Delinear nuestro aprendizaje más allá de cada uno y lograr visualizar a los otros y al medio que nos rodea como parte de nosotros mismos, pareciera ser una de las búsquedas de sentido y trascendencia en nuestras vidas; cuestionando incluso, hoy más que ayer, circunstancias socioculturales cotidianas. De Es Schwertberger pareciera ya estar encaminado, desde hace décadas, en esta búsqueda sobre los misterios y dones del ser humano.
De Es Schwertberger nació en Austria en 1942. Graduado en ingeniería, estudió la técnica de pintura de los Viejos Maestros en Viena con el profesor Ernst Fuchs, destacada figura en la Escuela del Realismo Fantástico de Viena, la cual es un importante catalizador técnico y filosófico en el arte visionario contemporáneo, que busca manifestar una visión de la conciencia más allá del mundo físico. La carrera de Schwertberger despega en Nueva York, entre los setenta y ochenta, cuando se convierte en el artista clave de la revista Omni Magazine. Posteriormente, su búsqueda incansable lo conduce, desde este realismo fantástico figurativo que explora condiciones de la existencia humana, a un flujo creativo casi abstracto de patrones planetarios y espacios elementales de vida. Este último movimiento, una estrecha malla de estructuras pictóricas que lo tuvo al borde de cualquier ámbito conceptual, lo reconduce nuevamente al “Stoneuniverse” reconstruyendo al “Stoneman” en su poder original. El resultado se manifiesta en una calidad pictórica distinta, con una implementación más dinámica del color y una impresión general más expresiva, que desencadena en una fascinante simbiosis de dos estilos muy distintos de pintura. Muchas de sus obras notables están contenidas en el libro Heavy Light. The Art of De Es de editorial Morpheus, en el proyecto Planetarian Sculptures y en el Dime of Peace, que consta de cien pinturas de gran formato.
De Es, artista independiente desde 1962, es una de las importantes figuras contemporáneas del movimiento del Realismo Fantástico y su trayectoria como artista es significativa no solo por la calidad de sus obras, sino que también por su constante evolución a través de variados estilos con un empleo acertado del espacio, luz y textura. Su disconformidad con ser solo consciente de la forma, así como su búsqueda incesante de la naturaleza del espíritu humano y la comprensión del universo, le han permitido ir un poco más allá y encontrar un lenguaje propio de imágenes, significado y transformación. “Mi voz está en mis pinturas”, sostiene el artista. «La luz y el espacio son los fundamentos de la ilusión… la luz interior y el espacio interior son los fundamentos de la realidad”, estos son los principios que han orientado su trabajo como pintor y su trabajo interior como buscador.