente estético.
Los papeles se queman con los ácidos y un enmarcado debe proteger la obra de todo daño y no solo del ácido de los paspartús, sino también de los pegamentos y los fondos que soportan el arte.
Un paspartú no solo juega un rol en lo estético, pues cumple la función principal de separar la obra del vidrio. Con los años, los cambios de temperatura y otros factores, como la luminosidad recibida, hace que se peguen los pigmentos al vidrio, produciendo un daño irreparable para una obra de arte.
Existen vidrios con filtro UV, antirreflejo y otras cualidades que hacen que sus valores sean casi inalcanzables; de hecho, su nombre técnico es “vidrio de museo”, pero es importante considerar si es necesario utilizarlo con obras que, más allá de su valor real, son valiosas para su dueño.
Enmarcar no solo es destacar las cualidades de una obra; es conservar la obra.
La conservación de obras es fundamental para darle la importancia a lo que se quiere tener y, sobre todo, mantener.