Un bello valle cercano a Peñablanca llamado Miraflores estaba formado por tres viñas pertenecientes a los vecinos Nicanor Lombardi, Ramón Feliú y Doña Juana Escobar.
Zona cubierta de viñas y flores silvestres con un extraordinario clima, tenía una ubicación geográfica excelente, cerca de Peñablanca con su Estación de Ferrocarriles que permitía llegar en pocos minutos al Puerto de Valparaíso.
Otro vecino, el ciudadano español Buenaventura Joglar, nacido en la bella región de Oviedo, se enamoró de la zona y logró comprar las tres parcelas para fundar un poblado. Con la ayuda del Ingeniero Liborio Brieva que confeccionó un plano con lotes de terrenos inició la venta, siendo los primeros adquirientes los señores Enrique Schelle, Germán Watemberg, Reinaldo Tillmann y Óscar Schuller.
Debido a que todos ellos eran descendientes de alemanes, se determinó que la nueva población llevara el nombre de Villa Alemana.