La guerra que nunca se fue

Por Marcelo Contreras

PUNTO DE INFLEXIÓN: LA BOMBA Y LA GUERRA FRÍA

Que la historia se despliega como un continuo y, a la vez, mediante ciclos que retrotraen al pasado, son premisas de esta serie documental que enlaza la guerra entre Rusia y Ucrania, con el desarrollo de la Guerra Fría entre 1945 y 1991. Con entrevistados del más alto nivel provenientes de diversos estamentos de las superpotencias, y sobrevivientes de sucesos definitorios del último siglo, como los ataques a Hiroshima y Nagasaki, Punto de inflexión: la bomba y la Guerra Fría, funciona como una clase espléndida para comprender que el planeta sigue sometido a tensiones ideológicas y económicas entre dos grandes bloques que, a pesar del paso del tiempo, acuden a la misma retórica para justificar sus acciones. La sugerencia es que la Guerra Fría aún sigue en curso.

La serie de nueve capítulos se esfuerza por establecer que, en la historia, hay más grises que definiciones en blanco y negro, pero el punto de partida de los episodios radica en el conflicto ruso-ucraniano con tintes reduccionistas. Vladimir Putin es un villano macabro y Volodímir Zelenski es el bueno.

El documental explica que, desde la fisión nuclear lograda en Berlín, en 1938, en la Alemania nazi, y la consiguiente carrera por contar con armas atómicas, las superpotencias utilizaron todos los recursos para imponer agendas e ideologías, acusándose mutuamente de las mismas faltas éticas y tropelías. Japón atacó a mansalva en Pearl Harbor y EE.UU. respondió no solo en el terreno militar, sino con propaganda racista y campos de concentración contra ciudadanos estadounidenses de origen nipón. Stalin masacró a millones de compatriotas, en tanto la CIA digitó golpes de estado por todo el mundo, apoyando dictaduras, en nombre de la democracia y la libertad.

Entre las revelaciones más impactantes del documental, con sus macizos episodios de más de una hora, figuran las veces en que el holocausto nuclear estuvo a punto de desatarse, sobre todo en la primera mitad de los ochenta, y cómo figuras en las sombras detuvieron la devastación nuclear.