LA VIDA SEGÚN PHILOMENA CUNK
“¿Alguna vez observaron la majestuosidad infinita de la creación y se preguntaron para qué sirven tantos bosques, valles, montañas y charcos? ¿Se preguntaron cuántos edificios se demolieron para hacerles lugar, y quién otorgó el permiso?”.
Con aspecto de institutriz, Philomena Cunk plantea estas interrogantes y otras de idéntico calibre —“¿Qué quieren los animales? ¿Y por qué se niegan a explicarlo?”—, con la expresión y el tono de los más celebrados presentadores de documentales de todos los tiempos.
No solo plantea estas reflexiones mirando con estudiada circunspección a la cámara, sino que lleva sus dudas a eminencias como Brian Cox, profesor de Física de Partículas en la Universidad de Manchester, o Douglas Headly, académico de Filosofía de la Religión en la Universidad de Cambridge, entre distintos entrevistados de gran currículo y reconocimiento intelectual.
“En este documental histórico —explica Cunk con impecable acento británico—, viajaré por el mundo para andar en cámara lenta en sitios pintorescos”. Todo es solemnidad en La vida según Philomena Cunk, sucesora de La Tierra según Philomena Cunk (2022), programas que califican espléndidos en la categoría mockumentary —un falso documental—, género que ha dado genialidades como This is Spinal Tap (1984) de Rob Reiner, con la trayectoria en declive de una banda de heavy metal.
A pesar de la seriedad con la que se expresa, Philomena suele hacer lecturas antojadizas y equivocadas, sin acusar recibo de las correcciones que los estudiosos invitados, perfectos partícipes de la sátira, hacen a sus conjeturas hilarantes. En ese sentido, Philomena encarna tangencialmente el desparpajo en redes sociales, donde abundan las opiniones sin sustento alguno, simplemente la arbitrariedad refugiada en el derecho a la libre expresión.
Protagonizada por la comediante y guionista Diane Morgan (49), las intervenciones del personaje son divertidas y ocurrentes, enmarcadas en el absurdo. “Cuando Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina —pregunta a la profesora de arte italiano Alison Wright—, ¿empezó en el piso y luego dio vuelta el edificio?”. La académica del University College de Londres responde inmutable que la obra de Miguel Ángel “siempre estuvo en el cielorraso”, descartando el movimiento íntegro de la afamada construcción.