Futuro empresarial

Estallido social, pandemia y cuarentena, sin duda son escenarios complejos que han cambiado bastante la realidad nacional y mundial. Es por ello que en nuestro aniversario número dieciocho quisimos destacar la opinión de distintos empresarios, emprendedores, visionarios e innovadores que han sido parte de Tell Magazine. Cómo ven el futuro desde sus áreas, cuáles son sus proyecciones y pronósticos es parte de lo que nos contaron.

Por María Inés Manzo C.

Gonzalo Muñoz, fundador TriCiclos

“Que Triciclos ganara The Circulars (mayor premio global en Economía Circular) fue uno de los reconocimientos más importantes que tuvimos como equipo y fue una inyección de energía para todos. El ver que lo que estábamos haciendo era reconocido con un premio tan importante, creo que de alguna manera marcó nuestra historia, pero también nos ha desafiado a seguir avanzando, a estar siempre saliendo de nuestra zona de confort para ir convocando a más entidades hacia un camino sustentable”.

“A partir de este nuevo contexto, las empresas van a necesitar una nueva mirada y plantearse desde la sustentabilidad y el triple impacto, pues tener esta mirada global respecto a cómo ser rentable económicamente, pero también considerar el aporte social y ambiental, generará estructuras más resilientes de aquí en adelante, capaces de enfrentar nuevas crisis de mejor manera y con una mayor conexión con las personas. La ciudadanía ha adquirido un rol protagónico, cada vez más exigente, y los privados debemos responder de alguna manera a este nuevo público que espera un comportamiento con nuevas y mayores exigencias para así volver a recuperar las confianzas que, claramente, se han ido quebrando con el tiempo”.

“Este camino que hay que transitar requiere de alto grado de empatía, colaboración, de adaptabilidad, rapidez, y agudeza en las respuestas e innovación. En TriCiclos, por ejemplo, las cuarentenas nos llevaron a enfrentar nuevos desafíos y a buscar, rápidamente, nuevas formas de operar, de la mano de la tecnología, para velar por lo que para nosotros siempre ha sido fundamental: el cuidado de las personas”.

“Los nuevos emprendedores hoy tienen una gran ventaja: pueden generar negocios sustentables de triple impacto desde un comienzo, sin tener que invertir en la mitad del camino, como hoy le pasa a muchas grandes empresas que, producto de las nuevas normativas y las exigencias ciudadanas, han debido rearmar, de alguna manera, lo que estaban realizando. Permítanse nacer como empresa B, carbono neutrales y con un modelo de negocio circular”.

 Daniela Retamales, socia fundadora Fundación Prótesis 3D

“Seguimos estando presentes para los niños que necesitan cambiar su prótesis por crecimiento y seguimos trabajando con los jóvenes privados de libertad de SENAME Valdivia; dar continuidad a las acciones permite generar cambios sistémicos. En estos últimos dos años hemos sido reconocidos por el programa Laureate Global Fellows de International Youth Foundation (reconoce veinte emprendedores sociales a nivel mundial), por el programa CEMEX-Tec de ASHOKA con el Tecnológico de Monterrey (reconocen quince emprendedores sociales a nivel mundial), como también por el programa YLAI (Young Leaders of the Americas Initiative) de la embajada de Estados Unidos”.

“Las crisis son escenarios para redefinir los problemas e innovar en las soluciones. Por esto, decidimos no quedarnos con los brazos cruzados y comenzamos a fabricar protectores faciales para ayudar a quienes más lo necesitan en esta pandemia, que son los profesionales de salud. Logramos desarrollar un producto liviano, lavable (no contiene elásticos de tela), reutilizable y con una visera resistente para múltiples usos. De esta forma nació el proyecto ‘Cuidemos a nuestros héroes’, una iniciativa regional, potenciada por Fundación Prótesis 3D y Fundación Piensa, a la cual se sumó la Mutual de Seguros. En conjunto logramos donar nueve mil protectores faciales a los principales hospitales de la región”.

“Siempre está el desafío de la sostenibilidad. Pospandemia nos enfocaremos en brindar servicios de impresión 3D y en seguir buscando empresas y personas que quieran apoyar proyectos de innovación social con base tecnológica. A los nuevos emprendedores les decimos que se atrevan con algo propio; uno crece muchísimo en lo profesional y personal, es una experiencia que ninguna empresa te va a poder entregar”.

Luis Ansaldo, gerente general Ansaldo

“En nuestra larga trayectoria hemos puesto a prueba nuestra fortaleza heredada de nuestros padres y abuelos, en donde nos vemos enfrentados a continuos cambios, quedando en nuestras manos la oportunidad y compromiso de contribuir al desarrollo sustentable de la comunidad, la empresa y sus colaboradores. Indudablemente los cambios de escenario nos afectaron; con el estallido social no logramos las metas propuestas para el 2019. Trabajamos en un riguroso plan para este año y, luego del inicio de la pandemia, nos vimos obligados a reformularlo profundamente con una serie de medidas (ajustando ventas, compras y gastos).

“Hace un par de años veníamos enfocados a nuestra venta online y, estos últimos cuatro meses, el aumento de las ventas por este canal ha sido explosivo. Hemos cumplido exitosamente con nuestros clientes, pudiendo así compensar, en parte, la baja de nuestras ventas en el canal retail y la escasa venta en nuestra cadena de tiendas (las que ya llevan, en promedio, más de dos meses cerradas)”.

“Nuestro gran desafío para este año es mantener la fuente laboral para todos nuestros colaboradores y llegar a fin de año con la tarea cumplida. Esperamos que el 2021 sea distinto y se cumpla el refrán que dice ‘después de la tempestad viene la calma’. Como empresa seguiremos trabajando en la introducción de nuevos productos, modelos de negocios y en perfeccionar nuestro oficio, adoptando nuevas prácticas y tecnologías. El conformismo y la rutina son cómplices de la agonía”.

“Como sexagenario, creo haber tenido la oportunidad de conocer los grandes cambios sociales y tecnológicos de más de una generación, y puedo entregar algunas modestas recomendaciones a la actual generación: consideren la experiencia de sus padres; crean en sus propias capacidades, nada es imposible. La juventud es la mejor temporada para emprender; profundicen el conocimiento y desarrollen lo de que más les apasione. El secreto está en la sencillez de lo complejo. Hagan bien lo que es mediocre; no vayan más allá de sus valores; sean honestos con ustedes mismos y con el prójimo”.

Mateo Rubio, socio fundador Cáscara Foods

“El emprendimiento es dinámico, caótico y entretenido. A fines del año pasado ganamos el Premio Nacional de Innovación Avonni en la categoría de Alimentación Saludable, lo que terminó de consolidar un 2019 muy bueno para nosotros, pero que también trajo muchos desafíos. A propósito del estallido social en 2019, comenzamos a explotar mucho más nuestros canales digitales y página web como medio de venta, lo que en parte nos ayudó a prepararnos para lo que ha sido la pandemia”.

“Otro suceso muy importante fue que lanzamos Azana Antiox, un producto diseñado para promover la salud digestiva de las personas y reforzar su sistema inmune por su carga de antioxidantes. Para nosotros es un paso muy importante, ya que nos ayuda a seguir nuestro foco como empresa, que es valorizar distintos desperdicios de alimentos poniendo en valor su contenido nutricional, con productos buenos para las personas y el planeta”.

“A partir de octubre las cosas han sido bastante complejas e inciertas para todos. Tuvimos que cambiar una serie de proyectos en los que veníamos trabajando y priorizar otros que hoy son más relevantes. Creo que el escenario comercial ha cambiado para nunca volver a ser el mismo. La crisis sanitaria ha llevado el día a día de las personas a lo digital, lo que se ve en el trabajo, el comercio y lo cotidiano. Dimos un salto de varios años al futuro”.

“El principal desafío hoy es tener la claridad y la capacidad de gestión para no solo poder resistir el choque de la crisis sanitaria y económica, sino que poder ver oportunidades de crecimiento y mejora en estos problemas. Suena un poco cliché, pero hoy más que nunca hay que ver oportunidades donde otros solo ven problemas. Por eso hay que enfocarse en crear soluciones para problemas reales que tienen los clientes. Ahí es donde nace el valor y la innovación que hoy más que nunca se necesitan”.

Roberto Astete, fundador Solubag


“Este año recibimos el Premio Imagen de Chile 2020, como pyme innovadora, y estamos muy agradecidos por el reconocimiento al trabajo de más de seis años. Como todos lo sabemos, hay un antes y un después del 18 de octubre del 2019, lo cual ha afectado las ventas a nuestros clientes en Chile y nos instó a seguir expandiendo nuestro proyecto fuera del país. Sin embargo, con la pandemia se han paralizado muchos de los negocios que habíamos cerrado. Este último golpe nos llevó a seguir innovando y acelerando los tiempos para nuevos productos, es por eso que desarrollamos una línea médica”.

“Acabamos de recibir la patente de nuestro detergente +Chispeza en EUA, lo que nos ha permitido firmar un acuerdo con grandes empresas. Estamos trabajando para abrir operaciones comerciales con equipo de ventas y operación logística para nuestros productos en ese país. Ese es nuestro objetivo para este año”.

“Nacimos como una startup, hoy ya somos una pyme, y como todas las pequeñas empresas luchamos por cada cliente y al tener limitaciones de ventas es difícil seguir remando. Hoy debemos tener claro que las condiciones cambiaron. Hemos tomado todas las medidas para el bienestar de nuestro equipo y estamos esperando poder viajar a China para terminar de testear y validar los nuevos desarrollos. Seguiremos presentando alternativas sustentables a productos conocidos o que sean fuente de contaminación por materiales plásticos. El reciclaje sigue siendo un gran tema, pues pocos lo hacen”.

“Aunque parece complejo nunca bajen los brazos, aunque no se vea tierra firme. Hay que seguir hacia adelante, buscar nuevos mercados a sus emprendimientos, tal vez, explorar nuevas ciudades, países, emprender e innovar siempre. Clientes existen en todos lados, hay que ir a buscarlos. Invertir en redes sociales, en canales digitales que puedan ayudarlos a presentar sus negocios; hoy todos buscan alternativas y es la oportunidad para el emprendedor de visualizar sus productos y servicios”.

Valery Rodríguez, socia fundadora Imeko

“Durante 2020 hemos estado trabajando arduamente en el escalamiento de nuestro proceso de reciclaje de las colillas, y decidimos, estratégicamente, dejar la idea de desarrollar productos de nuestra marca, y centrar nuestro trabajo en la química del proceso y en la recuperación íntegra del material para ser comercializado. Es decir, que marcas y empresas puedan desarrollar sus productos con este nuevo material de origen sustentable y que permite sacar un residuo tan contaminante del medio ambiente como lo son las colillas de cigarrillos”.

“Estamos trabajando en cambiarnos de espacio de trabajo, a un laboratorio más grande, que nos va a permitir montar la primera planta semiindustrial de reciclaje de colillas de cigarrillo del mundo, permitiendo el procesamiento de mayores volúmenes de este residuo, y convirtiéndonos en actores relevantes dentro de la economía circular del país, a través de la introducción a la cadena de valor de los materiales plásticos reciclados, a las colillas de cigarrillo. Además, estamos dentro de un programa de aceleración y apoyo de Mujeres Empresarias e Imagine Lab, lo que nos tiene muy contentos porque destaca nuestro trabajo como emprendedores científicos y como proyecto liderado por mujeres”.

“La innovación científica es un motor realmente importante para crear soluciones a problemáticas cruciales que nos aquejan día a día. En estos tiempos complejos, la pandemia nos ha hecho destacar la relevancia de la ciencia, y la necesidad de contar con más y mejores herramientas, y apoyos al mundo científico, que conduzcan a resultados y soluciones que son de urgencia en muchos casos. Sabemos que emprender desde la ciencia es complejo; los tiempos y los riesgos asociados son diferentes que en otro tipo de emprendimientos, porque se debe realizar un trabajo investigativo y de desarrollo que toma mucho tiempo. Pero creemos en el potencial científico que hay en Chile, por lo que esperamos que más personas, de todas las áreas de la ciencia, se atrevan a innovar y a emprender, ofreciendo al mundo soluciones y productos con altísimo valor y gran impacto”.

Eduardo della Maggiora, fundador Burn to give

“A fines de 2019, recibimos el Premio Emprendedor Social que otorga la Facultad de Negocios de la Universidad del Desarrollo. Y no cabe duda de que lo anunciado en estos días, en cuanto a haber conseguido levantar una ronda de financiamiento por 8,5 millones de dólares para el desarrollo de un nuevo proyecto de bienestar colectivo con propósito, representa un paso gigantesco para Burn To Give. Hoy somos la primera Public Benefit Corporation de América Latina incorporada en Estados Unidos. Esto significa que nuestros estatutos legales señalan que el beneficio público de nuestro negocio es un objetivo fundamental, además del objetivo corporativo tradicional de maximizar las ganancias para los accionistas. Es un mandato claro que debemos cumplir”.

“Ambas crisis nos han desafiado al máximo y las hemos tomado como una oportunidad para revisar esta nueva etapa de Burn to Give y darle un renovado sentido al proyecto. Creemos que tanto la crisis social como la pandemia han reforzado la importancia estratégica que tiene el propósito para la sostenibilidad de las empresas. Sin duda la situación de emergencia sanitaria por la que atraviesa la humanidad ha llevado a los fondos de inversión a ser más cuidadosos, pero hemos visto cómo nuestra propuesta de valor basada en un propósito colectivo ha sintonizado a tiempo con la actual demanda de muchos inversionistas. Es un hecho que hoy quienes toman las decisiones de inversión, no sólo están mirando las rentabilidades finales, sino también cómo se consiguen esos buenos números y el impacto que generan. Y en ese sentido, las variables sociales y medioambientales deben ser parte del proyecto y del negocio”.

“¿Qué no se puede dejar pasar? La oportunidad de que nuestro trabajo diario pueda generar un salto cualitativo en la vida de los demás… el mayor logro que puede tener un emprendedor social. La crisis social por la que atraviesa Chile y ahora la pandemia mundial nos desafían a desarrollar soluciones de amplio alcance para la infinidad de problemas que ambas crisis acarrean”.

Gian Paolo y Pier Luigi Costa Queirolo, dueños Bogarin

“Hace ochenta años, y gracias al legado de nuestro padre, otorgamos a nuestros clientes un producto fresco, liviano y ‘al paso’ que lo puede transportar y degustar en su casa, en el trabajo o en cualquier lugar. Desde marzo 2020 nos adherimos como familia Bogarin a cerrar los locales, a pesar de que la cuarentena era voluntaria, y luego de un tiempo decidimos poner a prueba nuestra capacidad de adaptación al cambio y logramos abrir al público. Aplicamos el protocolo de seguridad de salud e higiene para que se retirara en el local nuestros tradicionales sándwiches de miga y zumos”.

“Actualmente, implementamos delivery de nuestras tortas y helados, y cuando podamos entrar en fase dos implementaremos este sistema con todos nuestros productos a través de una empresa especializada. Si bien es cierto que tenemos un producto y experiencia de servicio, siempre estamos con el equipo de trabajadores adaptando las nuevas sugerencias que nos demanda el entorno, sin perder nuestra esencia”.

“Esperamos y sentimos que la región seguirá siendo un atractivo turístico, gastronómico y cultural que con la integrada colaboración de todos los actores del entorno podrá encontrar el camino para sostenerse en el tiempo, sin duda, no será fácil, pero de alguna manera juntos lograremos una estabilidad. Además, habrá que observar lo que harán y ejecutarán otras ciudades del mundo en el rubro. Por suerte no estamos tan solos en está implementación y tendremos la oportunidad de avanzar tomando dichos aprendizajes y aplicándolos a la cultura local”.

“Este es el momento de la empatía en los negocios de la que tanto se habla y que escasamente se aplica, porque dar sin recibir algo es casi una utopía. El presente nos obliga a adaptarnos a las nuevas tecnologías y hacer uso de ellas. Siempre nos hemos basado en nuestro modelo de negocio donde el centro son las personas; sin duda eso no cambiará, pero se han incorporado los delivery, redes sociales y las nuevas tendencias”.

Florencia Niemeyer, socia fundadora Livingjuice

 “Cuando uno parte con un emprendimiento trata, y a veces se ve obligado, a hacer todo, y ese fue nuestro caso. Junto con Francisco, mi marido y cofundador, con el paso del tiempo hemos ido soltando cada vez más el día a día; ha llegado más gente para funciones específicas, y hemos ido a la vez sistematizando procesos para tener una empresa que pueda crecer sobre bases seguras. Esto ha sido especialmente intensivo en el último año. El mercado chileno es chico, nos interesa profundizar paso a paso en él, y eso obliga a incursionar en nuevas categorías, las que esperamos impactar positivamente, ofreciendo alternativas de mayor calidad que las existentes, como ya lo hicimos con los jugos frescos”.

“La últimas crisis nos afectaron y nos siguen afectando mucho; de hecho, en otras circunstancias o etapas pudo haber sido fatal para nuestros planes. Afortunadamente estábamos en buenas condiciones para enfrentarlo. Muchos de los recursos que teníamos destinados a nuevos proyectos se han usado para cubrir déficits, pero sabemos que saldremos adelante con más fuerza. Creo que el principal desafío es saber adaptarse a los escenarios cambiantes y sobrevivir a ellos con una caja mucho más apretada que lo esperado. Pero soy optimista, pues de estos momentos nacen oportunidades y hay que mirar con atención para aprovecharlas”.

“No todo lo que nos apasiona puede ser un negocio, hay que buscar un equilibrio. Creo que es mucho mejor buscar un emprendimiento en el que nos sintamos apasionados por lo que queremos lograr con él, por cómo nos va a dar libertades, porque la libertad es, creo, el mayor beneficio de emprender con éxito. Y finalmente, es importante entender que las buenas ideas son baratas, todos las tenemos alguna o varias veces, y que la única manera de multiplicar su valor es con una buena ejecución. Esa es la clave, lo que hacemos después de la idea, no la idea”.

Manuel Moller, socio fundador Algramo

“Desde Algramo comenzamos a trabajar para lograr un impacto global en la manera en que consumimos, con foco en solucionar uno de los grandes problemas que tenemos como sociedad y que daña enormemente el medio ambiente: los envases plásticos de un solo uso. Desde aquí, hemos estado desarrollando soluciones innovadoras que trascienden la escala barrial. Lo que buscamos es generar un aporte significativo a nivel mundial para llegar a tiempo con una solución frente a la crisis ambiental”.

“Ya estamos trabajando con Unilever y Nestlé, estamos prontos a comenzar un piloto en Nueva York y otro en Indonesia. Es por este nuevo giro que, a principios del 2020, fuimos reconocidos por Fast Company como la empresa más innovadora de América Latina por segunda vez. Este es un reconocimiento de un prestigioso medio internacional que nos confirma que estamos dando estos primeros pasos en la dirección correcta. Hace algunas semanas, también ganamos en la categoría ‘Empresas con Impacto Ambiental’ de los premios VIVA Schmidheiny, en competencia con empresas de toda Latinoamérica”.

“Han sido tiempos muy extraños, muy intensos, difíciles… pero desde aquí también surge la oportunidad de reconocer que estábamos en crisis, de entender cómo hacemos las cosas y por qué las hacemos, mirar nuestras instituciones, nuestras empresas y nuestros sistemas con una mirada y un enfoque distinto, más extremo, pero al mismo tiempo más propositivo. Hoy, transformar el sistema y las instituciones desde sus cimientos ya no parece tan loco y es más necesario que nunca”.

“Debemos ser conscientes que tenemos hasta el 2030 para resolver la crisis ambiental; esto no nos puede dejar indiferentes ya que podría tener consecuencias devastadoras e irreparables. Espero que se venga el tiempo en que podamos ver a una generación de empresas B escalar y crecer. Creo que hay una promesa de impacto aún incumplida, pero somos muchas las empresas que estamos avanzando en esa dirección, cada día hay más ejemplos y espero que se multipliquen en el futuro”.

Sebastián Errázuriz, socio fundador/CEO Actitud Lab

“El 2019 llegamos a intervenir a más de cien mil personas, a lo largo de los ocho años de historia de Actitud Lab, recorrido en el que fuimos reconocidos con el ‘B Corp Best for the World’ o Mejores Empresas B para el Mundo. Pero hoy más que nunca creemos que las empresas necesitan ganarse la legitimización social. Estar cerca de sus comunidades, escucharlas y ser empáticos. Es un imperativo vincularlos con sus territorios”.

“No creo que estemos en una época de cambios, sino más bien en un cambio de época. Creo que la educación está en un momento extraordinario, porque se están extremando los recursos y la creatividad de los docentes. Ahora bien, es muy necesaria la modernización del sistema que tenemos. El escenario de la educación cambió, y esto tiene mucho que ver con un país segregado socialmente”.

“La pandemia nos afectó muchísimo. Teníamos cuarenta mil alumnos el 2019 en programas permanentes, hoy ninguno, por lo que nos tuvimos que enfocar en proyectos de investigación. Ha sido demoledor, pues estábamos avanzando a pasos agigantados; se pronosticaba un súper buen año con cuarenta y tres contratos… en este momento tenemos tres”.

“Tampoco llegaremos a nuestra meta del #DesafíoNINIS —reducir en un treinta por ciento los jóvenes que ni estudian ni trabajan en Chile el 2020—, pues tras las crisis se pronostica un altísima deserción escolar (trescientas mil personas). Muchos tendrán que salir a trabajar por la urgencia de sus familias que se quedaron sin empleo”.

“Ante todo somos optimistas, nos hemos reinventado, digitalizando más nuestros sistemas y buscando cómo apoyar la agenda pública con foco en los jóvenes. Estamos llegando a las casas, a las poblaciones apartadas. Teníamos ciento sesenta alumnos de la Escuela Betania del Hogar del Cristo, que nos estaban esperando. Por ello implementamos un programa de idiomas a través de internet y llamadas telefónicas (con bajo consumo de datos). Además, estamos promoviendo la web www.vinculatehoy.cl, diseñado para apoyar a los jóvenes e inspirarlos con el mundo laboral”.