La palabra dieta no está en su vocabulario. Estilo de vida, sí. Y es que la invitación de esta joven nutricionista de la UCN y artífice de @comidasinculpas es no obsesionarse con el peso y sacarse el sufrible estigma de que el número de la balanza es sinónimo de salud. ¿Y qué nos propone? Elegir comer bien, hidratarse, hacer ejercicio y dormir.
Por Verónica Ramos B. / Fotografía: Francisco Díaz U y gentileza de la entrevistada.
Cualquiera que ve su cuenta de Instagram, que tiene más de veintiséis mil seguidores, piensa que la Fran es cocinera, pero no lo es. Esta entusiasta nutricionista de la UCN de Coquimbo, diplomada en alimentos funcionales nutracéuticos y especialista en nutrición personalizada y en terapias alternativas, centró su energía en lo que más le apasiona: la cocina saludable.
“Soy consumidora de YouTube y empecé a investigar sobre la alimentación saludable, cosas básicas, por ejemplo, cómo deshidratar la fruta. Me metí de a poco en la cocina, comencé a experimentar con lo que tenía en la casa y, hace tres años, decidí subir mis recetas en mi Instagram personal. A la gente le gustó mucho y a mí me encantó este vínculo con las personas. Mi cuenta se transformó en “Comidas sin Culpas”, porque tiene que ver con cómo nos relacionamos con la comida. Intento que las personas cambien el chip de que comer algo calórico es malo, que van a subir de peso… lo que resulta muy culposo. La gente lo pasa muy mal con este tema porque no tenemos una buena relación con la comida”, recalca Fran Reinking (29).
Hoy vemos que existen muchas personas que, sin ser especialistas, abordan este tema por redes sociales, lo que claramente es un riesgo
Siempre destaco que cada cuerpo es distinto, que no existe una fórmula exacta y que los alimentos no funcionan igual entre una persona y otra. La gente cree que las mal llamadas dietas sirven para todos y ese es el primer error. Todos los contenidos que subo a mi Instagram tienen fundamento y jamás abalaré, por ejemplo, el uso de pastillas para adelgazar.
¿Crees que las personas se preocupan mucho más de cómo deben verse que de la salud?
Falta mucho para que la gente le tome el peso a la salud. Sigue siendo primordial estar delgado o tonificado que estar bien nutrido. La alimentación va muy de la mano de cómo estamos, de cómo nos relacionamos y, lamentablemente, el peso se ha convertido en una obsesión. Finalmente, las personas se aburren de comer lo mismo y suben de peso igual, porque no les funciona la “dieta” que eligieron.
¿Por qué no te gusta usar el concepto dieta?
No me gusta hablar de dietas o restricciones y evito fomentar el miedo a un alimento. No digo que el azúcar es veneno o que el aceite engorda, porque esto no está bien enfocado. A mí me gusta hablar de estilo de vida saludable que involucre alimentos lo más naturales posible. Ahora, si quiero comer papas fritas, me las como y con ganas, no me pasará nada porque no es algo habitual en mí. Lo que intento transmitir es que nuestra alimentación debe ser lo más equilibrada posible y que podemos darnos esos gustitos que nos hacen bien para nuestra salud mental. Una persona restringida no llega a ningún lado. Lo impuesto, por muy personal que sea, termina aburriendo; distinto es cuando eliges un estilo de vida y a conciencia.
Existen muchas dietas y varias se han popularizado, ¿qué es lo primero que recomiendas a alguien que quiere seguir una de ellas?
Lo primero es no elegir solos, por voluntad propia, la asesoría profesional y el chequeo con exámenes es fundamental. Las dietas no aplican para todos, no son la fórmula mágica.
¿Qué piensas, por ejemplo, de la dieta cetogénica?
Es poco factible hacerla día a día y puede causar más estrés en las personas que no están preparadas para dejar de comer carbohidratos, azúcares. Es muy estricta porque ni siquiera puedes comer frutas, entonces la pregunta que cabe hacerse es ¿te ves en veinte años más comiendo de esa forma? Si respondes que sí, ¡dale! Pero si es solo por bajar de peso, no es el objetivo. Elegir una forma de alimentación debe entregar beneficios al cuerpo y no irritabilidad, baja energía, cuando dejas de consumir lo que el cuerpo necesita. Además, la alimentación no solo significa nutrirse, conlleva un tema social y que nos produce placer.
¿Cuál es para ti la fórmula mágica entonces?
A la gente le va a cargar la respuesta, pero la fórmula es muy simple: comer bien, moverse, hidratarse y dormir.
¿Y qué es para ti, comer bien?
Incorporar alimentos de origen vegetal, es decir, cinco porciones de fruta y verdura al día. Algo que la gente en nuestro país consume muy poco, porque está estigmatizada. Hay personas que dicen que la fruta se pudre en el estómago y eso es un rotundo error. Debemos consumir más legumbres, semillas, frutos secos, brotes. Respecto a las proteínas, elegir lo más magro posible.
EDUCAR ES LA BASE
Todos los productos cuentan con información nutricional, pero no todos se guían por esto para elegir y comprar
Primero hay que fijarse en que los productos tengan mínimos sellos negros. Luego, leer y entender la lista de ingredientes y estos siempre van de mayor a menor cantidad, ya sea en azúcar, aceites, sodio, etc. Es probable que mi ida al supermercado sea lenta si leo esta información, pero una vez que comparo y elijo, la próxima vez me iré directo a estos productos. Es una pequeña inversión de tiempo, pero vale la pena.
Y qué pasa con los productos light, ¿son recomendables?
Es un producto muy procesado, con muchos aditivos y edulcorantes artificiales que no enseñan a comer bien. Se disminuye el azúcar al producto, pero la persona sigue con el mismo nivel de adicción a ese dulzor, es decir, no se soluciona nada. Por ejemplo, en vez de comprar la mermelada light, se puede hacer en casa una mermelada con fruta molida, stevia y semillas de chía. Esta es una opción natural.
¿Tienes pensado publicar un recetario con estas ideas naturales?
La idea es hacer un recetario on line y espero lanzarlo el próximo año.
Y además tienes una tienda on line de productos naturales
Sí y me tiene muy contenta porque es muy gratificante. Es un emporio on line que se llama Good Food, aquí encuentras todo tipo de productos naturales y orgánicos para personas con alergias alimentarias, vegetarianas, veganas, etc. Mi concepto es mantener la calidad y a precios asequibles.
Seguimos teniendo el índice de obesidad infantil más alto de Latinoamérica, ¿sientes que ha servido la Ley de Etiquetado?
Creo que ha ayudado a que las personas sean más conscientes antes de comprar un producto con sellos negros. Lo que me preocupa es que la fórmula de esos alimentos ha cambiado para estar dentro de los rangos y eso significa que les disminuyen la cantidad de azúcar, pero a la vez les incorporan otros aditivos, otros saborizantes y al final el alimento termina siendo poco nutritivo igual. Sí, son libres de sellos, pero terminan siendo tan procesados que tampoco es sano. Espero que algún día se tome en cuenta este punto de vista.
La clave está en cómo educamos a nuestros hijos respecto a la alimentación natural
Esta es la base y es absolutamente posible enseñarle a un niño a comer una fruta en vez de unas galletas. Lamentablemente, la comida chatarra en un restaurante es más barata que la comida saludable, pero comer sano en casa sí se puede, todo esto va a depender del aporte de los padres para hacer el cambio.