“La tecnología está revelando algo que no nos atrevíamos a decir en voz alta”.
Las personas están usando la tecnología para conectar con temas humanos y espirituales. El nuevo estudio de Harvard Business Review sobre el uso real de la IA en 2025 muestra algo inesperado: no buscamos solo productividad. Buscamos sentido. Cada vez más personas recurren a estas herramientas para regular emociones, ordenar la mente, explorar su identidad, procesar su historia y abrir conversaciones íntimas que antes no sabían dónde tener. En esta era hipertecnológica, la tecnología se está transformando —paradójicamente— en un espacio para volver a uno mismo.
El propósito aparece como el tercer concepto más buscado. Esto revela una verdad silenciosa: la mayoría ya se ha preguntado para qué vive o para qué trabaja. Pero no lo hablamos. No está socializado. Sigue siendo un terreno íntimo, casi secreto.
Cuando publiqué mi primer libro, me impactó la cantidad de personas que me escribieron para hablar del propósito. Lo hacían por mensaje privado, como si fuera un tema prohibido. Y este pudor se veía aún más en hombres mayores de cuarenta, que sentían que abrir esta pregunta podía interpretarse como ingratitud o debilidad, como si cuestionarse fuera traicionar la vida que construyeron.
La realidad es otra: todos, en algún momento, buscamos respuestas más profundas que las que caben en un currículum. En La historia que te cuentas propongo un marco para entender el propósito desde su raíz.
Descubrí que no todos tenemos la misma motivación intrínseca. Existen tres grandes tipos de propósito:
– Las personas corazón, que sueñan con mejorar el mundo.
– Las personas vocación, que vibran con un quehacer específico.
– Las personas mente, que buscan crear valor, muchas veces económico.
Pero en este nuevo libro, lo más novedoso fue entender que la esencia de nuestro propósito cabe en un solo gesto: un verbo.
Es ese verbo que te hace sentido inmediato y absoluto cuando lo encuentras. Puede tratarse del verbo conectar o comunicar, alegrar, producir, organizar… Los más de cuatro mil verbos de la lengua castellana esperan que cada uno de nosotros reconozca el suyo.
Por eso, si hoy estás inquieto, si sientes que algo dentro de ti te está llamando a revisar el para qué, quiero decirte esto sin rodeos: no estás exagerando, no estás fallando, no estás solo.
Te estás haciendo la pregunta correcta. Y somos muchos los que transitamos por la senda de esa misma búsqueda.














